Chuti Molina: «Va a ser muy difícil que este equipo no ascienda»

-Estamos serenos. Todo va bien, pero no nos podemos dormir ni conformar. La mejor noticia es la normalidad en el día a día del Racing. La afición se merece un año sereno. No podemos equivocar el objetivo. Tenemos que marcarnos metas a corto plazo. Hay que quedar campeón. Le tenemos que dar normalidad a las victorias, porque con el Racing en Segunda B no puede ser de otra forma.

-Con el Racing en Segunda B, aquí nadie puede estirar el cuello. Simplemente estamos cumpliendo con las expectativas. Estamos siendo un equipo humilde pero ambicioso. En todas las parcelas del club, nadie está echando las campanas al vuelo. Tenemos que pisar suelo porque el Racing está en Segunda B. Hay que luchar por subir a Segunda y por reestructurar el equipo en el fútbol profesional.

-El Barakaldo está a tres puntos. Y el Mirandés, a seis. Tampoco hay que volverse locos. Estamos en unos números interesantes. En un momento dado, la Copa nos ha restado algún punto, pero creo que ha merecido la pena. De aquí a Navidad tenemos que hacer los máximos e intentar que esos puntos nos den un poco de tranquilidad. Y que no vayamos con esa presión añadida de tener que ganar en todos los campos. El otro día le vino muy bien al equipo salir al terreno de juego sabiendo que los demás rivales habían perdido. Y este grupo, que es extraordinario a nivel humano, lo agradece.

-No. Aquí los únicos que tenemos que estar serenos somos los que estamos al frente de la parcela deportiva. Y del club, en general. La afición tiene que disfrutar del día a día, porque se lo merece. Lo viven, porque lo han sufrido. A partir de ahí, los jugadores, el cuerpo técnico, el club... Todos tenemos que seguir trabajando para estar preparados para el primer objetivo, que es ser campeón. Tenemos que luchar esa primera plaza, con el fin de tener dos oportunidades en el play off. Y luego, estar preparados para esa final, si somos campeones, y si no, para ese play off a varias eliminatorias. Yo, conociendo al cuerpo técnico y a los jugadores, puedo anticipar que el equipo estará preparado de una forma serena, tanto a nivel mental y física. Lucharemos, venderemos cara la derrota y va a ser muy difícil que este equipo no ascienda. No quiero parecer pedante, pero tenemos que mirar cara a cara al objetivo.

-En la plantilla, empezamos a sumar ascensos de Segunda a Primera y años en Primera, y tenemos jugadores que superan a los nombres que has citado. Nosotros tenemos a jugadores que están por encima de la categoría hoy por hoy. Pero tenemos jugadores jóvenes que van a jugar muchos años en Primera División. Conjugar el hambre que tienen los más veteranos con la gente joven hace que, todo gracias a un entrenador extraordinario, tengamos la fórmula para poder llegar a cotas mayores en un Racing en Segunda y pretender, en Segunda, con un debido tiempo, aspirar a más cosas. A buen jugador, lo pones en manos del entrenador equivocado y resulta malísimo. Y a la inversa. Tenemos que conjugar un grupo como el que hay con un entrenador que tienen algo en común: el hambre por tener éxito. Eso en un marco como el del Racing es extraordinario. La afición, el club, la propiedad, el Consejo de Administración... Se conjuga una ilusión, unas ganas de hacer las cosas bien y sobre todo lo bien que estamos trabajando. Lo tranquilos, lo serenos. Yo estoy acostumbrado a tener presión. He estado en sitios donde ha sido muy difícil trabajar y a mí no me puede la presión. Estoy acostumbrado a que me maten en la prensa: a que hablen mal de mí, mientan de mí, y yo no voy a cambiar mi comportamiento. Voy a ser siempre el mismo. Y también tengo claro que tengo caducidad en el Racing. Sería un caso excepcional que el director deportivo durase años. Me gustaría ser una excepción. Me gustaría quedarme aquí el resto del tiempo que pueda trabajar. Sería maravilloso, muy buena señal. Pero entiendo que la fórmula en el fútbol es ganar, ganar y ganar. Vamos a trabajar en el día a día. Vamos a hacer las cosas con criterio, no nos vamos a volver locos. La mejor medicina para este Racing es la normalidad en el día a día.

