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Un duro balance de daños

Un duro balance de daños

Con dos errores defensivos y dos expulsiones el Racing se condena en un partido igualado en Albacete

Sergio Herrero

Santander

Sábado, 26 de noviembre 2022, 18:27

El Racing se autolesionó este sábado el Carlos Belmonte. Porque, con muy poco, el Albacete le hizo mucho daño. Y el que no le provocó el equipo manchego, se lo hicieron a sí mismos los verdiblancos. Fue un partido igualado. A méritos, un empate de libro. Pero la incapacidad ofensiva de siempre, dos errores defensivos en los dos tantos locales y otras tantas expulsiones evitables condenaron a los racinguistas a la derrota. Y lo que viene, porque para la próxima semana, salvo curación milagrosa de Juergen Elitim, Guillermo Fernández Romo únicamente contará con un mediocentro disponible.

Sin el colombiano, Íñigo Sainz-Maza y Pombo, el técnico tiró de lógica. Al ya habitual Fausto Tienza en el centro del campo le acompañó del otro mediocentro de la plantilla, Aritz Aldasoro. Ambos iban a acabar en la ducha antes de tiempo. Y por la reciente paternidad del aragonés, en la mediapunta sacó a uno de sus hombres de confianza: Arturo Molina. Como de su guardia pretoriana es también un Unai Medina que le quitó el puesto a Dani Fernández en el lateral derecho, pese a que el madrileño fue el mejor de los verdiblancos en el choque frente al Burgos.

Albacete

Altube, Djetei, Maikel Mesa (Ros, min. 96), Manu Fuster (Fran Álvarez, min. 96), Julio Alonso, Olaetxea, Glauder, Dubasin (Juanma García, min. 85), Maestre (Rubén Martínez, min. 70), Higinio y Juan María.

2

-

1

Racing

Parera, Unai Medina, Pol Moreno, Rubén Alves, Satrústegui (Saúl García, min. 85), Fausto Tienza, Aldasoro, Mboula (Alfon, min. 69), Arturo Molina (Matheus Aiás, min. 46), Íñigo Vicente (Peque, min. 85) y Sekou Gassama (Germán Sánchez, min. 69).

  • Equipo Arbitral Ais Reig, asistido en las bandas por Saenén Álvarez y Campo Hernández, todos ellos del Comité Valenciano. Cuarto:Domínguez Cervantes (Andaluz);VAR:Vicandi Garrido (Vasco) y AVAR: Quintero González (Andaluz).

  • Goles 1-0, min. 34: Maikel Mesa. 1-1, min. 60: Íñigo Vicente. 2-1, min. 76: Juan María.

  • Amonestaciones Amarilla a los locales Djetei, Glauder, Maikel Mesa, Rubén Martínez y Maestre y a los visitantes Germán Sánchez y Fausto Tienza, en dos ocasiones. Roja directa a Aldasoro

  • Incidencias Carlos Belmonte. Césped en buen estado en una tarde fría. 8.094 espectadores, más de 200 racinguistas

El Racing arrancó bien, aunque incapaz, como casi siempre, de modificar su guion particular en campo contrario. A los ocho minutos, los cántabros tuvieron su primera opción para marcar. Desperdiciada, por supuesto. Un buen centro de Aldasoro al área lo cabeceó, certero, Sekou Gassama. El remate abajo del catalán lo sacó bien un Altube que fue sorpresa en la portería manchega.

El choque se planteaba igualado. A definirse con precisión quirúrgica con cuchillo albaceteño. Un buen saque de esquina con aclarado dejó solo a un jugador racinguista en el segundo palo. Lástima que fue Unai Medina. El vasco no está acostumbrado a esas lides. Al final, ni chutó ni pasó. Y la opción, muy buena, se marchó al limbo.

El duelo no era para guardarlo en vídeo, pero los verdiblancos andaban más cerca del área rival que de la suya. Y las pocas cosas que sucedieron en la primera media hora fueron por mérito de los visitantes. Peligrosas para los locales. Faltaba lo de casi siempre. La última vuelta a la tuerca.

Y entonces, pasa lo que pasa. A la primera. No había tenido más el Albacete. Un marcaje deficiente de Satrústegui y un aún peor despeje de Aldasoro dentro del área le dejaron el balón en bandeja a Maikel Mesa quien, con un fantástico remate a bote pronto, batió a Miquel Parera. El primer tanto encajado por el conjunto cántabro en el Carlos Belmonte en Segunda División.

Al Racing le tocaba hacer algo que, de momento, no sabe cómo: remontar. Las cosas se habían complicado tanto que el máximo goleador verdiblanco, 'en propia puerta', se puso la camiseta del Albacete. Y un intento de despeje de Rubén Alves no se coló en la portería por el trabajo al alimón Miquel Parera y el travesaño. Un susto para marcharse al descanso con las orejas pinadas.

