Los equipos con ERTE, entre ellos el Racing, estarán supervisados en el mercado de fichajes

«A nosotros nadie nos ha dicho nada, pero es una noticia que si se produjera, que tiene todo el sentido del mundo, no afecta a equipos de nuestro perfil, sin desembolsos por traspasos», explicaba ayer el director general verdiblanco, Víctor Alonso.

El 1 de abril, siguiendo las recomendaciones de LaLiga -aunque solo algo menos de la mitad de ellos lo hicieron- el Racing solicitó un expediente de regulación temporal de empleo para todos sus empleados. Así lo explicó el propio club en un comunicado, señalando que su objetivo era «no sólo disminuir los daños económicos que está generando la crisis del Covid-19, sino también minimizar los riesgos contractuales y laborales que pudieran ocasionarse ante una situación excepcional que se está produciendo en el sector del fútbol, en la que la temporada deportiva pudiera alargarse más allá del 30 de junio del año en curso».

El expediente se aprobó con carácter retroactivo con vigor desde el 13 de marzo y afecta a todos sus empleados, con una reducción del 70% de la jornada en algunos casos y suspensión completa en otros. Ahora, si finalmente se confirma la reincorporación a los entrenamientos y según informó el club, se modificarán sus condiciones, aunque no se retirará, como anunció en su momento el Racing para este último horizonte.

La situación deportiva del Racing es muy particular dado que su director deportivo, Chuti Molina, configuró una plantilla a base de cedidos y jugadores a los que se renovaba por otro año con el ascenso a Segunda, de modo que catorce de sus efectivos terminan contrato a 30 de junio. En el sentido contrario, el club ha cedido a un solo futbolista, Jagoba Zárraga, y dio la baja a todos los canteranos del primer equipo salvo el repescado Mario Ortiz. En consecuencia, y en un contexto en el que incluso el propio Tebas anunció que habría pocos traspasos y solo movimientos de futbolistas libres, el Racing necesitaba asegurarse la eventual continuidad de todos esos jugadores que terminaban su vinculación el 30 de junio.

Ahora puede encontrarse con una dificultad añadida a la hora de reforzarse, si bien tampoco cambiará radicalmente sus planes. Por una parte, muchos otros clubes se encontrarán en la misma situación. Por otra, y dada la economía de guerra verdiblanca, tampoco estaba previsto un gran gasto en traspasos. Las prioridades son otras en un club que debe pagar por poner un ejemplo, más de cinco millones de euros del último plazo concursal antes de que termine este año natural de 2020.