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El domingo 11 de diciembre de 2022, casi de madrugada, José Alberto López vio que el entrenador del Racing había sido destituido. El lunes a la una de la tarde, tomando una Coca-Cola con su mujer, se decía: 'El Racing no me llama, ¡me cago en la mar! Se me va a escapar'. A la una y media sonó el teléfono. Le había llamado Mikel Martija. Pedro Ortiz, entonces copropietario del Racing, había decidido terminar con la etapa de Guillermo Fernández Romo tras la quinta derrota consecutiva, su caída en puestos de descenso y el deterioro en la relación entre entrenador y directiva. El pasado día 13 se cumplieron dos años exactos de su firma. Ahora, con el partido de este jueves ante el Elche, serán dos temporadas en el Racing: las 22 jornadas del curso 22-23, la 23-24 al completo y las 20 de la temporada actual. Su sigiente reto, enlazar dos competiciones naturales completas.
Ese mismo día quedaron en Llanes. José Alberto, su agente, Martija y Ortiz. Se dieron el sí hacia las ocho de la tarde. Ya de madrugada acordaron las condiciones. Al día siguiente el asturiano viajó a Santander con Pablo Álvarez para firmar el contrato, que le esperaba ya redactado, y dirigir su primer entrenamiento. De eso hace hoy dos años exactos. En tres décadas, nunca un entrenador del Racing había sido tan longevo. En anterior fue Félix Bardera 'Felines' entre 1990 y 1992.
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Se puso al frente del equipo un martes y trece. Con lo que traía puesto y una sudadera que le dejaron en el club, dirigió su primera sesión. A su llegada, lo que hizo fue implementar cambios tácticos. Línea de presión más adelantada, más futbolistas delante del balón, asumir riesgos del centro del campo en adelante. Y dar libertad a los buenos. La defensa funcionaba bien, pero el Racing no tenía gol -llevaba diez tantos marcados en veinte encuentros- y debía revertir ese problema. Un 0-3 en Cartagena en su debut, que ni él mismo se esperaba, le permitió caer de pie pese a la eliminación acto seguido ante el modesto Linares, de Primera RFEF, en Copa. Tampoco era una prioridad el torneo del KO: pasó así sus primera Navidad como entrenador del Racing en medio de mucha expectativa y con un moderado, muy moderado, optimismo.
A su regreso comenzó a reestructurar el equipo tanto como la ventana invernal y las posibilidades de mercado del Racing se lo permitían. Siempre ha reivindicado que el Racing de JAL se vio desde el primer partido, pero trabajaba con una plantilla que él no había construido y quería jugadores que se adaptaran a su juego.
Aquel enero avaló la llegada de Marco Sangalli y pidió un delantero que tuvo por nombre Roko Baturina. No era el nueve que mejor le va a su concepto de fútbol, pero le convencía más que Matheus, Sekou Gassama y el lesionado Cedric. Además, se dio por finiquitado el préstamo de Alfon por parte del Celta y se cedió al canterano Marco Camus al Córdoba.
Ahora JAL cumple dos temporadas completas con un mensaje y una filosofía claras. La que interesa a cualquier entrenador, pero a su vez la que el Racing intenta hacer suya en los últimos tiempos: «Creo que lo que funciona del fútbol es la estabilidad. Cuando hay un trabajo, una evolución y el desarrollo de una idea, los jugadores aumentan su rendimiento y su valor en el mercado de manera exponencial. Hay muchas más cosas que analizar, que un resultado o una serie de resultados».
1- Temporada 23-24
La primera temporada fue la del golpe de timón. A su regreso de las vacaciones de Navidad, dirigió una especie de pretemporada para imponer sus ideas. Pronto el Racing demostró ser un equipo muy diferente y multiplicó su coeficiente goleador a cambio, eso sí, de más alegrías defensivas. Un 4-1 en La Romareda con expulsión de Miquel Parera incluida le puso en bandeja otro cambio que barruntaba, pero que no hizo a su llegada para no revolucionar demasiado el vestuario. Jokin Ezkieta sustituyó al balear, lo hizo bien y le dio continuidad. Su portero era el navarro, y de no haber sido en aquel momento, tras el verano ya tenía decidido el relevo.
22 partidos
36 puntos
10 partidos ganados
6 partidos empatados
6 partidos perdidos
29 goles a favor
23 goles en contra
El equipo salvó la categoría en la jornada 40 con un 1-0 frente al Éibar con gol de Íñigo Vicente. JAL se encomendó a él según llegó en su decisión de echar mano de todos los jugones, dentro de las posibilidades de la plantilla. Sabía que debía ser su jugador franquicia y el vasco cumplió. Su ascendencia en el equipo fue en aumento, como la de otros futbolistas que no habían cumplido con las expectativas en la primera vuelta, como Jordi Mboula.
Sin embargo, otros como Jorge Pombo, precisamente un jugón, fueron cayendo en el fondo del banquillo. Juto a él perdieron protagonismo futbolistas de perfil más defensivo que aportaban además un buen trabajo en la cobertura, pero menos creatividad. Las dos últimas jornadas, de trámite, trajeron una intrascendente derrota en su Oviedo natal y un triunfo de nuevo ante el Cartagena que colocó al equipo duodécimo. Su mejor clasificación del curso justo en el mejor momento; en la última jornada. El objetivo estaba cumplido.
