Empate en la costa sin gol

Al término de la sesión del jueves, José Alberto charló con Clément Michelin. El míster ya tenía resuelta la única duda en el once. La del lateral derecho. El francés iba a ser suplente en favor de la continuidad de un exultante Marco Sangalli. Titularidad merecida. «Humildad, ¿eh? Humildad, que no hemos hecho nada», decía el donostiarra en el vestuario. Lo demás, lo previsto, con el regreso de Javi Castro por la sanción de Manu Hernando.

Málaga

Alfonso Herrero, Puga (Gabilondo, min. 58), Pastor, Manu Molina, Víctor, Luismi, Nelson Monte, Yanis Rahmani (Antoñito, min. 58), Lobete (Castel, min. 67), Larrubia (Aarón Ochoa, min. 82) y Roko Baturina (Dioni, min. 46).

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Racing

Ezkieta, Marco Sangalli (Michelin, min. 46), Mario García, Javi Castro, Montero, Aldasoro (Ekain, min. 88), Vencedor, Íñigo Vicente, Andrés Martín (Suleiman Camara, min. 80), Pablo Rodríguez (Maguette Gueye, min. 46) y Karrikaburu (Lago Junior, min. 68).

• Equipo arbitral: Muñiz Muñoz, del Comité Aragonés, asistido en las bandas por Estela Bravo (Aragón) y Alarche González (Balear). Cuarto: Clemente Manrique (Canarias); VAR: Gorostegui Fernández-Ortega (Euskadi) y Gálvez Rascón (Madrid).

• Amonestaciones: Amarilla a los locales Puga y Luismi y a los visitantes Mantilla, Íñigo Vicente y Marco Sangalli.

• Incidencias: La Rosaleda. Césped en aceptable estado en una noche agradable. 26.012 espectadores.

Al Racing le da igual si enfrente está el equipo menos goleado, el portero que más para o el que sólo ha perdido un partido. A lo suyo. Primer minuto. Primera combinación. Pablo Rodríguez la deja de espuela para Karrikaburu, este abre para Íñigo Vicente y el duende de Derio, travieso, que busca la vaselina a la escuadra. Alfonso Herrero, atento, agarró la pelota.

El Málaga no se arredraba. Pero el desatado equipo de José Alberto era el que volvía a llevar peligro. Un centro de Íñigo Vicente lo cabeceó en boca de gol Pablo Rodríguez, pero su remate se marchó por encima del travesaño.

Partido intenso. Vaya ritmo. De área a área y tiro porque me toca. Turno ahora para el Málaga. El equipo de Pellicer sabía dónde buscarle las cosquillas a los cántabros en la línea defensiva. El acercamiento fue muy bueno, salvo el disparo final de Manu Molina. La mandó al embalse del Limonero.

Bajó la percusión, porque era insostenible durante noventa minutos. O quizá también porque el Málaga se hizo con la pelota y empezó a hacer sentirse incómodo al equipo cántabro. Yanis Rahmani encontró la brecha en la sincronizada zaga racinguista. Ganó la espalda, se plantó ante Ezkieta, pero al evitar la salida del portero se escoró demasido y su disparo final se marchó fuera. A José Alberto ya se le veía gesticular, mosqueado, en el área técnica.

Los verdiblancos querían entrar a saludar a Alfonso Herrero. De momento, imposible. Así que, después de varios cabezazos, lo intentó Andrés Martín con un tiro de zurda desde la frontal, centrado, que paró el meta local.

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Pero llegaba con más confianza y agresividad el cuadro andaluz. La zaga verdiblanca resistía. Y, cuando no, tenía que aparecer Ezkieta. El arquero navarro repelió con los puños un durísimo disparo de Víctor desde la izquierda.

Había nervios en el banquillo cántabro. Tantos, que Álvaro Mantilla se llevó un caramelito de limón sin haber debutado. Tarjeta amarilla para el camargués por protestar tras una falta sobre Aldasoro. Poco después, tangana entre ambos contendientes, y otra cartulina para Íñigo Vicente.

Menos mal que el que no pierde la calma es Ezkieta. El portero verdiblanco volvió a salvar a su equipo. Dos veces. Primero, en un cara a cara con su excompañero Roko Baturina. El croata le tiró a dar. Después, sacó una fantástica pata izquierda para detener el remate a dos metros de Lobete. Como para no quererle. Llegó el descanso. Lo necesitaba el Racing.

