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Manu Hernando controla el balón ante Nkaka durante un entrenamiento. Daniel Pedriza
«Debía cambiar la imagen que se tenía de mí»
Racing

«Debía cambiar la imagen que se tenía de mí»

Manu Hernando - Defensa del Racing ·

El central, que llegó de tapado, se ha convertido en el futbolista más destacado de los que se incorporaron al equipo en el mercado invernal

Sergio Herrero

Santander

Viernes, 20 de marzo 2020, 07:21

Manu Hernando (Palencia, 19 de julio de 1998) llegó a la cantera del Real Madrid por casualidad. Pasaba por allí y se quedó. Algo que el racinguismo también pensó cuando el central arribó a Santander el pasado mes de enero. El que parecía un futbolista de relleno ha resultado ser el mejor fichaje de un triste mercado invernal. Y pudo haber llegado en verano, pero no le dejaron salir de Valdebebas. Encerrado en su casa por el Estado de Alarma que ha traído la pandemia de coronavirus, el palentino aguarda «con ganas» el regreso a la competición y la vuelta a la lucha por la permanencia.

-¿Cómo lleva el encierro?

-Bueno, pues en casa, ahora estaba jugando un poco a la play con los amigos. Me vine el otro día a Palencia, cuando nos anularon los entrenamientos y nos dieron permiso. Hay jugadores que se han quedado en Santander, pero yo me vine para estar con la familia y se me hace más ameno.

-¿En el FIFA, elige al Real Madrid o al Racing?

-Al Racing, siempre al Racing. Además está mi jugador ahí y es muy bueno (risas).

-¿Cómo es su día de encierro?

-El preparador fisico nos ha mandado unos ejercicios personalizados a cada uno de los jugadores. Y bueno, entre que haces los ejercicios, pasas tiempo con la familia... También aprovecho para descansar bien. La verdad es que se hace largo el día, pero entre unas cosas y otras, intento llevarlo lo mejor posible.

-Una situación como ésta nunca es oportuna, pero a ustedes les ha cortado lo que parecía el inicio de una buena dinámica.

-Sí. Teníamos ganas de seguir. Estábamos en un buen momento. Veníamos de hacer un buen partido y sacar los tres puntos en Soria. Pero al final lo que importa es la salud y si LaLiga lo ha decidido así, tenemos que seguir las indicaciones. De momento, no sabemos cuándo vamos a volver a los entrenamientos. Hay que esperar a que esto pase lo antes posible y cada uno seguir sus entrenamientos en casa y no perder la forma, para estar preparados cuando llegue el día

-Y además, usted estaba teniendo buenas actuaciones en las últimas semanas.

-Estoy muy contento. Individualmente, tenía muchas ganas también de seguir jugando. Estoy en un estado de forma muy bueno y, mirándolo así, el parón nos puede afectar un poco, pero hay que seguir entrenando, intentar mantener la mentalidad, aunque no compitamos los fines de semana, de trabajar para estar tope cuando se reanude todo.

«En el mercado de verano tuve la oportunidad de venir al Racing, pero al final no pudo ser»

«Lo tenemos claro. Mientras matemáticamente sea posible, vamos a luchar»

-El coronavirus, ¿le ha tocado de cerca?

-Gracias a Dios no ha pasado nada. Todo mi entorno está siguiendo las indicaciones de quedarse en casa e intentar salir lo menos posible para evitar riesgos mayores.

-Se habla mucho de cuándo se reiniciará la Liga, pero parece que la opinión de los futbolistas no se tiene en cuenta.

-Está claro que queremos jugar, pero lo que prima es la salud. Hay gente que sabe mucho mejor que nosotros si debemos jugar o quedarnos en casa. Haremos caso a lo que nos digan. Queremos terminar la Liga, pero al final lo que importa es la salud de los jugadores. Si deciden que esto se alarga una temporada más, lo acataremos.

-¿Qué tal la experiencia en Santander, después de salir de un mundo completamente diferente como es Valdebebas?

-Desde el día que llegué estoy súper bien. Puede sonar a tópico, pero tanto en el equipo como fuera me he acoplado muy bien. Estoy muy contento y la ciudad me encanta. Sí que es verdad que cuando sales de Valdebebas es como que estás en una burbuja. Al final, ves un poco lo que hay fuera y el Racing es un equipo que no tiene nada que envidiar a nadie. Estoy cómodo.

-Fuera de esa burbuja en la que se encuentra el filial del Real Madrid, se ha encontrado con el respaldo de una afición como la del Racing.

-Esto es otro mundo, un equipo tan histórico como éste. Allí en Valdebebas apenas teníamos afición. Salir a un club con tanta repercusión como tiene éste, se nota bastante. Hemos tenido nuestros altos y nuestros bajos, pero la afición siempre ha estado ahí y cuando le hemos dado algo a lo que agarrarse, se han agarrado y han ido a El Sardinero a apoyarnos.

-Llegó en enero y su fichaje no ilusionó demasiado ¿Se sintió infravalorado?

