Secciones
Servicios
Destacamos
El vicecolista Racing mereció ganar al hasta entonces líder Las Palmas. Eso es así. En un arranque eléctrico, el cuadro cántabro no aprovechó sus ocasiones. Y luego, a contracorriente tras la expulsión de Pombo –justa, aunque el baremo de Ávalos Barrera no fue para todos ... igual– cuando aún restaba más de la mitad del encuentro, tuvo que defender el punto con el alma. Un empate de puro orgullo. El que pusieron los futbolistas sobre el terreno de juego. El que pudieron sentir los aficionados por su equipo. Esto es otra cosa y así este Racing puede ganar a cualquiera. Puede soñar con lo que quiera.
La alineación escogida por Guillermo Fernández Romo no dio esta vez para muchos comentarios. Si a la quinta va la vencida, a la sexta se repite. Así que el míster escogió a los once mismos que salieron de inicio en el triunfo anterior frente al Sporting.
En el inicio, el equipo canario hacía y el Racing le ponía la intensidad. A los primeros roneos amarillos en campo cántabro les respondió Sekou Gassama con un potente pero desviado cabezazo a la salida de un córner. Del siguiente saque de esquina, el meta Valles sacó un espectacular saque largo que dejó solo a Jonathan Viera. Suerte que el de la UME (Unidad Mantilla de Emergencia) verdiblanca andaba listo para sofocar el fuego cuando el delantero canario se personó en el área.
RACING
Parera, Mantilla, Satrústegui, Pol Moreno, Rubén Alves, Íñigo, Juergen (Fausto Tienza, min. 72), Íñigo Vicente (Camus, min. 46), Pombo, Mboula (Aldasoro, min. 46) y Gassama (Matheus, min. 61).
0
-
0
U. D. LAS PALMAS
Valles, Sergi Cardona (Pejiño, min. 77), Álex Suárez, Curbelo, Fabio, Loiodice (Moleiro, min. 46), Lemos, Óscar, Sidnei (Álvaro Jiménez, min. 46), Marc Cardona y Jonathan Viera.
Equipo arbitral: Ávalos Barrera, asistido en las bandas por Valencia López y Vigo Gatius, todos del Comité Catalán. Cuarto: Irurtzun Artola (Navarro); VAR: Pérez Pallás (Gallego) y AVAR: Ais Reig (Valenciano).
Amonestaciones: Amarilla a los locales Íñigo Sainz-Maza, Parera y Sekou Gassama y a los visitantes Loiodice, Sergi Cardona y Fabio. Expulsó con roja directa a Pombo.
Incidencias: Campos de Sport. Césped en buen estado en una tarde apacible, con algo de viento. 10.911 espectadores en las gradas. De ellos, unos cuarenta seguidores canarios.
Noticia Relacionada
Luego dicen que Íñigo Vicente no presiona. Sidnei salía de la cueva con la pelota como quien pasea con las manos cruzadas a la espalda por la Segunda de El Sardinero. El de Derio metió la patuca para robar y dejó a Pombo todo el pasillo de camino a la portería rival. Al aragonés le faltó finura y permitió al meta amarillo sacar el remate con el pie. El rechace lo estrelló Mboula en el cuerpo de un zaguero. Acto seguido, otro estrujón racinguista terminó con un centro de Íñigo Vicente que Sekou Gassama cabeceó flojito. A la tercera, casi. El de Granollers se topó esta vez, también de testa, con el travesaño. Van tres este curso. Qué lástima y qué buen comienzo racinguista. Con la homenajeada Irene Pelayo presidiendo el encuentro y otros atletas como Javi Crespo y Carmen Cacho en el palco, el Racing le puso un ritmo endiablado a los primeros metros de la contienda.
