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Poco de casi todo. Al Racing de este miércoles no le sobró nada y le faltó convencer. No es tiempo aún para tanto, pero sí ... para arrancar algún aplauso que otro. Más imprecisiones de la cuenta y un cierto descontrol propio de la pretemporada, pero que no gusta. Si Ania se queda sin voz es que su equipo necesita mejorar. Debutaron Carmona, Lucas Díaz y Martín Solar y se quedaron sin jugar Nuha, Yoda, Olaortua, Tresaco y Zidane, que después de lo de Crespo si pueden en el Racing lo meten en una urna de cristal. Partido aburrido, sin ritmo y con más trabajo para analizar que para recordar. El resultado, poco importa a no ser porque no hubo más ocasiones que los goles. Al Racing le sirvió para entrenar y seguir probando y al Cayón para reivindicarse y salir reforzado.
Todo es más fácil cuando sin apenas sudar un equipo se encuentra un penalti a favor. Fue claro y meritorio, porque Moi lo provocó con oficio y calidad. En su primera intervención tiro de manual y se vistió del lateral perfecto: control, desborde, presencia en el área y... Su internada acabó con un lanzamiento certero de Rafa de Vicente desde los once metros. Gol. La estirada de Raúl Domínguez fue insuficiente. Para entonces el Cayón había salido sin complejos a presionarle al Racing. La mano de Luis Fernández se notó desde el arranque. Esa propuesta valiente del nuevo inquilino del banquillo cayonés le sirvió al Racing como 'sparring' aventajado. La exigencia que mostró mientras tuvo gasolina fue bien recibida por Iván Ania para probar varias cosas con una cierta oposición.
El planteamiento de inicio fue el esperado; 4-4-2 abriendo el campo y jugando por fuera. Una propuesta que empieza a hacerse fuerte a la espera de los fichajes. Ania puso en escena un primer equipo repleto de jóvenes, pero aderezado con la veteranía de Rafa de Vicente en el centro del campo y una defensa que bien podría ser titular –a falta de que las llegadas cambien el escenario– en alguna jornada de Liga. Castañeda y Gil, de centrales, y dos de los fichajes en los laterales; Moi y Carmona. El primero entró más en juego, quizás porque por inercia su equipo jugó más por la izquierda. Carmona se incorporó cuando hizo falta y haciendo daño. Correctos.
El primer acto tuvo aspectos mejorables y detalles ilusionantes. Sin asumir excesivos riesgos la presión del Cayón le puso dos veces en apuros a una zaga racinguista que no tuvo mucho trabajo. En las dos ocasiones, Lucas Díaz, el portero fichado del Oviedo B, las solventó con maestría.
Cayón
Raúl; Resines, Pelayo, Bolado, Ricardo, Chili, Jesús, Cárcoba, Goñi, Miguel, Rodri; también jugaron Iván, Tomás, Marcos, Adrián, Fran, Vegas, Turra y Cagigas
0
-
2
Racing
Lucas Díaz, Julen, Óscar Gil, Rafa de Vicente, Carmona, Moi, Martín Solar, Iñigo, Jesús Puras, Musy, Siverio, también jugaron Luca Zidane, Aitor, Sergio Ruiz, Berto Cayarga, Barral, Cejudo, Abraham, Mario Ortiz y César Díaz.
Goles 0-1, Min. 4, Rafa de Vicente (Penalti). 0-2, Min. 33, Siverio.
árbitro Álvaro López Parra.
incidencias Alrededor de 1.200 espectadores. Los jugadores del Racing aparecieron con una camiseta en apoyo a Iván Crespo.
A Ania estos ensayos también le sirven para modular la voz. El asturiano no entiende de amistosos y volvió a dejársela corrigiendo a los suyos. Intensidad, toque y robar tras pérdida. Los signos de identidad. A diferencia del primer envite en Guarnizo, hoy se vio más ritmo e intención. Hasta el ecuador del partido brilló la batuta y el desparpajo de Martín Solar, que pese a su juventud se echó el equipo –con permiso de Rafa de Vicente– a las espaldas. Desde fuera tiene pinta de ser de esos futbolistas que lo hacen todo bien excepto acariciar de más al balón. Cierto desajuste, fallos no forzados y algún pase a destiempo no les dejaron disfrutar a los aficionados del fútbol vistoso que se esperaba. El Cayón de Luis Fernández gustó; atrevido, vertical y con sentido. Buenas maneras para su nuevo reto: El de siempre, ascender.
