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El Racing ha ascendido trece veces. Doce más una, en realidad, y no como guiño a Ángel Nieto ni una forma de evitar el gafe, sino porque el primero no lo fue del modo al uso.Fue en 1929, cuando ganó la competición por la que se debía elegir el décimo equipo que inauguraría ese mismo año al Liga. Después llegaron otros doce. Seis jugadores del Racing de diferentes épocas y generaciones recuerdan para El Diario Montañés seis de ellos con otros tantos aficionados. Hinchas y seguidores estrechamente relacionados de uno u otro modo con el club. Ellos ofrecen la otra perspectiva: la de la masa social y en entorno. Esa que hace latir un club. Esa que alimenta el racinguismo.
Temporada 72-73 | Antonio Gento y Pepe Barros
En 1973 el Racing llevaba once años alejado de la élite. Incluso había estado un año exiliado en Tercera (equivalente a la actual Segunda B). Y al final ascendió en el que era el principio de aquel equipo ascensor de los setenta y ochenta: «Así era; el Racing siempre estaba subiendo y descendiendo», explica Pepe Barros (Santander, 1934). Siete décadas de carnés le contemplan (se hizo socio en 1950) y lo tiene claro: «La afición va, vamos a estar ahí con el equipo. Los vamos a apoyar todo lo que podamos, con nuestros aplausos y gritos, aunque los míos serán más flojos por la voz, pero vamos a estar con ellos.Eso sí: lo que tiene que quedar claro es que de esta situación nos tienen que sacar los jugadores con su entrenador al frente. Ellos son los únicos que pueden hacerlo», reflexiona quien probablemente sea la persona que más partidos delRacing ha visto en sus 106 años de historia.
En aquel equipo de 1973 estaba como portero suplente un jovencísimo Pedro Alba, una institución verdiblanca comoSanti Gutiérrez Calle en el centro del campo y uno de los Gento, Antonio (Guarnizo, 1940) para más señas, en su último curso en el club.
«Lo recuerdo con mucha alegría, y ahora que se habla de este otro, más. Hicimos muy buena temporada, con Maguregui como entrenador», evoca el veterano delantero, que recita nombres míticos en verdiblanco y muy vinculados a su trayectoria vital: «Sistiaga,Aitor Aguirre,Espíldora,Chinchón,De la Fuente... Esa alineación se la sabían muy bien los racinguistas». Ahora lo vive desde la distancia, pero sin perder la vinculación. «Estoy muy pendiente, aunque ya no vengo al estadio.A ver si hay suerte el domingo aquí... y también allá, porque no va a ser fácil ¿eh?», avisa.
Pepe Barros recuerda aquel ascenso y otros muchos... A Segunda. «He visto muchos ascensos y descensos y al margen de ese 1973 hay uno que para mí no se puede olvidar, porque fue algo histórico. El Racing estaba en Tercera, que era como es hoy la Segunda B. Jugamos el ascenso con el Cádiz, que nos eliminó y nos tocó con elIlicitano.Le ganamos 0-1, pero vino a Santander y nos ganó también 0-1, así que tuvimos que jugar un desempate en el SantiagoBernabéu. En aquella época el presidente del Racing, ValentínValle, me dejaba viajar con el equipo y lo hice. Fui con ellos y allí en el Bernabéu eliminamos al Ilicitano. Aquello fue curioso: dos equipos sencillos de Tercera jugando en un campo del Madrid. Aquel día para mí fue imborrable», recuerda. Como los son todos los ascensos y confía que lo sea este también, porque ya ha tocado esperar demasiado.
Temporada 83-84 | Javier Noriega y Chiri
Chiri vivió dos ascensos.En ambos era un jugador importante del equipo.Y en ambos se quedó sin jugar el partido de la celebración. Le ocurrió en 1981 y en 1984, en un ascenso a Primera muy celebrado enSantander.Y todo pese a que cuando el 20 de mayo elRacing ganó al Granada en el penúltimo partido de Liga (y último en casa) ya se sabía que el equipo iba a ascender. José Manuel Gómez Romaña (Marrón, 1959),A.K.A. Chiri lo recuerda de un modo muy especial. «Con mucha alegría, aunque ya se veía venir desde lejos; desde los cuatro o cinco últimos partidos. Es una clase de alegría muy distinta a otras, porque ves disfrutar a la gente, que es lo que verdaderamente te llena total».
