Los despidos del Racing deben llegar antes del 30 de junio para no afectar al límite salarial

Maniatado por las exigencias de LaLiga para la designación del límite salarial de cara a la próxima temporada, el club cántabro debe aligerar lastre y le conviene hacerlo durante estos días, antes del próximo domingo –o viernes, por motivos burocráticos– para que cualquier despido y su consecuente indemnización no empeoren las previsiones económicas verdiblancas para componer un equipo lo suficientemente competitivo como para, al menos, asentarse en el fútbol profesional. El club trabaja para tener al menos cuatro millones de euros de presupuesto para la plantilla y cada euro –ya sea en forma de gasto o ingreso–, cuenta.

En principio y salvo que alguna cláusula en los contratos diga lo contrario, son dos los futbolistas que terminan su etapa como racinguistas. Es el caso de Dani Segovia y Rafa de Vicente. Dos jugadores que apenas han contado en la segunda mitad de la competición y que no parece que el Racing vaya a hacer ningún tipo de esfuerzo por retenerles.

A ellos se les unen los cuatro cedidos: Redru, Nico Hidalgo, Noguera y Enzo Lombardo. El míster, Iván Ania, ya dejó entrever su deseo de poder contar con los tres últimos para la próxima temporada. «Han rendido a un altísimo nivel y han sido titulares indiscutibles mientras ha durado la cesión», afirmó el asturiano. El granadino tiene un año más con el Cádiz y un acuerdo entre las partes podría provocar su continuidad, ya que en el Carranza no tienen especial interés porque siga. El madrileño vuelve al Numancia. Ya se verá. Y el francés, recién renovado por el Mallorca hasta 2023, es una de las debilidades de Chuti Molina, pero dependerá de lo que decida el club balear. Lógicamente, el ascenso a Primera abre más puertas a una permanencia del francés en Santander.

Jugadores como Óscar Gil, Mario Ortiz, Barral y Kitoko han prorrogado sus contratos con la consecución del ascenso. Así que se unen a los siguientes, a los que tienen permanencia en vigor. Incluido un César Díaz que, aunque cedido al Castellón en sus últimos meses como verdiblanco, el ascenso le ofrece una nueva oportunidad en forma de renovación automática. A ellos habrá que añadirle a los Tresaco y Gándara, con contrato profesional, y los que vuelven tras sus respectivas cesiones: Soberón y Javi Cobo. Veinte futbolistas en total que, junto con los canteranos que entren en el casting, están, a priori, llamados a volver el próximo 8 de julio.

Pero tener contrato no asegura su continuidad a nadie. Ni siquiera a esos jugadores que han renovado automáticamente su vinculación tras el ascenso. Porque es probable que César Díaz, pese a su deseo de permanecer en el Racing, no entre en los planes del club después de ser cedido al Castellón el pasado mes de enero.Y pese a su buen rendimiento enCastalia. Quique Rivero –con un año más de contrato– apenas ha contado durante la segunda vuelta de la competición.

Los regresados Soberón y Javi Cobo, así como Gándara, que ha estado en el filial tras su lesión, probablemente tendrá que buscar otro sitio –ya sea como cesión, como traspaso o despido– para seguir sumando minutos. Tresaco seguramente baje algún escalón tras su fallida experiencia inesperada con el primer equipo y un jugador como Kitoko lo tendrá complicado, pese a tener aún contrato, después de una aciaga temporada en Segunda B a causa de las lesiones.

Si Molina decide reforzar la portería –algo para lo que ya trabaja–, también tendrá que abrir la puerta de salida. Habrá que ver la confianza que tiene en Iván Crespo para Segunda División y si Zárraga, que apenas ha contado esta temporada, pese a que el director deportivo dice que es una apuesta de futuro, tiene suficiente nivel como para formar parte de la plantilla. Por su juventud, una cesión es viable, aunque aún tiene tres años más de contrato.

Todo lo demás entraría dentro de las posibles sorpresas. Desde un Jon Ander que se recupera de la rotura de ligamento cruzado tras cumplir con creces en Segunda B; pasando por jugadores como Óscar Gil, Olaortua, Cayarga o Julen Castañeda;a priori fijos como Mario Ortiz o jugadores con un alto salario –y por lo tanto también una prohibitiva indemnización– como Figueras, Cejudo y Barral. También existe la posibilidad de tratar de hacer dinero con jugadores vendibles como Buñuel o Sergio Ruiz, aunque eso supondría, lógicamente, debilitar el equipo en favor del capítulo económico.

LaLiga permite 25 licencias por plantilla y sin hándicap de edad, como en Segunda B. Sin embargo, el Racing debe subir el nivel si quiere, como mínimo, mantenerse en el fútbol profesional. Así que se acercan salidas. Unas cuantas. Chuti Molina ya ha demostrado que, con el respaldo de sus patrones, no le ha temblado la mano cuando ha tenido que entregar la carta de salida unilateral.

En este aspecto tendrá que valorar también las nóminas de los jugadores. Caso por caso. Porque algunos tenían ya apalabrada una subida de sueldo si el equipo subía a Segunda y los emolumentos de otros crecerán de forma automática, ya que la categoría exige un mínimo de aproximadamente 80.000 euros anuales de salario a los futbolistas.

No hay tiempo que perder. El equipo volverá al trabajo el 8 de julio y para entonces Iván Ania querrá ir contando con un boceto de la que será su plantilla, pese a que quedarán aún prácticamente dos meses de mercado de fichajes. El campeonato arranca el 18 de agosto –o el 16 con el partido de los viernes– y el asturiano querrá ser lo más competitivo posible para el inicio de la Liga. Antes ya se han fijado dos partidos amistosos frente a rivales de Primera División.