En el descanso, un rondo con Ania en el centro y a corregir. Al entrenador no le gustó la facilidad con la que a su equipo le cogieron la espalda más de la cuenta. Charla personal con Carmona y palmadita al resto. Los amistosos son el escenario perfecto para probar, pero en plena pretemporada conviene hacerlo con calculadora si no se quiere lamentar. Por eso Ania dosificó a los efectivos; tras la reanudación salieron César Díaz, Barral, Figueras, Cejudo... Un ramillete de jugadores llamado a ser importante venga quien venga. No cambió más que eso, porque la disposición y el ánimo fue el mismo. También las carencias de un equipo al que le falta mordiente, algo necesario en cualquier época e intensidad, disculpable en verano e imperdonable dentro de quince días.
A Iván Ania le pasó igual que al resto, le gustó más el principio que el final:«El equipo fue mejor en la primera parte porque ellos nos permitieron más. En la segunda parte estuvimos peor. Fue un partido con dos mitades diferenciadas». El técnico admitió que «en la primera les hicimos más daño porque nos vinieron a presionar y en la segunda se replegaron y nos costó crear ocasiones».
Por otro lado, al asturiano parece que le empieza a convencer la plantilla:«Me gusta mucho como está quedando. Pedí dos jugadores por puesto y ya los vamos teniendo. Pedí dos jugadores de banda a pierna natural y en dos días me trajeron dos», señaló. También tuvo palabras para los debutantes Martín Solar y Carmona:«Solar ya entrenó varios días y tiene buenas condiciones y me gusta que sientan cercano el primer equipo». Sobre Carmona, «es un jugador que se incorpora, pone buenos centros y esperamos que se adapte pronto. Ha estado bien. Llega fácil a línea de fondo».
«En todos los partidos hay que salir a demostrar. Da igual que sea de pretemporada», añadió el míster. En cuanto a los dos últimos en llegar, Yoda e Hidalgo, que vieron el partido desde el banquillo, Ania adelantó lo que espera de ellos. «A Yoda no hay que cargarle de presión, pero es diferencial. Puede jugar en todos los puestos detrás del delantero». «Hidalgo estará con nosotros y nos puede aportar mucho. Ya le conocemos. Hay que darle tiempo». «Lo mejor es manejarse en varios sistemas», concluyó el asturiano.
Ania tuvo para todos; corrigió a Martín Solar, colocó a Figueras en su sitio y le 'sugirió' que los pases fueran por abajo y le quitó el nombre a Barral, a quien le va a costar atar en corto. La segunda parte fue aburrida e insulsa. Ania llevaba retratado en el rostro lo 'mucho' que le gustó su equipo. Poco o nada. Le gustó mucho más el de Zarautz. Y entre tanto el Cayón se sacudió el poco temor que tenía y empezó a gustarse. Entonces Ania jugó a la contra; sacó a Mario Ortiz, lo puso de central y colocó a Sergio Ruiz en su sitio natural. Lo del primero hubiera sonado a prueba pura y dura. Faltan centrales y no acaban de llegar y qué mejor que explorar las posibilidades que le da lo que tiene. Lo cierto es que con Olaortua curado muscularmente en el banquillo todo fue un intento de reservar al vasco para el sábado en Valladolid.
Con tan poco que ver en el campo, la atención estaba en los cambios y en las maniobras desde el banquillo. Salió Cayarga y se preparaban Minero y Buñuel. El que no asomaba era Luca Zidane, con quien parece que Ania va a tener más cuidado del esperado. En la grada querían ver al hijo del astro.
Sólo es digno de reflejar en esta crónica hasta entonces una jugada personal de Barral que demostró lo que sabe. La cogió y la pegó en un segundo. Sin puntería.
A falta de un cuarto hora el aburrimiento tornó a desesperación. Nada de nada. Ania cambió por parejas su último cartucho:Minero y Buñuel. Aún a riesgo de equivocarse, este dúo apunta a ser el que arranque la Liga ante el Málaga. Mientras tanto, Cejudo llevaba tiempo jugando donde quería. El cordobés goza de una libertad ganada como en la mili: por carné. Se le necesita en esta nueva andadura. Con dos detalles se hace notar.
No dio para mucho más el ensayo de Sarón. No hubo nada que lamentar, que ya es un logro, y a pensar en el sábado, ante un Valladolid que exigirá –al menos eso se espera– un punto más al Racing y de paso a Molina, que sin dejar de trabajar es el que más trabajo tiene.
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