Momentos de mejora

La Liga para el Racing hace semanas que se ha convertido en una de romanos. Para el racinguimo, desde luego. Le ha quitado hojas al calendario y la trama ni se ha inmutado. Esta tarde, con horario primaveral (18.00 horas), le toca una escena ante el Tudelano de esas que no modifican para nada el guión y que le suman minutos a la película. Con once puntos más la diferencia de goles particular sobre el segundo, el Mirandés, el pueblo hace tiempo que sestea esperando el momento final: el play off. De hecho, cualquier cosa le resulta más atractiva que seguir el hilo a estos últimos partidos. Lo de la condena de 'Harry' -tres años y medio de cárcel- no es para nada baladí, pero durante la semana a nadie le importó mucho quién jugará hoy o quién dejará de hacerlo. Es como si hubiesen desconectado, cansados o excesivamente confiados, y quieren que llegue ya el 26 de mayo. Todos, menos Ania -al menos es el que lo repite una y otra vez-, que insiste en que hasta que no vea caer los títulos de créditos y pueda descansar sin que se le haya caído el imperio.

La de hoy es una batalla más de esas que no parecen difíciles, pero que hay que ganarla. Para la convocatoria no ha tenido que esforzarse, con Lombardo y Jon Ander lesionados no se ha visto obligado a dejar en la grada a nadie. Otra cosa será para la alineación. Huye de las rotaciones y no quiere oír hablar de descansos todavía, pero es evidente que sus decisiones tienen un calado. Hay futbolistas como Quique Rivero, Kitoko, Rafa de Vicente, Redru... Que suman muchos minutos sin aparecer en la película y corren el riesgo de perder protagonismo. Al entrenador asturiano no le gusta enseñanar lo que planea y mucho menos en situaciones como ésta, que con el objetivo casi cumplido -lo de quedar primeros- sobra tiempo para buscarle los tres pies al gato. Aún así, un guionista del montón apostaría por tres cambios en el once inicial con respecto al que jugó en Lezama.Uno es Olaortua, que regresará por Óscar Gil, sancionado; el otro llegará en el centro del campo, donde hay tres jugadores pidiendo a gritos un sitio: Kitoko, Quique Rivero y Rafa de Vicente. Uno de ellos entrará, pero antes deberá salir o Mario Ortiz o Sergio Ruiz. Estos dos han sido la pareja del equipo casi desde que comenzó el año en curso y lejos de hacerlo mal es como si la dinámica pidiese un cambio, aunque sólo sea por probar. Hagan apuestas.

Con Kitoko la modificación no sería muy grande, en cambio con Rivero o De Vicente, sí. Sin nada sólido a lo que agarrarse, lo cierto es que la previsión apunta a un dúo formado por Sergio Ruiz y Quique Rivero. Algo innovador y que no se repite desde la primera vuelta.

El Tudelano tiene frío. Esa sensación gélida que hace pequeños a los equipos que duermen cada semana al filo del descenso. Y con ese problemón, visitar el campo del líder no es la mejor manera de sobrecogerse. «Se replegarán y buscarán las contras», anunciaba Ania el viernes. Puede parecer un planteamiento de un equipo asustado, pero no hay que olvidar que jugando así el Atlético de Madrid llegó a tres finales de Champions. Por tanto, más que un signo de debilidad es un modo de supervivencia avanzado. Eso sí, al Racing le hará daño. Le incomodará, le triturará la paciencia y le hará impreciso si no abre la lata pronto. De ahí que la línea de tres que juegue hoy será fundamental. Cayarga e Hidalgo son fijos por dos razones. Porque son, a falta de que alguien diga lo contrario, los dos abrelatas con los que el Racing está saliendo airoso en las últimas jornadas; la acumulación de rivales por dentro obliga a jugar por fuera y por ahí los dos, el asturiano y el granadino, son los mejores. O más preciso, los que mejor están a día de hoy. Hacer el campo ancho es la única manera de entrar en una defensa que poco más o menos saldrá con guantes. Los dos gozan de esa servidumbre a la cal de los antiguos extremos. Velocidad, desborde y explosividad, bien con el balón o sin él. La otra razón puede resultar a simple vista superficial, pero dice mucho: la pareja de extremos el pasado miércoles se retiró del entrenamiento antes de acabar y el jueves ni saltaron apenas al campo. El cuerpo técnico descartó cualquier imprevisto, sino que más bien fue con la intención de dosificar sus cargas. En román paladino, que quieren que mantengan esa chispa hasta el final. Prolongar su estado de forma. O dicho de otro modo, que los esfuerzos los hagan en los partidos y no en los entrenamientos, donde el trabajo está ya casi hecho.

El puesto de la discordia es el del mediapunta, que Noguera domina y que Cejudo solicita. Hoy podría jugar cualquiera de los dos; el andaluz fue suplente ante el Athletic B, algo que le puede servir de atenuante.

Así como el choque ante el filial rojiblanco se lo tomó como un ensayo de lo que le vendrá en el play off, lo de hoy es un plano secuencia de esos que aparecen mil en una película y que se hacen eternos. Sporting B, Vitoria, Arenas Calahorra... Todos ellos salieron a defenderse, algo que a Ania no le coge con el pie cambiado, pero una dosis más de la 'kriptonita' racinguista le pondrá en guardia por si acaso le sorprenden en esa eliminatoria con la que termina la película. «Si tenemos que cambiar el sistema o lo que sea para hacer más daño, lo cambiaremos», reconocía el entrenador esta semana. Hoy no será necesario que cambie nada, todo apunta que será muy similar al de los últimos dos meses.

Por último, el que aprovechará mejor que nadie lo de hoy será Barral, al que lejos de sobrarle minutos como a las películas de romanos le faltan. Necesita jugar, jugar y volver a jugar. Con permiso de Dani Segovia.