-Eso me ha pasado a mí, pero suele pasar en el 80 por ciento de los fichajes que se hacen tanto en verano como en invierno. Saliendo del filial, la gente no te conoce. No te ha visto jugar y dada la situación que tenía el equipo en ese momento es normal que haya gente que no se lo tome bien o se espere algo más. Desde el primer día tenía claro que debía dar lo mejor de mí par cambiar la imagen que se tenía de mí, de que venía de no jugar mucho en Segunda B. Al final, si te dejan salir al campo puedes demostrar lo contrario y eso es lo que estoy haciendo. Estoy con muchas ganas de que esto pase para seguir jugando a este nivel.

-¿Fue deseo suyo el salir del Real Madrid en busca de minutos?

-Intenté salir en el mercado de verano, que también tuve la oportunidad de venir al Racing. Me llamó Chuti Molina, pero al final no pudo ser. Me quedé en Madrid y, dadas las circunstancias de que no contaba con los minutos que yo quería y que tuve una lesión desafortunada, decidí que lo mejor era salir en invierno, Chuti volvió a llamarme y ni me lo pensé.

-Y, ahora que ya ha probado Santander, y sin saber lo que va a suceder en lo deportivo con el equipo, ¿se plantea continuar en el Racing?

-A eso no puedo responder. Sólo pienso en que acabe todo esto, en seguir jugando y dar el nivel que estoy dando para colaborar en la salvación del equipo. Todavía queda mucho para el verano y ya pensaremos en qué es lo mejor que puedo hacer.

-¿Cómo vivió el cambio de entrenador?

-Cuando vine, Iván Ania ya se había ido. Tanto con Cristóbal Parralo como ahora con José Luis Oltra, he tenido muy buena relación. La verdad es que con Oltra todo el mundo está muy contento. Tenemos muchas ganas de acabar la temporada con él y ojalá que los resultados sean positivos.

-El equipo permanece a siete puntos de la permanencia. La afición se agarra a lo poco que tiene y, desde el vestuario, ¿cómo andan las esperanzas de lograr la salvación?

-Siempre lo hemos tenido claro. Mientras matemáticamente sea posible, lo vamos a intentar hasta el final. Quedan todavía bastantes partidos y muchos rivales directos. Creo que la salvación pasa por ir uno a uno, pensar en el siguiente y sumar de tres en tres.

-Uno de los debes del Racing esta temporada ha sido la defensa, especialmente en las jugadas a balón parado y en los últimos minutos de los partidos ¿Por qué se repiten esas desgracias?

-Es complicado, porque hemos perdido muchos puntos en los últimos minutos y eso nos ha condenado bastante. En el campo sólo piensas en defender lo que tienes hasta el último momento, pero al final son cosas del fútbol y te pueden sonreír o quitar puntos como nos ha quitado. Hay que seguir trabajando. Lo del balón parado, al final, en esta categoría, es muy importante. Lo trabajamos mucho. Intentaremos que las cosas que nos han pasado en los últimos minutos no nos vuelvan a pasar, porque la verdad es que jode bastante trabajar durante 85 minutos y que en los últimos cinco se vayan los puntos. No queda otra que aprender y estar con la mentalidad fuerte de que alguna vez nos sonreirá el fútbol a nosotros.

-Quizá, incluso haya compartido vestuario con él, pero ¿quién ha sido su referencia como defensa central?

-Sobre todo, Sergio Ramos. Cuando empecé a jugar de central, siendo infantil, a él lo veía como un ídolo. Ya estaba en el primer equipo y era un líder indiscutible. Y la gente que viene de abajo, en esa posición, se fija en él. Cuando he tenido la oportunidad de compartir vestuario con él, te das cuenta de que aparte de la calidad futbolística, el liderazgo que tiene es algo que sorprende. Ojalá pueda llegar algún día a ese nivel.

-Pero Sergio Ramos reparte más estopa que usted...

-(Risas) Un poquito sí, pero eso se irá cogiendo con los años.

-¿Cómo llegó a la cantera del Real Madrid?

-Es una historia interesante. Tenía ocho o nueve años, y mi padre había leído en un periódico que existía la posibilidad de que chavales nacidos en 1998 fuesen a entrenar a Valdebebas y conocer las instalaciones. No era ni una prueba, ni nada. Mi padre me llevó. Me vieron ojeadores de allí y me llamaron para otra vez. A medida que iban pasando, me metían en pruebas con chavales mejores y hasta que llegó el día en que me dijeron que querían ficharme. Tenía diez años, no podía ir tan pronto para allí y lo que hice fue estar los dos años que me quedaban hasta tener doce y quedarme en la residencia, jugando torneos con ellos. Antes de llegar al Real Madrid jugaba en el Club Internacional de la Amistad dePalencia.

-Habla de su padre. Creo que sufrió un montón en el último partido en Los Pajaritos...

-Sí. Y mi madre sufre más. Mi padre lo lleva mejor, porque él ha sido futbolista y controla más los nervios, pero el otro día en Soria dice que cuando metí el gol se volvió loco allí en la grada. Y mi abuela, ya, si vamos empate o ganando de uno en los últimos minutos, se tiene que ir del campo. Se tiene que tapar los ojos. Y en casa, cuando no pueden ir a verme a El Sardinero o juego fuera, lo pasan igual de mal. Les debo mucho y si no fuese por ellos, no estaría aquí. Todo lo que consiga es gracias a ellos. Estoy contento de darles alegrías y de verles disfrutar conmigo.

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