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Ocho futbolistas de la plantilla pueden comenzar a negociar su futuro a partir del 1 de enero si lo estiman oportuno. O lo que ... es lo mismo, ocho jugadores quedarán libres el próximo 30 de junio si el Racing no les presenta una oferta de renovación antes de esa fecha y, por tanto, son libres para comprometerse con otro club a partir del 1 de julio de 2022. Es el caso de Patrick Soko, Álvaro Bustos, Diego Ceballos, Sergio Marcos, Carlos Castro, Manu Justo, Miquel Parera y Lucas Díaz. Cada caso tiene sus peculiaridades; algunos tienen cláusulas de renovación automática en función de objetivos, otros están cedidos y obviamente deberán regresar a sus clubes de procedencia. Del mismo modo que para el club varios de ellos son una prioridad y a otros ya les ha enseñado la puerta de salida. Así las cosas, a una semana de que se abra esa ventana simbólica que permitiría poder firmar con otro club para la próxima temporada, Patrick Soko es la preferencia. El camerunés, que llegó en el verano de 2020, firmó dos años de contrato y su relación finaliza el próximo 30 de junio. Ya ha habido varios acercamientos entre los responsables del Racing y el entorno del jugador, que con sus últimas actuaciones ha logrado revalorizarse. Las posturas están muy cercanas, pero lo cierto es que aún no se ha firmado y el tiempo empieza a ser importante.
El otro futbolista que llegó en las mismas condiciones que el camerunés -el verano pasado y con un contrato modesto, y que finaliza su relación con el Racing el mes de junio- es Álvaro Bustos. El asturiano ha sido hasta ahora uno de los jugadores más determinantes, sin embargo en las últimas semanas ha pasado a ocupar un segundo plano. El club no se ha pronunciado sobre el interés de prolongar la continuidad del extremo en Santander y habrá que esperar para conocer los acontecimientos.
Patrick Soko. Finaliza contrato el próximo 30 de junio. Ya se han producido contactos para sellar su continuidad, pero aún no hay nada firmado. Tiene una ficha modesta por lo que se producirá una mejora sustancial y su edad (24) hace que el club quiera atarle.
Álvaro Bustos. Queda libre en 2022. Su intermitencia de las últimas jornadas ha enfriado un tanto una posible renovación que casi se aseguraba hace algunas fechas. Sin oferta del club podría empezar a negociar fuera de aquí desde el mes que viene para clarificar su futuro.
Diego Ceballos. Finaliza contrato en 2022. El canterano, que renovó en el verano de 2020, ha pasado de ser indiscutible al último de la fila. Con 22 años necesita minutos y aquí no los tiene. Está buscando su salida y el club podría cederle u optar por dejarle marchar.
Carlos Castro. Tiene contrato hasta junio de 2022 y alguna cláusula de renovación por objetivos. Sin embargo el club buscará una salida pactada el mes que viene, toda vez que no cuenta para nada en los esquemas de Guille Romo. El míster piensa en otro refuerzo.
Manu Justo. Está cedido por el Elche hasta final de temporada, por lo que si no se produce ninguna maniobra el gallego regresará al club ilicitano. No necesita buscarse equipo porque ya lo tiene. Su rendimiento está siendo correcto y su vinculación es temporal.
Miquel Parera. Su contrato base finaliza en 2022, pero existen varias cláusulas que prolongan su vinculación con el Racing por objetivos, entre los que se encuentra el ascenso. Está consolidándose y la preferencia del cuerpo técnico le sirve de apoyo.
Lucas Díaz. Acaba su relación con el Racing el próximo 30 de junio. Renovó hasta entonces en el verano de 2020. Ha pasado de tener peso en el equipo a un segundo plano. Si el club no le ofrece la renovación puede empezar a buscar equipo a partir de enero.
Sergio Marcos. Tiene un contrato como otros de los fichajes de este año que finaliza en 2022, pero que tiene varias cláusulas de renovación por el ascenso y objetivos. Ha perdido peso en los esquemas de Guille Romo y no está tan claro que pueda continuar.
En cambio, lo que sí parece un hecho es que el Racing no cuenta ni con Diego Ceballos ni con Carlos Castro y si no lo ha hecho -el club así lo confirma- pronto les comunicará a ambos que pueden buscarse su sitio fuera de los Campos de Sport.