Pellicer lo veía bien y tiró de ambición. Retiró a Baturina y metió a otro exracinguista: Dioni. José Alberto no lo tenía tan claro y tuvo a sus jugadores un buen rato más en el vestuario, mientras los malaguistas ya peloteaban en el césped. Dos cambios implementó el asturiano: Michelin sustituyó al amonestado Marco Sangalli en el lateral derecho y Maguette Gueye entró para dar empaque en el centro del campo en lugar de Pablo Rodríguez.

Salió con otro aire el equipo cántabro, metiendo a su rival en su campo. Un centro raso de Vencedor desde la derecha no llegó a rematarlo Aldasoro en el primer palo. El Málaga no iba a eludir el cuerpo a cuerpo y en el otro área, Lobete no alcanzó un balón que, finalmente, atrapó Ezkieta para desbaratar la ocasión.

La charla del míster y los cambios surtieron efecto. A la vista estaba. Pero comparecer en campo rival también contraía riesgos atrás frente a un Málaga valiente. Íñigo Vicente volvió a intentar una vaselina para sorprender a Alfonso Herrero. Agua. El portero estaba atento una vez más. Iba a necesitar algo más el conjunto cántabro para batir al arquero menos goleado del campeonato.

Las sustituciones metidas por el Málaga volvieron a igualar la contienda. A meter el partido en el centro del campo. Ahí, José Alberto decidió prescindir de un delantero específico. El asturiano retiró a Karrikaburu y dio entrada a Lago Junior como hombre más adelantado. A ver cómo sale eso. De momento, Ezkieta tuvo que despejar de puños un centro peligrosísimo de Antoñito. Dioni ya estaba por allí a ver qué cazaba.

No encontraba soltura el Racing en su temible línea de tres cuartos. Íñigo Vicente y Andrés Martín andaba al tran tran. Casi nunca salían limpios de los duelos. Y así, era complicado llevar peligro. Tenían que tomar la responsabilidad los menos esperados. Los de tercera línea. Vencedor abrió hacia la derecha para la llegada de Michelin, pero el disparo del francés fue horrible. Muy cruzado. Ni asustó a Alfonso Herrero.

Pero, para clara, la siguiente de Lago Junior. A la contra, Andrés Martín la gestionó a la perfección. Su pase con el exterior dejó al costamarfileño solo ante el arquero malaguista. Entre que no controló bien y que se le hizo de noche, lo único que sacó fue un pelotazo al cuerpo del guardameta. Siempre se echa de menos a los que no están. Karrikaburu estaba ya en el banquillo y Arana, en casa.

De nuevo, momento para Antoñito el respondón. Otro centro desde la izquierda del canterano blanquiazul estuvo a punto de darle un disgusto al equipo cántabro. José Alberto dio entrada a Suleiman Camara en lugar de Andrés Martín.

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Borja Cavia

Casi no había entrado al campo el extremo catalán cuando Mario García tuvo el gol a su alcance. La puso bien Michelin al segundo palo y el cántabro entraba como una bala desde atrás. Le dio miedo. Estorbado por un rival y por Íñigo Vicente, no se decidió si rematar con la cabeza o con el pie y al final, la empujó como pudo. Fácil para el portero.

Ahora sí, Lago Junior se disfrazó de delantero. Con una buena maniobra en la frontal tras recibir de espaldas, se dio la vuelta encontró hueco y su tiro se le complicó a Alfonso Herrero, que tocó oportuno para enviar a córner. Último cambio para el Racing: Ekain sustituye a Aldasoro.

Llevaba Ezkieta un rato tranquilo, pero iba a tener que ponerse otra vez en modo muralla. Dioni le ganó la carrera a Javi Castro y el disparo del malagueño lo despejó el navarro con otra parada más para su vídeo de 'highlights'. A ver si no tira abajo el servidor de YouTube con tanta calidad.

El choque fue tan intenso, sin parones, que sólo hubo tres minutos de añadido. Insólito en el fútbol moderno. Así que, si los dos equipos habían sido incapaces de marcar en noventa minutos, no lo iban a hacer en tan pírrico tiempo extra.

No muy lejos de La Rosaleda, el restaurante mexicano Tía Juana parecía preparado para una victoria racinguista. En el letrero, en grande:«Otra vez esa maldita felicidad». Bueno, la situación sigue siendo más que privilegiada. De dónde venimos y a dónde vamos. Hay razones para seguir celebrando. En la ventana del establecimiento, en luces de neón: «Hígado, prepárate, que este finde vas de titular». Ándale, ándale.