Los goles que entran por los que salen

El técnico asturiano quiere volver a ver a su Racing, al que maravilló en la primera vuelta, y para ello volvió a apostar, en gran medida, por los hombres que fueron habituales entonces. Así, en el Carlos Belmonte sacó una alineación bastante reconocible, con la presencia de Javi Castro en lugar de Manu Hernando en el centro de la zaga; la elección de Saúl García para el lateral izquierdo y Karrikaburu en la delantera, en detrimento de Arana, como notas más destacadas.

Pero ni parón navideño ni 'Ay, qué bien lo hicimos contra el Celta'. Dos minutos. Dos. Eso tardó el Albacete en marcar. Los mismos que llevaba el juvenil Kofane en el fútbol profesional. El primer balón que tocaba. Un centro de primera desde la izquierda, la zaga verdiblanca echando la siesta y el camerunés que remata, solo, en el segundo palo. Aún había que cómo funcionaba el equipo en ataque, pero atrás, año nuevo; mismos errores defensivos.

El Racing tomó la posesión. Qué remedio. Hacía falta bastante más que eso. Once minutos tardó el conjunto verdiblanco en contestar al sopapo. Una buena jugada colectiva verdiblanca finalizó con el balón en la derecha, donde Andrés Martín buscó el tiro al segundo palo, pero le salió demasiado centrado.

Pero vamos, que fue un pequeño momento de lucidez. El resto era impotencia. Falta de ideas, malos pases, controles defectuosos... Y el Albacete, con lo justo, llevaba más peligro que un Racing pobre. Michelin, al que ya se le estaba repitiendo Morci, se comió un caño de Agus Medina y el tiro del centrocampista lo apañó Ezkieta. Entonces sí, respondió sin dilación el cuadro cántabro. Karrikaburu, algo escorado, la pegó duro y Lizoain tapó bien para enviar a córner. El saque de esquina botado por Andrés Martín, muy cerrado, también obligó al meta a sacar los puños.

Y luego, el páramo. El conticinio futbolístico. El Racing no podía y al Albacete tampoco le hacía falta. Un tiro raso sin ángulo de Pablo Rodríguez que agarró Lizoain habrá que destacarla, porque visto el nivel. Pero también otro despiste de la zaga cántabra, incluido fallo de Ezkieta en la salida, que a punto estuvo de costar disgusto y sonrojo. José Alberto negaba con la cabeza para sí mismo.

Dio tiempo a buscar explicaciones a lo que le puede pasar al Racing. Pero, como es imposible llegar a una conclusión, mejor que dedicasen el tiempo a cosas más útiles como leer un libro, merendar, estar con la familia o incluso ir al servicio. En la grada, un pequeño ojeaba 'Dragones, raspar y colorear'. Buena elección, porque el partido, vaya tostón y vaya frustración para los visitantes. Hubo que esperar hasta el minuto 45 para cantar un 'uy'. Un centro cerrado de Michelin lo cabeceó Javi Castro en el segundo palo. Fuera. Y descanso. Con poca esperanza de que el intermedio fuese la panacea.

Llevaban un buen rato calentando en la banda, así que era de esperar que el descanso trajese cambios. Tres, nada menos. Arana, Mario García y el recién llegado Meseguer. Pablo Rodríguez, el amonestado Saúl García y Vencedor fueron los sustituidos.

Si alguien esperaba un Racing en tromba no lo iba a encontrar, pero sí un equipo algo más creíble. Fue el cuadro montañés el primero en intentarlo. Un flojo tiro de Karrikaburu, centrado, no complicó demasiado la vida a Lizoain. Sí le puso en algún aprieto más el medio centro medio tiro de Andrés Martín que tuvo que quitarse de encima el arquero.

Otra vez el Albacete, con casi nada, iba a ponerse cerca de marcar el dos a cero. Javi Rueda encontgró una autopista por la banda izquierda, se plantó en el área sin que nadie le tapase y su duro disparo lo desvió Ezkieta a saque de esquina.

Hace mes y medio que el ataque racinguista es Andrés Martín y poco más. El sevillano lo intentó con un fuerte y colocado tiro desde la frontal que no iba a encontrar portería. Pero ya era bastante más de lo que había hecho el equipo de José Alberto en toda la primera mitad.

Los laterales verdiblancos se personaron poco en el área rival. Cuando lo hizo Michelin, ya pasada la hora de encuentro, lo hizo con peligro. Pero el tiro del francés se estrelló en el portero, que tapó bien el primer palo. El partido ya se jugaba más en campo rival.

Dio igual. Que no le hacía falta al Albacete estar muy cerca de Ezkieta para hacer el segundo. Otra vez, pillada por la banda izquierda. Fidel, que tiene todo el campo para correr y su pase definitivo lo remata Morci en el segundo palo.

El Racing se negó a irse del partido. En la siguiente acción, Karrikaburu dejó el balón atrás a Íñigo Vicente y el Mago, o lo que ahora mismo queda de él, encontró un hueco imposible para hacer el dos a uno y dejar opciones de puntuar a falta de veinte minutos para el final. José Alberto sustituyó a Michelin por Marco Sangalli en el lateral derecho. Y el vasco iba a ser importante, porque él, tras una buena acción de Andrés Martín, iba a servir el empate a Juan Carlos Arana. A ver, que todavía lo arreglan en un ratuco.

Llegados a este punto, los verdiblancos no se iban a conformar con el empate. Después de seis jornadas sin ganar, el objetivo no puede ser otro que el de la victoria. La tuvo clara Karrikaburu. Un buen pase de Arana dejó al navarro ante la portería, pero entre control y conducción el portero se le echó encima y acabó marrando la oportunidad. El de Elizondo lo volvió a intentar, acto seguido, en un pase atrás de Marco Sangalli, mas el tiro pegó en las piernas de Rai Marchán antes de irse a córner. Y luego fue Andrés Martín el que, con un tiro raso que no inquietó demasiado a Lizoain.

El árbitro iba a mostrar la segunda cartulina amarilla a Lalo. Pero ya se había superado el minuto 90. Iba a dar para embotellar al Albacete en su área y poco más. Bueno, y para que Lizoain se convirtiese en Hulk después de que Javi Castro le diese un rodillazo fortuito en la cara. Un mosqueo que llevó a que Íñigo Vicente, que se metió donde no le llamaban, se llevase una tarjeta amarilla que le mandará a la grada la próxima semana, frente al Racing de Ferrol.

Habrá que quedarse con lo último. Para darle continuidad en el encuentro que viene. La fe es algo que les sobra a los racinguistas. Lo positivo, que la derrota del Mirandés en Huesca deja a los de José Alberto durmiendo en la segunda plaza. El Elche puede devolver hoy a los cántabros al tercer puesto y el Almería tiene una buena oportunidad para hacer brecha en la cabeza.