El caso del canterano es un tanto difuso, puesto que ha pasado de ser indiscutible en el curso pasado, cuando incluso se ganó la renovación por un año más debido a su rendimiento, a ser el último de la fila en este. Dada su juventud, 22 años, es urgente que vuelva a disfrutar de minutos y si no los puede tener en el Racing su futuro será fuera de él. En cuanto a Carlos Castro, cuyo contrato original liga al delantero con el club verdiblanco hasta el próximo 30 de junio, sin perjuicio de que exista una cláusula de renovación automática en función de objetivos tales como el ascenso a la Segunda División, resulta evidente que el cuerpo técnico no lo quiere. Apenas ha participado en dos partidos y en las últimas convocatorias no ha aparecido aún a riesgo de incluir un jugador menos de los permitidos por el reglamento. Sus periodos de ausencia y su falta de regularidad han provocado que el asturiano tenga ya un papel testimonial y se haya quedado fuera de la última convocatoria pese a que Romo podía convocar hasta a 22 futbolistas. El club tiene decidida su salida, que intentará que sea pactada.
A sus 26 años, Castro ya tiene una amplia trayectoria en categorías superiores y llegó a actuar con cierta asiduidad en Primera División, pero su paso por el Racing está siendo muy discreto. El resto de jugadores que finalizan su relación con el equipo cántabro están en un limbo, puesto que ni el club se ha acercado a ellos para prolongar su relación ni tampoco sería extraño cualquiera de las dos opciones: que sigan o que no. Es el caso de Sergio Marcos, Lucas Díaz, Miquel Parera y Manu Justo. Quizá respecto a los dos últimos se pueda hacer una posible previsión; el portero, que está jugando de titular, tiene estipulado en su contrato una ampliación en el caso de que se ascienda, algo que aclara su situación. Del mismo modo, Manu Justo, cedido por el Elche regresará al conjunto ilicitano.
Sin embargo, no está tan claro que Sergio Marcos y Lucas Díaz puedan ir preparando su futuro a partir de la semana que viene si lo desean. El centrocampista también tiene la misma cláusula de renovación que Parera, pero Sergio Marcos no está gozando de misma confianza del míster. Y en cuanto a Lucas Díaz, a quien el club le renovó en 2020 hasta el 2022 y que arrancó el curso con todas las posibilidades de consolidarse en el equipo, su situación ha cambiado irremediablemente. En la actualidad es el suplente y no parece que para el cuerpo técnico sea una prioridad.
Giro de 180 grados
En un capítulo aparte se encuentra Isma López, que no cuenta para Guille Romo y que tiene contrato hasta junio de 2024. El caso del lateral izquierdo dio un giro inesperado. El pasado verano, después de ser uno de los refuerzos del invierno pasado que aportaron un plus al equipo, su peso en el equipo creció.
La llegada de Guille Romo propició que Isma López, con la pretensión del entrenador de que el lateral fuera uno de los futbolistas fundamentales -pasó a ser segundo capitán, incluso- se le renovó dos temporadas más. De esta manera el club se evitó que el defensa pudiera salir al fútbol extranjero, algo que para Isma López era una posible salida y para la que el Racing debía facilitarle las cosas.
Al final se quedó y no juega, pero la ampliación de contrato hace casi inviable que se pueda llegar a una rescisión unilateral de la relación con el futbolista. Difícil solución. Hasta ahí, los casos que a día de hoy pueden suscitar dudas sobre su futuro más inmediato.
El resto son cinco fichajes y dos canteranos, todos ellos con contrato en vigor mínimo hasta 2023. Es el caso de Fausto Tienza, Borja Domínguez, Eneko Satrústegui, Pablo Bobadilla y Pol Moreno, por un lado, y de Álvaro Mantilla y Marco Camus, por otro. Los cinco fichajes, que de una u otra manera están teniendo una alta cuota de protagonismo en el equipo esta temporada, tienen todos cláusulas que pueden favorecer la prolongación del contrato más allá de 2023, pero en cualquier caso no urge una posible solución en el mes de enero que empieza en una semana.
Lo mismo ocurre con Álvaro Mantilla, quien fue renovado hace una temporada y que se ha convertido en uno de los comodines de la plantilla. Sin estar en primera fila y sin ser un titular habitual, está apareciendo de manera periódica en diversos puestos de la defensa.
En cuanto a Marco Camus, el club es probable que se acerque a él para aumentar su relación, ya que aunque no es urgente sus veinte años y sus últimas actuaciones pueden convertirle en un atractivo para otros clubes después de que en los últimos partidos como titular el canterano haya sido uno de los futbolistas destacados del equipo.
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