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A Guillermo Fernández Romo, en el vestuario, se le debió poner la voz de un albaceteño ilustre como Constantino Romero. A elegir entre Clint Eastwood, Arnold Schwarzenegger o Darth Vader. El míster miró a sus futbolistas y buscó a su Terminator particular. Eligió a Matheus Aiás. El que más dispara, aunque, de momento, la mayoría de veces lo hace con balas de fogueó. El sustituido fue Arturo Molina. El 4-2-3-1 mutó hacia algo más parecido a un 4-4-2.

La segunda parte arrancó con un balón en la portería del Albacete. Ahí estaba. Impenitente. Sin nadie que reparase en ella. Como diciendo: 'Da igual, siendo el Racing, aquí no va a entrar ninguna más'. Cinco minutos tardó el árbitro en darse cuenta.

El terreno de juego parecía haberse ensanchado en el descanso. El Albacete jugaba cómodo y el Racing casi siempre llegaba tarde a la presión. Pero esta vez la fortuna le sonrió a los racinguistas. Los centros que colgaban los verdiblancos al área eran despejados con comodidad. Todos, menos uno. Uno de Unai Medina no acertó a repelerlo la zaga local, Julio Alonso se hizo el lío y el balón le cayó a Íñigo Vicente, habilitado al llegar la pelota de un rival, y resolvió de forma magistral a la media vuelta. «Luego te llamo», le dijo el vasco a alguien en la celebración. El suspense del VAR, esta vez, no le quitó la alegría al Racing.

Alegría, por cierto, que duró apenas dos minutos. Fausto Tienza, el equilibrista de las amonestaciones, esta vez, pisó mal. En concreto, a un rival. Y vio la segunda amarilla. Alfon ya estaba preparado para salir por Mboula. Y Romo, sólo con el canterano Dani González como especialista para el mediocentro en el banquillo, mandó a Germán Sánchez a prepararse. Dos de los olvidados a punto de salir.

Pero los acontecimientos iban atropellando los unos a los otros. Parera tapó de forma genial un remate de Olaetxea en el segundo palo. El VAR llamó al colegiado por un posible penalti del meta cántabro sobre el centrocampista rival. Pero la duda era la participación de Higinio, en fuera de juego, en el lance con Satrústegui. El árbitro vio la posición antirreglamentaria, pero resolvió una inexplicable amarilla al arquero verdiblanco. Si era fuera de juego, la acción posterior debería quedar invalidada, ¿no?

Resuelto el embrollo, Romo retiró a Mboula y Sekou Gassama y dio entrada a Alfon y a Germán Sánchez. Pero no fue el andaluz el designado para el doble pivote. El míster adelantó a Pol Moreno. Ya lo hizo una vez el pasado curso y el invento no salió bien. Hizo lo que pudo. Lo cierto es que, otra cosa no, pero este Racing es un maestro de la supervivencia. Veinte minutos –más un añadido que iba para largo– por delante.

En esta ocasión no iba a haber tanta suerte. A Satrústegui e Íñigo Vicente les volvieron a pillar la espalda. Julio Alonso puso un centro que peinó Germán Sánchez y Juan María, en el segundo palo, voleó magníficamente para hacer el segundo de los manchegos.

Esta situación también era nueva. Si con once ya le cuesta al Racing marcar, con uno menos, ni te cuento. Matheus Aiás e Íñigo Vicente la tuvieron en una contra que ejecutaron de forma horrible. Y Alfon lo intentó con un disparo cruzado y raso que atrapó Altube. Romo intentó lo último: Peque y Saúl García, en sustitución de Íñigo Vicente y Satrústegui.

Constantino Romero presentaba un programa titulado 'El tiempo es oro'. El Racing, sin crear peligro, como casi siempre, metió al Albacete en su campo. Y el colegiado dio diez minutos de añadido. Tiempo suficiente para que los verdiblancos se volviesen a dañar a sí mismos. Se iban a quedar sin el cuarto mediocentro de su plantilla. Si Juergen Elitim no se recupera –que no tiene pinta–, en la visita del Lugo Romo sólo contará con Íñigo Sainz-Maza. Minuto 93. Aldasoro, a la calle por un pisotón sobre Higinio. Con dos menos, aún hubo fe y Pol Moreno lo intentó con un disparo lejano que se marchó desviado. En el otro área, Parera repelió un duro tiro de Rubén Martínez.

El partido se fue hasta el minuto 112. Y la tuvo el Racing para haber logrado un empate increible. Una falta colgada por Saúl García propició un balón rebotado en Unai Medina que no se coló en la meta manchega porque lo sacaron hacia fuera entre Altube y el travesaño. El milagro habría evitado una derrota que mantiene a los verdiblancos demasiado cerca de una zona de descenso que se aprieta.

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