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Más de cien partidos en Primera División. Otra centena de ellos en Segunda y un par de temporadas en el extranjero: Bulgaria y Grecia. Para Antonio Tomás (Cartes, 1985), el fútbol tiene pocas sorpresas, aunque quizás esté viviendo una más. «No esperaba estar así. Sabía ... que iba a ser un año difícil, pero...». Es la voz de un vestuario que «está más unido que nunca», pero que sufre. La presión le supera, la irregularidad está en una continua riña con la ilusión de una afición que llama a los jugadores «mercenarios». El cántabro evita pensar más allá del domingo, admite que «los únicos responsables de esto son los futbolistas» y al igual que el entrenador y que cualquiera al que se le pregunta, no sabe «qué es lo que le pasa al Racing que un día gana y otro pierde». Disculpa a Ángel Viadero, pero señala que la llegada de Pouso «ha hecho cambiar algo». Es uno de los 'gallos' de una plantilla que se diluye como un azucarillo «al menor mazazo». Aún así, «la clasificación es la que es y nada está perdido. Está en nuestra mano mejorar y cambiarlo. Depende de nosotros».
-Se acaba una semana de esas en la que a los jugadores se les ve irse al vestuario con la cabeza gacha, ¿no es verdad?
-Siempre que se pierde es una semana difícil. Lo que no hay que hacer nunca es agachar la cabeza. Todo lo contrario, es cuando más hay que esforzarse y ser fuerte. Claro que es complicado, pero es nuestro trabajo. Es el fútbol.
-¿Es la peor semana desde que llegó a Santander?
-Sinceramente no creo que estemos en la clasificación, que es lo que realmente importa, mucho peor que hace un mes. La distancia con el líder es la misma. Lo que sí ha cambiado es el ambiente, que es más hostil.
-¿Cómo se le queda el cuerpo a un jugador cuando escucha los pitos de la afición y los gritos de 'mercenarios'?
-Esto es un poco culpa de todos. Cuando no ganas las dudas aumentan y nosotros no ganamos. Es bastante jodido que te chillen y te silben. Yo personalmente respeto lo que haga la gente, tiene todo el derecho a hacer lo que quiera, pero yo no silbaría ni insultaría a nadie. Yo para insultar me quedaría en casa. Vendría a animar, pero repito que cada uno puede hacer lo que le dé la gana. Entiendo que después de tres años en Segunda B la afición esté cansada y enfadada, es normal, pero necesitamos estar juntos porque el Racing sin su afición no es nada. Lo de mercenarios no es justo. Nosotros somos los primeros que queremos que salga bien. Yo le aseguro que los que estamos en el Racing es porque queremos estar, no es por otra cosa.
-¿Le sorprende la temporada que está viviendo? ¿Se esperaba un año como este en su regreso a Santander?
-Para mí sí fue una sorpresa que en la tercera jornada, cuando perdimos con el Mirandés, ya se notara una crispación enorme. ¡Uy! Ahí vi que el ambiente era difícil, pero esto es el Racing y punto.
-¿Pero qué es lo que le pasa a este equipo que un día gana bien y al siguiente pierde con estrépito?
-Realmente no lo sé. No sé qué es lo que le ocurre. Lo preguntamos en la caseta y no sabemos qué es. Hemos perdido muchos partidos que podíamos haber ganado fácilmente y no lo hicimos. Si pierdes, las dudas aumentan. Otros partidos que pudimos ganar por 4 a 0 y al final acabamos perdiendo o ganando muy justos. Hemos sido muy irregulares y nuestro juego ha sido malo. La sensación ha sido mala y es normal.
-Desde la grada la sensación que da es que a este equipo le falta personalidad...
-Ni mucho menos. La tiene y bastante. Yo hablo por mí, pero creo que también por mis compañeros. La presión, el ambiente sí que atenaza al equipo, pero estamos en el mejor momento para remdiarlo. Abajo en el campo las cosas se ven de otra manera.
-Hay quien dice que el partido del pasado domingo fue de los peores que se recuerdan, ¿cómo se puede ganar 4 a 1 y a los siete días ser otro equipo distinto?
-Jugamos mal. El rival fue superior pero no se nos olvidó jugar al fútbol. Ellos estuvieron más intensos y acertaron en las segundas jugadas. Pudimos hacer más, pero no lo hicimos.
-La afición de capa caída, los jugadores no pasan por su mejor momento. Se cambió a un entrenador y el resultado no ha sido mejor, ¿qué le parece todo esto?