Ahora revive aquellos tiempos que él vivió en primera persona y ahora contempla como espectador. «Tengo una anécdota bastante curiosa. En ninguno de los ascensos que viví con el Racing –los dos a Primera– pude estar en el campo.En uno por una fractura en un pie y en ese por una hepatitis, así que el día del ascenso las peñas vinieron hasta mi casa y me hicieron salir a la ventana a saludar. Todavía lo recuerdo con más cariño o de una forma más entrañable por eso»
Ve alRacing con «importantes opciones» de ascender, pero avisa: «Luego estas eliminatorias se deciden en pequeños detalles, en esa fortuna que hay que tener en el momento clave, pero creo que esta debe ser la oportunidad definitiva para subir a Segunda y buscar después metas mayores».
Javier Noriega (Santander, 1967), el mismo que representa alRacing en la querella contra Pernía y Harry, era ya entonces un hincha más. «Fue un año impresionante.ElRacing pegó un espabilón al final.Cuando nadie pensaba ya que pudiéramos subir empezamos a ganar partidos y al final subimos. Es el año en que por única vez en su historia dos filiales quedaron campeón y subcampeón, el Castilla y elBilbao Athletic, así que ascendió hasta el quinto: Hércules Racing y Elche».
«La plantilla –continúa– estaba llena de cántabros:Alba, Villita, Tino,Sañudo,Chiri, Roncal, Piru... Mogollón de cántabros, pero no solo me acuerdo de eso, sino de las lecciones magistrales de Quique Setién.Yo venía al campo solo para ver a Quique; con eso me bastaba.Y terminó como máximo goleador, creo.Bernal también metió muchos goles. Y también estaba Coronel, que jugó tres partidos.Su anécdota más graciosa es que estando en el hotel pidió 'algo para la cabeza', porque le debía doler, y le dieron un sobre de champú. Y ni corto y ni perezoso se lo bebió». El malestar gástrico del paraguayo, que pasó por Santander precisamente así, de pasada, no impidió el ascenso.
Temporada 90-91 | Javi Roncal y Alejandro López Tafall
Javi Roncal (Santander, 1969) vivió dos ascensos como futbolista. El primero de ellos en 1991. Y fue, como el que ahora busca elRacing, de Segunda B a Segunda. «Era a Segunda, sí, pero no era como ahora, en que nos la jugamos en eliminatoria; era una liguilla», acota. «En el último partido había posibilidades de que subiesen tres equipos y ganamos aúltima hora, en el último minuto –en el tiempo añadido, en realidad–, y con gol en propia puerta. Fue algo espectacular, con mucho calor y mucha gente de Cantabria viendo el partido». Y es que elRacing estaba KO hasta ese autogol de Pombo que puso el 3-4 en el marcador en la sexta y última jornada de una igualadísima liguilla. Aquella «alegría inmensa» que sintió el entonces jovencísimo canterano es la misma que espera revivir en poco más de una semana. «Miedo tiene que tener el Baleares, porque nosotros somos elRacing», asegura en una declaración de intenciones.
«En días como estos siempre se reviven aquellos, porque son situaciones que se vuelven a dar. ¿La eliminatoria? Va a ser dura y fuerte, pero hay que ser optimistas. Por club, historia y plantilla nosotros somos el equipo a batir y no nos tenemos que dejar amilanar por un Baleares que lo ha hecho muy bien, pero campeón debe ser el Racing».
Entre los aficionados que vieron en directo aquel partido en el estadio de Las Margaritas, en el que entonces jugaba el Getafe, estaba Alejandro López-Tafall (Santander, 1970), uno de los directivos que contribuyó a rescatar al club tras la Era Okupa era entonces orgulloso cofundador de Juventudes Verdiblancas. «Fuimos en autobús, llegamos muy pronto y hacía un calor tremendo.Estábamos ubicados detrás de la portería y no nos enterábamos demasiado del partido, pero lo veíamos con mucha emoción.También elGetafe y el Cartagena tenían opciones de subir y con los vaivenes del marcador, como para no ser emocionante. El 3-3 a falta de poco tiempo para terminar fue un bajón y luego el gol en propia meta ya casi al final del partido fue una alegría enorme.También me acuerdo de que no nos dejaron saltar al campo. Tengo unos recuerdos muy frescos de ese ascenso, creo que el que más, porque era también de Segunda B a Segunda y había que salir de ahí», reflexiona.