2- Temporada 23-24
La que debía ser su renovación automática tardó más de la cuenta en anunciarse por la venta del club. Los nuevos propietarios tenían decidido que él debía ser el entrenador, pero no se le comunicó oficialmente la operación hasta que estuvo hecha. Se llevó además una sorpresa desagradable: con los números que manejaba aquel Racing, el límite salarial rondaba los cuatro millones. Dicho de otro modo: no se podía hacer ni un solo fichaje y, de no solucionarse, habría que dar salidas.
42 partidos
64 puntos
18 partidos ganados
10 partidos empatados
14 partidos perdidos
63 goles a favor
55 goles en contra
La nueva directiva, con Manolo Higuera y Sebastián Ceria al frente, trabajó para incrementarlo por encima de los siete y pudo al fin, aunque con muchas restricciones, seguir reestructurando la plantilla. Dijeron adiós Cedric y Matheus y llegaron, cedidos y con la Liga comenzada, Andrés y Arana. Unido a la renovación de Íñigo Vicente, ya tenía la línea de ataque que deseaba, con futbolistas con mucha más movilidad, menos estáticos, y que por lo tanto se adaptan mejor a su idea. También de más calidad y, por lo tanto, más caros, pero poco a poco el club ha ido creciendo también en lo económico.
Dio además continuidad a Peque, una apuesta de futuro de su antecesor que el año anterior había tenido poco protagonismo, y el joven mediapunta catalán eclosionó. El Racing carburaba, sobre todo en ataque y de pronto la permanencia no solo era un objetivo factible, sino superable.
Así llegó el Racing al final de la primera vuelta sexto, en puesto de play off. Y con el mercado de invierno, nuevos fichajes. Los regresos de Mboula y Roko Baturina para completar el equipo durante la segunda etapa del curso. El de Manu Hernando, para comenzar a reestructurar otra línea: la defensa. El clima de optimismo, casi de euforia por momentos, que el técnico trató siempre que ponderar, se chafó en dos últimos partidos en los que el Racing perdió la oportunidad de jugar el play off de ascenso. De clasificarse, se veía con opciones de superarlo y ascender mucho antes de lo previsto, cuando meses atrás nadie, absolutamente nadie, lo esperaba.
Un punto en dos jornadas bastaba, pero no se consiguió: derrotas ante el Zaragoza en casa y contra el Villarreal B, ya descendido, a domicilio. Fue su peor momento en Santander, pero club, entorno y plantilla hicieron piña y se superó el bache. Por el camino, Sebastián Ceria y Manolo Higuera demostraron su confianza en él, con una renovación hasta 2026.
3- Temporada 24-25
El asturiano ha comenzado su tercera temporada, la segunda completa, en un escenario nuevo. Con mucha más exigencia, pero también con más recursos. Con la delantera cubierta, los fichajes han llegado en la defensa. Javi Castro, Javi Montero y Clément Michelin, que junto a Saúl García y al consolidado Mario García y, ahora que regresa de su lesión, Mantilla, dan al técnico esos centrales rápidos y laterales profundos que quiere para su verticalidad en banda y su línea adelantada que provoque el fuera de juego.
Con estos mimbres, un techo salarial por encima de los diez millones de euros (aunque ni mucho menos se ha apurado) y fuertes apuestas como los traspasos de Andrés Martín y Juan Carlos Arana, ya jugadores del Racing en propiedad, arrancó el tercer año de la era JAL. Eso sí, sin Peque, traspasado al Sevilla por cuatro millones de euros. En su lugar llegó el cedido Pablo Rodríguez.
19 partidos
37 puntos
11 partidos ganados
4 partidos empatados
4 partidos perdidos
25 goles a favor
17 goles en contra
El que se esperaba un año de crecimiento lo está siendo mucho más, con el equipo líder y, pese a su último bache de resultados, que le ha hecho perder parte de su colchón, reivindicado, aunque le pese, como favorito al ascenso.
José Alberto López Menéndez es el primer entrenador en tres décadas que encadena dos años en Santander. Ahora tiene nuevos retos. El primero y más a corto plazo, terminar con la crisis de resultados (un punto en cuatro partidos) a pesar de la cual, y tras la renta acumulada en octubre y noviembre, el equipo sigue líder.
Después, sumar más y más cursos para seguir progresando en el histórico verdiblanco. Pero eso será solo un efecto secundario, porque en lo que de verdad piensa, aunque le cueste decirlo, y más tras el actual bache, es en entrenar en Primera. Con el Racing, por supuesto. Y si puede ser en unos meses, mejor. En un difícil equilibrio, siempre ha tratado de frenar la euforia que ahora los resultados se han encargado de ponderar sin esconder esa meta que ya no se oculta, aunque, de cara al exterior, no necesariamente en los próximos meses.
José Alberto López
Entrenador dsel RAacing
Está a solo dos partidos de marcharse de vacaciones para iniciar su tercer fin de año como técnico verdiblanco y, además, como líder. A los Reyes les pide «seguir disfrutando del Racing, que sigamos jugando bien y seamos un equipo con una identidad muy clara, con un estilo muy reconocido para seguir mejorando la idea. Y, evidentemente, seguir disfrutando de buenos resultados que ojalá nos puedan acercar a lo que todos queremos, que es el retorno a Primera División». La Era JAL continúa.
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