El desencuentro entre el técnico y el director deportivo

Antes de la sesión de este martes, Molina aguardaba en la puerta del garaje de las Instalaciones Nando Yosu donde los jardineros guardan sus útiles de trabajo. La plantilla, entre la revisión del vídeo del último choque y el paso por el gimnasio, se demoró casi una hora en pisar el césped. El cuerpo técnico salió del vestuario en primer lugar. Cristóbal saludó al director deportivo. Este, que hablaba por teléfono en ese momento, respondió con un gesto con la cabeza. Ambos, educados. Pero, hasta ahí. Molina no se acercó en ningún momento al banquillo, como ha hecho en otras ocasiones. Pasó un rato en la grada y volvió de nuevo al garaje, donde charló con algunos de los futbolistas que abandonaban el césped al término del trabajo.

La sesión del viernes había dejado un buen ambiente en La Albericia. Abierta al público, futbolistas y técnicos disfrutaron con el cariño de los aficionados que respondieron a la apertura del búnker racinguista. Pero ya dentro del edificio, mientras los jugadores se duchaban antes de marcharse a sus casas, los diferentes pareceres entre jefe y subordinado salieron a la luz en forma de erupción. Una fuerte discusión que no fue ajena a los futbolistas allí presentes.

El míster tardó más que de costumbre en hacer pública la convocatoria. Una citación que traía como principal novedad la inclusión del jugador del filial Tresaco y la ausencia de miembros de la primera plantilla como Nuha, Barral, Cayarga y Óscar Gil.

Cristóbal llegó puntual a la rueda de prensa. Cordial como siempre con los periodistas, cuando arrancaron las preguntas su talante fue distinto. Cuestionado por el estreno ese mismo día de Manu Hernando, el cordobés dio a entender que la incorporación no le colmaba de felicidad: «Es un chico que llega del Castilla. Viene a fomentar la competencia en la plantilla. Lo conozco. Sé qué jugador es, sus condiciones y sus características, pero acaba de llegar y tenemos un partido a la vuelta de la esquina y me gustaría centrarme en eso». Para todo lo demás, «solicitad hablar con el director deportivo y que él os aclare».

'Motu propio', se saltó en parte la directriz de Molina de esconder la citación. «No suelo decir nada de la convocatoria, pero para que no pase como el otro día, que hablamos de un jugador y luego resulta que os lo encontráis en la convocatoria, que sepáis que Rafa Tresaco va con el primer equipo. No me gusta hacer que digáis cosas que no son», explicó el míster.

Además, de forma sincera, mostró con estilo una opinión contraria a otra de las medidas más impopulares del director deportivo: la de cerrar los entrenamientos al público. «Estamos muy agradecidos al apoyo de la afición. No queremos perder ese apoyo. De vez en cuando, para que la gente, niños, aficionados, socios puedan ver a su equipo, tampoco es una cosa que no se pueda hacer», respondió el técnico a la pregunta sobre si repetiría la experiencia del pasado viernes.

Llegó el partido del sábado en Anduva y la gestión de los cambios por parte de Cristóbal supuso un claro mensaje a la dirección deportiva. En un choque que no pasará a la historia por la actuación verdiblanca, hasta el minuto 82 no realizó el primer cambio. Tresaco sustituyó a un Jon Ander que no era titular desde hacía diez meses. Las otras dos sustituciones las gastó para perder tiempo. De forma casi testimonial. En el minuto 89 y en el 90. A buen entendedor...