-Cuando se cambia a un entrenador es porque la cosa no va bien. De momento lo que se puede decir es que el culpable no era Ángel (Viadero). Nosotros somos los responsables. No se puede echar a 25 jugadores y siempre paga el entrenador. Eso sería más fácil, pero el fútbol depende de los jugadores, en lo bueno y lo malo y por eso creo que somos los únicos responsables de lo que pasó.
-Ha llegado Carlos Pouso y ha conseguido siete puntos de los quince últimos, ¿ha mejorado algo?
-Es verdad que en el vestuario hay más alegría, ha cambiado la forma de entrenar, es muy diferente. Es un tío que habla muy directo y sin pelos en la lengua y eso se agradece. Creo que le puede venir bien el cambio. Lo de si ha llegado tarde o no, sólo el tiempo lo dirá. Ya veremos. Todo puede pasar, queda tiempo y repito que los futbolistas somos los que tenemos que sacar esto adelante. El entrenador será el primero que quiere que cambie y se esforzará en hacer todo lo mejor que sepa y pueda, pero si luego nosotros no estamos a la altura... Creo que estamos a tiempo, pero no podemos pensar más que en mejorar.
-El Racing ha pasado por tantas situaciones difíciles, tantas temporadas al borde del descenso que en la grada ya se conocen el escenario. Cuando las cosas salen mal, la gente mira a su alrededor ¿Dónde mira cada uno de los que integran este vestuario?
-No es verdad que cada uno miremos para un lado. Afortunadamente este vestuario está muy unido y nos hace falta estar bien con la afición. Eso es vital.
-¿Da miedo jugar en El Sardinero?
-Para mí es un placer. Jugar en mi casa es un orgullo y yo puedo hablar por mí. No sé qué será para los demás, pero puedo entender que parecido. Es un estadio en el que todo el mundo querría jugar.
-Entonces, ¿por qué le cuesta a este Racing ganar tanto con todo a favor?
-Es evidente que teníamos que haber ganado mucho más. Somos el Racing y hemos perdido muchos partidos. Ese deseo de agradar hay veces que intimida y al menor mazazo no remontamos y acabamos perdiendo. Cometemos errores, pero hay muchas cosas que hacemos bien y esas son las que debemos potenciar. Esas son las que nos pueden llevar a mejorar.
-Tanto mirar para arriba se han acercado los de abajo...
-No podemos mirar para abajo. A mi la clasificación me la cuentan los chavales porque no la miro. No puedes hacer nada. Si pensamos en que nos pueden coger nos cogerán.
-Después de 29 partidos ya podrá apuntar quiénes son los verdaderos rivales del Racing, ¿o no?
-El propio Racing. Por otro lado sí que veo bien a los filiales, Sporting y Real Sociedad; al Mirandés que ya lo sabíamos desde el principio y yo metería al Logroñés, que me gustó mucho. Pero me da igual, si no ganamos los rivales serán todos.
-Quedan nueve partidos, ¿se mete el Racing en el play off o no?
-No quiero hablar de lo que puede pasar. Somos el Racing y cada rival que juega contra nosotros sale a mil. No es una excusa, yo lo haría si fuera un jugador rival. Tenemos futbolistas como para quedar primeros y hay tiempo. Hoy mismo estamos jodidos deportiva y socialmente, pero sólo nosotros lo podemos cambiar. Sólo existe una manera de cambiarlo todo, ganando.
-Después de dos años jugando en el Grupo I, ¿el cambio al Grupo II le ha hecho daño al Racing?
-Yo jugué en este grupo cuando tenía 17 o 18 años. Sabíamos que aquí juegan muy directos y priman el físico. A veces el Racing debería jugar así y adaptarse. Deberíamos ganar más duelos, ser más fuertes y ganaríamos más partidos.
-Usted ha jugado en el Deportivo de la Coruña, Zaragoza, Numancia, Bulgaria, Grecia... Le ha pasado alguna vez ser el favorito y no responder a las expectativas y, en cambio, no contar para nadie y superar los pronósticos?
-La tercera temporada en el Dépor bajamos con 43 puntos y éramos un equipo para estar cerca de Europa. Sin embargo, con el Numancia pensábamos estar abajo y acabamos novenos. Hay veces que eso ocurre.
-Y usted, ¿cómo valora su temporada hasta el momento?
-Creo que durante la primera vuelta, excepto la sanción, sí estuve bien, al margen de las lesiones. Sí es cierto que en la segunda estoy más irregular. Espero estar mejor al final de temporada. Estamos todos a tiempo de que todo acabe bien.
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