«Me dijeron que había dos objetivos: estar en la Pro y sacar chavales. Se ha conseguido»

El de Ondarroa fue claro cuando se le preguntó por esas valoraciones: «Al final, cuando se puso en marcha este proyecto había dos objetivos, que eran: estar en la Pro y sacar a los chavales de la cantera. Y creo que los hemos conseguido». Fue claro y tajante. No dijo nada del ascenso, pese a que se le preguntó explícitamente por si nadie del club le dijo que el ascenso era prioritario. No añadió más. Hasta ahí.

A partir de ese momento, el míster cambió de tercio. «Me siento orgulloso de la gente que va dando pasos, que se van asentando en el primer equipo y que va dando pasos como jugadores. Hoy también el resultado nos tapa un poco todo», señaló. Hizo varios guiños a su plantilla, a la gente del club y a lo que le ha acompañado durante estos cinco meses.

Solabarrieta se mostró «satisfecho», aunque reconoció que «nos hubiera gustado quedar entre los tres primeros y nos quedamos a dos puntos, Fue un golpe porque veníamos de hacer las cosas bien». El entrenador recordó que «ya no siendo el mejor equipo de nuestra liga sino de toda la Segunda B. Creo que hay que darle valor y aún así no nos ha dado», recordó.

Solabarrieta dio paso al futuro: «Ahora viene otro proyecto, con otras ideas, personas y desearles lo mejor».

El técnico repitió cómo fueron los primeros días en el Racing. «Yo cuando llegué aquí, el primer día, en El Sardinero, tuvimos una reunión la dirección deportiva; estaba José Mari, estaba Pedro y estaba el vicepresidente del club. Y en ese momento él habló y me dijo cómo y con quién tenía que jugar. En una conversación que estuvimos allí. Ahí te vas dando cuenta de todo lo que significa el Racing. En todos los sentidos». No quiso decir más, ni aclarar quién fue el que le dijo realmente cómo y con quien debía jugar, pero realmente se hizo el silencio en la rueda de prensa.

Continuó con su balance y de nuevo volvió a ser claro. «Y es verdad que yo tengo diez días nefastos. Pierdo los tres primeros partidos y estoy crucificado. Creo que a partir de ese día no tengo más margen», exclamó con contundencia, sin embargo, Solabarrieta lo entendió con normalidad. «Es normal, esto es fútbol. Aquí si se gana eres muy bueno y si no eres muy malo». Y punto.

Al no hablar en ningún momento del ascenso, el míster volvió a ser preguntado por los objetivos y retiró lo dicho. «Igual no he sido claro del todo. El objetivo era estar en la Pro y un proyecto de cantera como el que se ha hecho», volvió a repetir. Nada del ascenso, ni por aquí ni por allá.

Tampoco quiso explicar si el que le dijo cómo y con quién debía jugar era el vicepresidente o la dirección deportiva. «He dicho lo que tenía que decir. Ahí me di cuenta de todo lo que conlleva este club». Las dudas no se disiparon.

La última parte de su comparecencia sirvió para dar las gracias. «Ahora bien, estoy súper agradecido y súper orgulloso de poder haber entrenado a este club. Súper orgulloso de poder haber trabajado y conocido a la gente buena que he conocido en este club. Personas trabajadoras, leales y buenos trabajadores. Me siento orgulloso y voy a llevarlo siempre conmigo porque he sido afortunado de poder entrenar a estos jugadores». Solabarrieta volvió a incidir en que «en momentos que hemos estado francamente mal ha sido una maravilla el poder ir a entrenar a La Albericia». Para terminar, quiso dar las gracias «a esa gente y desearle lo mejor al club». Eso sí, lanzó un mensaje. «Va a venir un entrenador y ojalá le vayan las cosas bien desde el principio: eso ayudará a que el ambiente este más tranquilo y se pueda trabajar de otra forma».

Finalmente, acabó recordando que conviene que las cosas estén claras. «El club claro que tiene mimbres, pero hay que saber qué proyecto y hacia dónde se quiere enfocar. Hay que tener claro el camino o más o menos saber hacia donde se va».