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Cómo serán los demás

Las paradas de Lucas Díaz y el talento a cuentagotas evitan un nuevo sonrojo de un Racing que no sale de su espiral de mediocridad

Sergio Herrero

Santander

Domingo, 11 de abril 2021, 11:12

Mira que el racinguismo ha vivido esperpentos en su casa, especialmente en esta última década. Sin ir muy lejos, la agonía de meses y meses viendo al equipo ya descendido la pasada temporada. En esta ocasión, José Mari Amorrortu le ha dado una vuelta de ... tuerca al asunto. Responsable de estrategia a la deriva. El Racing, probablemente, estará la próxima campaña en Primera RFEF –es el objetivo de mínimos–, pero no será por el buen hacer de sus jefes en materia deportiva. Más bien lo contrario. Y la decisión de colocar una alargadera en el banquillo verdiblanco para enchufar a su protegido, Aritz Solabarrieta, fue el cúlmen del nepotismo. Esto ni es el PC Fútbol 4.0 ni el Racing es el filial de nadie. A ver si se enteran. Si el equipo cántabro evita el ridículo más bochornoso en 108 años de historia será porque los demás, los rivales, no dan para más. Casi duele hasta la injusticia de ver cómo se lleva un punto totalmente inmerecido ante un débil Tarazona, en lo futbolístico, pero mucho más fuerte y digno en lo táctico y lo actitudinal. Lo mejor, que el Ebro perdió ante el Arenas. Ya que no es por acción, al menos que sea por omisión.

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