«Hemos estado a la altura de la exigencia, pero buscamos la excelencia»

Si a alguien le pareció que el Racing hizo poco por ganar, a Guille Romo le ocurrió todo lo contrario. «No opino eso. Podemos estar pin, pan... No es una cuestión de satisfacción. Es de momentos, de ocasiones, de lo que hace el rival, de lo que tu haces y te sale bien o mal... No he tenido esa visión», insistió el entrenador. De hecho, Romo aseguró que se le quedó el cuerpo mal porque «salimos a ganar todos los partidos».

Después de las primeras explicaciones, lo de ayer para él no fue una renunia a jugar al fútbol, Romo dio su propia visión de lo que fue el choque. «Hemos hecho una entrada muy buena en el partido. Hasta el gol de ellos no había otro equipo que nosotros. Nos sentíamos muy cómodos, mejor que ellos...». El tanto de David Rodríguez llegó en el minuto 25 y según el míster la cosa cambió. «Ha llegado su gol y hemos pasado una fase mala, pero en la segunda parte nos tocaba volver a ser lo que habíamos empezado y lo hemos conseguido». La mayor manifestación de autocrítica que se escuchó en la sal de prensa de A Malata fue la siguiente:«El pero nuestro es que en superioridad númerica no hemos gestionado las cosas bien y ellos lo han hecho muy bien». En eso sí que coincidió con los presentes en la sala de prensa, dado que en los últimos veinte minutos del duelo su equipo fue incapaz de intimidar al Racing de Ferrol. Romo lamentó su poca eficacia y destacó el buen hacer de su rival en el otro fútbol. «Nosotros no hemos hecho algunas cosas bien y ellos se han dedicado a defender y a parar el partido, y todo eso te va sacando de la dinámica buena».

Durante muchos minutos del encuentro se vio a un Racing plano. Ordenado, esperando a que su rival fallase, pero sin proponer nada. Sin embargo, Romo lo vio de otra manera. «La previsibilidad tiene que ver con determinandos momentos, pero no con una generalidad. Todos los equipos son previsibles en algún momento». Esa previsibilidad circunstancial que reconoció Romo se pudo ver en el partido durante más de sesenta minutos. El míster apuntó a una parcela del juego vital para desnivelar los partidos. «Nos ha faltado definición y esto es como todo, si la pelota llega a los últimos metros bien y no la definen bien, pues parece que te has quedado en la orilla». Una visión muy metafórica de la realidad, pero...

Sobre el cambio de Pablo Torre aludió a que «son decisiones que hay que tomar y que dependen de momentos y quería tener dos delanteros más metidos, con Justo y Cedric por ahí».

Su excesiva tensión en los últimos minutos se debió a que «quería que no se relajaran, porque veía suficiencia en los jugadores y la posibilidad de imponernos, y eso te va metiendo en un bucle», apuntó el entrenador, quien resumió lo visto, pese a todas las opciones y opiniones, en un par de frases pragamáticas. «En líneas generales el equipo ha estado a la altura de la exigencia, pero como buscamos la excelencia, ganar, mejorar, jugar bien.... Nos siguen faltando determinadas cosas que necesitamos conseguir».

Justificó nuevamente lo visto con que «si el equipo rival se cierra es más difícil» y lanzó un mensaje: «¿Es suficiente? No, pero habría dicho eso ganando 1 a 2 que empatando. Hemos sacado un punto en un campo complicado».