Una década fuera de la élite
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Hoy se cumplen diez años del último partido del Racing en Primera División, a donde el club acaba de dar un paso para volverEl racinguismo está de celebración después del ascenso a Segunda División. Un primer paso para volver a una élite que, por desgracia, queda cada vez más lejana. Una década ha pasado ya, aunque por los Campos de Sport hayan sucedido tantas cosas en diez años que parezca siglo y medio. El 13 de mayo de 2012 el Racing disputó su último partido en Primera División. Un encuentro en los Campos de Sport que finalizó con un anecdótico 2-4 a favor de Osasuna y que no hizo más que certificar el descenso de un equipo zombi y acelerar la descomposición de un club que, por suerte, a día de hoy ha revertido la extremaunción y ha salido de la Unidad de Cuidados Intensivos. Pese a que aún le queda mucho por remar para recuperar toda su fortaleza y su lugar en el Olimpo del fútbol español, ya ha dado algún paso.
Lo de aquel día fue una escenificación del dolor de una parroquia desangrada. Lo del césped quedó en nada. Con el Racing adelantándose en el marcador por medio de Stuani y, posteriormente, cayendo goleado. Como tantas otras veces aquella temporada. Con un tanto, por cierto, de un Álvaro Cejudo que años después vestiría de verdiblanco en el pozo.
Ecuentro del 12 de mayo de 2012
RACING
2
-
4
OSASUNA
Racing Mario; Francis, Álvaro, Torrejón (Osmar, min 16), Picón (Adrián, min 78); Gullón, Rivero; Luque (Kennedy, min 58), Acosta, Jairo; y Stuani.
Osasuna Andrés Fernández; Marc Bertrán, Rubén (Roversion, min 72), Flaño, Damiá; Timor, Nekounam; Cejudo, Raúl García, Ibrahima (Lekic, min 68); y Nino (Calleja, min 82).
Goles 1-0, min 1. Stuani. 1-1, Ibrahima. 1-2, min 66. Cejudo. 1-3, min 70. Raúl García. 2-3. min 80. Jairo 2-4, min 89. Roversio.
Árbitro Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a Damiá, de Osasuna.
Incidencias 38º jornada de la Liga de Primera División. Campos de Sport de El Sardinero, ante 6.818 espectadores.
El equipo verdiblanco ya había dejado los deberes sin hacer hacía tiempo, porque el descenso matemático se consumó tres jornadas antes, cuando cayó con estrépito en Anoeta (3-0) frente a la Real Sociedad. Fue el 28 de abril de aquel año. Dos goles de Griezmann y uno de Agirretxe le dieron la puntilla al conjunto cántabro, con futbolistas como Pedro Munitis, Gonzalo Colsa y un joven Álvaro González sobre el terreno de juego. Pero el problema iba mucho más allá del vestuario.
Evidentemente, con ese percal, el 13 de mayo la acción se vivió fuera del terreno de juego. Ese día la Gradona, aún ubicada en la tribuna de la esquina noreste del estadio, señaló directamente a los que consideraba culpables del descenso racinguista. Por desgracia, lo que no sabían es que en los años venideros la caída iba a ser aún mayor. El dedo de la afición se dirigió a los políticos autonómicos y a los Francisco Pernía, Jacobo Montalvo y Ahsan Alí Syed. «Gracias a todos por mandarnos a Segunda», decía una pancarta acompañada por los nombres de los susodichos.
El Racing perpetró una campaña vergonzosa y una segunda vuelta para llorar. Un balance de 27 puntos en 38 partidos y ni un solo triunfo desde que cruzó el ecuador. Así que el entonces técnico, Álvaro Cervera -el tercero del curso tras Héctor Cúper y Juanjo González-, se marchó con un pésimo balance de tres puntos -tres empates- de 39 posibles. Todo después de bajarse del autobús -literalmente- del Recreativo para cumplir su sueño de entrenar al equipo de su vida. En realidad fue una pesadilla para él, con ingreso incluido en Valdecilla por «una leve taquicardia» fruto de la tensión. «No he sabido estar a la altura de un Primera», dijo en su última rueda de prensa el cántabro, que temporadas después dejaría al Racing sin ascenso a Segunda con el Cádiz y se convertiría en un mito en el club amarillo.
Aunque aún no era consciente del descalabro institucional que estaba por venir, el racinguismo ya había comenzado a moverse en busca de la liberación del club. Antes del encuentro, la Agrupación Unificada de Pequeños Accionistas presentó un Consejo de Administración para tratar de tomar el control del club. Una directiva que postulaba entre sus miembros al entrenador José Antonio Saro, el exfutbolista Tuto Sañudo, el abogado Javier Noriega y el entonces presidente de las peñas verdiblancas, Bernardo Colsa. Al acto acudieron unas 300 personas, con bufandas serigrafiadas para la ocasión, bajo el lema '¡Fuera chorizos!' y al grito de «¡Pernía muérete!», los asistentes posaron debajo de una gran pancarta en la que se podía leer: 'Nosotros somos el Racing'.
44temporadas enPrimera.
35
12temporadas en la tercera categoría del fútbol español, con sus diferentes estructuras y denominaciones (cuatro en Tercera División, siete en Segunda B y una en Primera RFEF).
El club estaba en ese momento bajo el mandato de los administradores concursales. Francisco Pernía había dimitido en octubre del año anterior, pero aún conservaba los palos para manejar los hilos de la marioneta. Y el supuesto propietario, Ahsan Alí Syed, en paradero desconocido. O casi, porque su sombra apareció días después, el 20 de mayo, en la Junta de Accionistas, para dar respaldo a un nuevo Consejo de Administración liderado por Ángel 'Harry' Lavín. Ese señor que junto a Francisco Pernía ha sido condenado a entrar en prisión y anda peleando por no entrar en el trullo.
Una vez llegados a esta parte del texto, ya pueden seguir disfrutando del ascenso. Pero no está de más recordar los episodios más turbios de la tumultuosa reciente historia racinguista para impedir que se vuelvan a repetir. Hace diez años que el Racing disputó su último partido en Primera División, esa categoría que fundó y en la que ha pasado 44 años de los 109 de su historia -la Liga tiene 93). En el mejor de los escenarios podría estar a poco más de un año de volver a estar entre los mejores. Es utópico, pero después de todo lo vivido, ahora no estamos tan mal.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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