Noticia Relacionada
La conexión entre Íñigo Vicente y Pombo hizo clic. Doble check azul. El vasco sacó un pase genial por encima de Álex Suárez y el maño la bajó con un fantástico control. Prefirió pasar atrás en lugar de pegar. Mboula, en el segundo palo, lo tenía todo a su favor, pero el arquero local se la sacó junto al poste. La táctica de los de Romo estaba clara: había que penalizar el mamoneo amarillo con el balón en la retaguardia. Era la mejor forma de hacerles daño. Era la mejor forma de mantenerles lejos. Un disparo de Loiodice desde unos treinta metros atrapado por Parera y un cabezazo con rumbo equivocado de Lemos trataron de sacar a Las Palmas del apabullamiento.
El problema de esto, como en el atletismo, es que si aprietas al máximo, con las pulsaciones por las nubes, y ni siquiera eres capaz de dejar atrás a un rival que es más fuerte que tú, siempre puede haber algo que te deje en la cuneta. A Mantilla le pegaron un levante en la banda derecha cuando iba a centrar. El árbitro dijo que falta y gracias –lo mismo que en la segunda parte, con otro viaje que se llevó Marco Camus–. En la siguiente acción, Pombo se pasó de frenada e hizo una fuerte entrada con los tacos sobre un rival. El colegiado mostró amarilla. Pero en la sala VAR tenían ganas de charla y le pegaron un toque a Ávalos Barrera. 'Échale, anda', le debieron decir. Y después de pegarle una ojeadita a la pantalluca, el catalán hizo caso a sus colegas. 'He pensado que amarilla, mejor no. Roja'. ¿Justa? Con el reglamento, sí. Con el listón que había puesto, no. La película cambiaba por completo en vísperas del descanso.
Así que ambos entrenadores decidieron que había que introducir nuevos actores. García Pimienta hizo dos cambios para los canarios. Romo sustituyó a Íñigo Vicente por la velocidad y verticalidad de Marco Camus, dentro del 4-4-1 que le había quedado en la pizarra. Incluso mermado por la falta de un futbolista, el Racing no era peor que Las Palmas. Aunque sí que le costaba más, evidentemente, llegar al área visitante. A los canarios las dificultades se las ponía el coraje verdiblanco. Una volea picada de Moleiro la agarró Miquel Parera.
Noticia Relacionada
El técnico racinguista decidió meter refresco en la primera línea de presión y dio entrada a Matheus en sustitución del amonestado Gassama. El equipo cántabro no escatimó en esfuerzos y retrasó el momento de especulaciones. Tanto, que hasta corrió riesgos. Tras un saque de esquina a favor sin consecuencias, el cuadro canario mandó un balón a la cepa del poste en un disparo largo de Moleiro.
Superado el minuto 70, Guillermo Fernández Romo debió pensar que era el momento de guardar. De no perder. El madrileño retiró a un Juergen Elitim ya cansado. Fausto Tienza fue su sustituto. Y sacó a otro mediocentro, pero para colocarlo en la banda derecha, en lugar de Mboula: Aldasoro.
En la zona de calentamiento, el veterano Germán Sánchez arengaba y aconsejaba a sus compañeros. Daba órdenes hasta al recogepelotas: «No des el balón todavía, espera», le debió decir al chaval, obediente. Todos debían sumar. Quedaba un cuarto de hora más el añadido y se iba a sufrir. Un tiro de Pejiño dentro del área se marchó por encima del travesaño.
En la vida hay que valorar los pequeños detalles como lo hace Mantilla sobre el terreno de juego. El camargués, atento, listo y rápido, forzó un saque de puerta a su favor. Su rabia para celebrarlo levantó a toda la grada de los Campos de Sport. «A por ellos», «Vamos, dale, Racing. Vamos, campeón». El jugador que falta ya lo sustituyen los de fuera.
Llegó el 90 y el cuarto árbitro anunció cuatro minutos de añadido. El principal ya andaba quemado con un Miquel Parera que había visto la amarilla por contemporizar. El empate, merecido pero corto, estaba un poquito más cerca. Y los Campos de Sport contuvieron la respiración, con el corazón ya casi fuera del pecho, hasta que en el 94 se encargaron de recordarle al árbitro que era la hora de señalar el final. Un pitido que, pese al empate, sonó a triunfo. A orgullo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.