-Mucho. Iván Ania es un entrenador muy inteligente. Los entrenadores, en general, cuando ganan cinco partidos seguidos se crecen, porque son humanos. Cuando pierden se hacen pequeñitos. Pero para eso estamos la gente que tenemos cierta experiencia, para reforzar en los malos momentos y decir la realidad de las cosas. Yo lo que no puedo hacer es que vean en mí una persona que no les aporta confianza. Porque a mí, en este caso, con la dirección general y con el Consejo de Administración lo que me aportan es total confianza. En las relaciones humanas no puedes dudar. Eso hace que las personas den lo máximo. Y te refuerce simplemente con la presencia, con el comportamiento, con la normalidad, el orden. Porque no permitimos que haya ningún desorden. Y eso, es como en casa con los hijos. Si los hijos ven desorden, hay un comportamiento que tú luego no puedes frenar. Trasladando el ejemplo, si los jugadores ven orden, ellos saben hasta dónde pueden medir. Saben cuál es su comportamiento. Lo más importante en un club de fútbol es que cada uno toque un instrumento. El que le corresponda y que lo toque bien. Y que uno no acapare muchos instrumentos, porque al final no hace nada bien. Que cada uno aporte su experiencia en la parcela que corresponde.

-Estoy convencido de que ciertos jugadores podrían haber seguido aquí, porque tenían calidad para hacerlo, pero creo que estaban al final de una etapa. Por la situación, por los años y por los acontecimientos de la última temporada, estaban condicionados. Era mucho mejor empezar de cero. Obviamente el carácter de Iván Crespo yo no lo cambio por nadie. Es un jugador magnífico y una persona íntegra. Cuando hablamos del liderazgo de ciertos jugadores, hay que darles el paso. Tenemos que dar importancia a ciertos jugadores por si quedan el ambiente y roles inadecuados de otros años. Que Sergio, Julen, Jordi... suban a hablar conmigo en las reuniones periódicas que tenemos con los capitanes le da experiencia y liderazgo al equipo. Con otros jugadores, ese liderazgo no sería el mismo. Hay que darle la importancia adecuada a cada jugador y su dimensión. Y eso hace que el Racing crezca. Creo que algunos jugadores ya habían agotado esos roles dentro del club.

-Que estamos en Segunda B. Con esta afición. Me duele que este club esté ahí. Pero es la realidad. Son las circunstancias. Entiendo por lo que han pasado, que ha estado al borde de la desaparición y es una bendición que el racinguismo se haya unido para salvar este club, porque este sentimiento no es normal. Es comparable a muy pocos sitios en España.

-Ahora mismo los jugadores del Racing son los mejores. Tengo la mejor plantilla que puede haber en el mundo. ¿Vamos a fichar un delantero? Depende. Por qué voy a hacer un desprecio a mis jugadores. Ahora mismo el ambiente del equipo es extraordinario. Vamos a ver qué pasa. En el mundo del fútbol hay situaciones que se generan. Jugadores que no juegan, jugadores que no quieren estar, jugadores que entienden que tienen que ser titulares y piden marcharse. Yo no sé de aquí al final del mercado si algún jugador me va a pedir salir. Hoy por hoy, tengo la mejor plantilla que puedo tener, porque son mis jugadores y a mis jugadores les defiendo y les apoyo. Cuando empiece el mercado y se vea lo que podemos traer y lo que no podemos traer, obraremos en consecuencia. No nos cerramos en nada, porque tampoco puedo ser tan hipócrita de decir que no estoy viendo el mercado.

-Estamos dispuestos a hacer un esfuerzo económico, pero no podemos malgastar el dinero. Calibré lo que tenía, lo que necesitábamos para el primer tramo de Liga, el rol de cada uno de los jugadores y valoré que prefería quedarme como estoy. Incorporar por incorporar... No vamos a hacer un gasto inútil. Ahora bien, cuando vayamos a por un jugador, iremos a por todas. Un jugador que nos aporte, que nos dé esa tranquilidad. En el puesto de delantero centro o en cualquiera. Para que venga y no marque diferencias, no vendrá. Y para que nos pidan 300.000 como nos pidió un delantero que fichó en Segunda B, que no tuve opción ni a ficharlo, no quiso ni hablar conmigo, hay que conformarse. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Creo que ahora ese delantero sí vendría, porque ha visto lo que es el Racing: el día a día, cómo se cobra aquí, qué seriedad hay...

-Teníamos muy claro el tipo de plantilla que queríamos. Contamos o no contamos en base al rendimiento. Ahí están los números, minutaje, goles, asistencias. Todo el mundo sabe el rendimiento de cada jugador. Decimos con los que contamos o no contamos y el club adopta una decisión en base a las negociaciones de rescisión de contrato o la parte laboral. En la parcela deportiva sí puedo decir con quién cuento y con quién no cuento. Es la política que estamos siguiendo. Está claro que sí condiciona la confección del equipo, porque aquí hay una norma que son 16 fichas de profesionales. Por ejemplo, en el caso de Raúl, te quitaba muchas opciones con un jugador de campo. Hemos tenido la suerte de que jugadores jóvenes como Chus Puras o jugadores del filial o con ficha sub-23 estén dando un nivel altísimo. Pero quitar un jugador el año pasado, en las últimas jornadas, era desastroso. Era duro que con las lesiones que siempre hay, cuando no tienes el cupo de jugadores de campo disponibles, te quedas cojo en muchas posiciones. Y eso hace que para el entrenador sea complicado confeccionar un equipo con tantas bajas.

