El Racing no se merece esto

Esta tarde hubo un simulacro de partido de fútbol en los Campos de Sport (Racing 1-Ebro 3), pero eso es lo de menos. Este sábado tuvo su mármol y su día la peor temporada de la historia, de la que Alfredo Pérez y su equipo ya han señalado a los culpables: José Mari Amorrortu y Pedro Menéndez. Se equivocaron, otra vez, en las personas y cambiarán, otra vez, de nombres y de modelo sin rastro de autocrítica, pero el día trajo al fin una buena noticia:

En el entrenamiento con dorsales llevó el número uno a la espalda el capitán, Iván Crespo, que se despidió del club. Como Solabarrieta,

Si la actitud en estas últimas jornadas invita a prensar, y mucho, mal mensaje han lanzado los técnicos con esas decisiones y quienes se lo consienten. Ya que ha sido la peor temporada de la historia, ya que se han seguido pagando los sueldos, tampoco estaba de más haber hecho el trabajo

Con algo de público en los Campos de Sport (los poco más de 1.500 asistentes merecen la insignia de oro y brillantes) a Alfredo Pérez le tocó escuchar el veredicto de esa pequeña representación de la masa social. La misma a la que intentó apaciguar el viernes con una reunión con las peñas. Casi era eso, la necesidad de expresarse, más importante que el partido en sí. Y de ahí también el breve corteo desde Mesones a los Campos de Sport que, por cierto, respetó todas las medidas de seguridad. Las tracas llegarían después con lo que se vio en el campo y con la bomba de la sala de prensa.

De lo que pasó sobre el césped, más allá de las despedidas y agradecimientos a los que se van, sobre todo a los que tocaba agradecer, poco más que contar. Tan solo que el primer tiempo apenas tuvo un disparo al larguero del Ebro, y que tras el descanso

Debutó –esta temporada– Mirapeix, dejando para la estadística otro canterano que ha jugado en el primer equipo. En eso sí que se han cumplido el plan y las promesas. Quedará en el haber del equipo técnico que se marcha. Quién sabe si como el único, pero está claro que un legado de innegable valor.

Lo malo es que no ha sido suficiente para aplacar los ánimos d

De la reunión del viernes con los peñistas el club salió con la sensación de haber calmado a las masas. Las peñas no tanto. En la cinta de Armando Iannucci ('La muerte de Stalin, 2017) el mariscal Zukhov les decía a los conspiradores Nikita Kruschev y Lavrenti Beria: 'Me veis sonreír, pero tengo un cabreo de cojones'. Pues así anda el racinguismo;

Ayer quien ponía cara de póquer era el palco. Aquel argumento que repetían siempre Alfredo Pérez y Pedro Ortiz de que estaban allí

Al final del partido los verdiblancos se despedían del público, algunos de ellos para siempre, poniendo fin a la peor temporada de la historia. El Racing

Al final del partido, abrazos, despedidas, ganas de pasar página y poco más. Las consignas contra la gestión en unas gradas tristemente vacías que una vez más apenas alcanzaron ni el millar y medio de espectadores cuando el límite fijado por Sanidad es de 4.444. Es lo que tiene que en un partido en el que no hay nada en juego el club se afane además en insistir que

Hubo tiempo, eso sí, para que este Racing demostrara que siempre puede ir a peor y le marcaran tres goles en flagrantes errores defensivos dignos de cadetes,

Al final, lo que queda de la temporada más corta de la era moderna, con solo 26 partidos, es un Racing que por primera vez en su historia tuvo que jugar una repesca para no caer a la cuarta categoría nacional, un triste epílogo fiel, eso sí, a la mala imagen que se ha dado durante buena parte del curso y la sensación de déjà vu matizado, porque lo cierto es que nunca el Racing lo había hecho tan mal.

Un partido como el sorbete de limón con el que se cambiaba de carne a pescado en los menús ochenteros;

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