-En absoluto. Tenemos un patrimonio con Jagoba espectacular. Es lo que justamente quería: un jugador en formación, unas capacidades extraordinarias... Y el racinguismo verá lo que es Jagoba. Creo que me he merecido, en el tiempo que llevo aquí, la duda, porque ahí está lo que estamos haciendo. Estos cuatro meses hacen que si yo digo que este jugador es muy interesante, la gente me crea. Si vienen todos los días a La Albericia, lo pueden comprobar. Jagoba va a ser un jugador importante en el Racing. Acordaos de estas palabras. No quiero ser ventajista. Las digo ahora.

-Cuando Víctor Alonso me explicó el proyecto y luego me reuní con la propiedad y con Manolo Higuera, yo lo que quería era hacer un club bonito. Optimizar. Un club innovador. Me da envidia cuando veo clubes que suben como la espuma y es porque se ha dejado trabajar. He estado en equipos en los cuales para fichar a un jugador tardabas quince días. Porque el dueño estaba de viaje, porque había que contar con el primo, la hermana... Y era un desastre. No había inmediatez. No podías sorprender. Y luego los mandos intermedios en los clubes, donde gente tiene interés por trabajar y te imponen unas normas estúpidas y hacen que no puedas hacer una plantilla a tu antojo y que estés sujeto a contratos, a historias, a lo que es el fútbol. Aquí tanto Alfredo -Pérez- como Pedro -Ortiz- me dijeron: 'Tienes tu parcela, tienes total libertad'. Dentro de un orden, dando explicaciones, porque a la gente que se gasta el dinero tienes que darle explicaciones. Pero te dan una libertad a la hora de trabajar que yo no he tenido nunca. El bajar a Segunda B ha sido mi apuesta. He venido al Racing, un club grandísimo, pero bajar a Segunda B a mí me ha costado. Creo que ya puedo decir que ha merecido la pena. Esa confianza que te trasladan en todos los aspectos del club, hace que mi responsabilidad sea inmensa. Cuando veo que 2.000 personas van a ver al Barakaldo, cuando veo que otras 2.000 van a Gijón... Ahí te das cuenta de la dimensión y de la responsabilidad que tienes. Eso hace que le eches valor, seas muy minucioso y te emplees a fondo. Esa grada de los Campos de Sport me emociona, no lo puedo remediar. Hace que el equipo vuele y dé lo máximo. Es nuestro patrimonio. Eso es el racinguismo. Me dicen que la grada está más emocionada que cuando estaba en Primera. He estado en momentos claves de equipos de fútbol y desde la época del 'Queso Mecánico', que fue un antes y un después en el Albacete, presiento que es eso. Aquella gente estuvo a la altura. Cogieron un equipo en Segunda B y en tres o cuatro años estaban en puertas de jugar la UEFA. ¿Seremos nosotros capaces de hacer eso, de hacer un Racing histórico? Lo vamos a luchar, porque esa gente se lo merece.

-¿Por qué no? Lo siento por Quique Setién. Se creó un ambiente precioso alrededor de ese partido. Creo que Quique se fue muy contento de su Racing. Canales también. El Betis también. Pero si se piensan que vamos a regalar el partido... Lo vamos a luchar, porque salir al campo en el Benito Villamarín con ese estadio. Casi seguro va a ser un día de fiesta. Puede haber 50 o 60.000 personas allí. Puede ser muy especial para el racinguismo. No podemos regalar nada. Como tenemos plantilla y tenemos entrenador que va a saber plantear el partido, van a tener que correr para ganarnos.

-La salida de Guillermo Fernández Romo como responsable de la cantera, ¿ha sido su mayor decepción?

-Tenemos que pensar que los profesionales tienen anhelos. Estaba muy contento con el trabajo que hizo durante mes y medio, pidió permiso, se lo dimos. El que no quiere estar en el Racing no puede estar en el Racing. No fue lo óptimo pero fue lo más justo. No hay mal que por bien no venga. Estamos contentísimos con Justo y estamos en un periodo de formación, captando ideas para rectificar y mejorar.

-Es muy positivo. La instalación de La Albericia necesitaba un desahogo. El año pasado vi más de tres partidos en La Albericia y no habría más de cien personas. Creo que hemos multiplicado por cinco la asistencia del filial y la instalación es magnífica. No es lo ideal, pero es una solución adecuada.