El abogado es optimista. «Este año el Racing sí que tiene todas las posibilidades de subir.Estoy convencido de que vamos a ganar en casa y allí, aunque sea difícil. Creo que vamos a subir seguro y, por recordarme, me recuerda mucho a laeliminatoria contra el Llagostera», concluye.
Temporada 92-93 | Tuto Sañudo y Juan Calzada
Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a Primera como en el 93». Es ya un estribillo clásico en los Campos de Sport, que aquel año se llenó como nunca, saltándose todos los requisitos hoy insalvables por los planes de seguridad: aproximadamente 28.000 espectadores. Y en el campo historia viva del racinguismo en las camisetas de Quique Setién, con el diez, y del cinco de Tuto Sañudo (Serdio, 1956), que aún hoy mantiene vívidos los recuerdos: «Fue para mí el ascenso que más mérito tuvo. El Racing había estado en Segunda B, había subido y se mantuvo con algunas dificultades. Era un buen equipo, pero joven.Me llamaron para venir, me dijeron que también volvía Quique y que iban a hacer un esfuerzo, así que acepté. Después, cuando empezó la Liga, nos colocamos arriba, nos lo empezamos a creer y al final ascendimos».
Con elLleida como campeón, el Racing vivió una carrera con el Valladolid por el segundo puesto, que daba el ascenso directo. Fue para los pucelanos, a los que señalaron dos penaltis a favor fuera del área. Muy lejos del área. Si ganaban, el Racing debía derrotar por una diferencia de seis goles alCastellón en esa última jornada. Se quedó en 5-1.
«El Valladolid no era de fiar –recuerda Sañudo–. Unas jornadas antes se había enfrentadi con el Castilla y había quien decía que había habido algo raro. El Castellón vino a echar el resto y le metimos 5-1, pero el Valladolid, con un penalti en el que a su jugador le faltaban como dos metros para caer al área, ganó el partido. Afortunadamente ganamos al Español y salvamos la situación», explica.
En la grada lo vio Juan Calzada (Santander, 1951): «Estaba toda la ciudad volcada. Yo creo que es la vez que más se ha llenado los Campos de Sport –acierta– y fue un verdadero caos en el mejor de los sentidos.la ciudad, las fuentes.Todo maravilloso. Recuerdo muchos ascensos, pero ese fue especial porque además suponía bajar a un equipo de Primera». Lo vivió con el orgullo de ver cómo su equipo recuperaba a «gente como Tuto Sañudo yQuique Setién.Fue muy emocionante, porque habían ganado 0-1 en Barcelona con gol de Pineda y aunque en el partido de vuelta empatamos, la celebración fue la misma».
En cuanto al play off de estas dos semanas, coincide en que «las sensaciones son mejores que en otras temporadas; muy buenas.Es verdad que la mala racha final podía asustar, pero los últimos 20 minutos frente al Logroñés nos dan a entender que si el Racing juega con su verdadero potencial no tiene rival».
Temporada 01-02 | Sherezade Herrero y José Moratón
José Moratón (Santander, 1979) corriendo desaforado por el césped de los Campos de Sport. Su cara lo dice todo. Es la imagen del ascenso de 2002. Una sola temporada había estado en Segunda el Racing para regresar de inmediato a Primera. Y con gol de un canterano. Qué más se podía pedir. «Por suerte yo no tuve que jugar una fase de ese estilo –de Segunda B a Segunda–; lo que yo viví fue distinto, pero estos partidos son siempre especiales.El estadio está lleno o casi lleno, que siempre da gusto jugar así, y te juegas, eso sí, todo el año».
Él marcó el gol ante elAtlético de Madrid que aseguraba matemáticamente el inmediato regreso del Racing a la máxima categoría. «Tuve la suerte de ser protagonista.Salía de la cantera, llevaba desde los cuatro años viniendo a El Sardinero y quieras que no vivir un ascenso es siempre bonito.Encima tuve suerte pasar por área y meter el gol; la verdad es que son recuerdos que no se olvidan nunca, pero tampoco se me pasó mucho por la cabeza; era un momento de euforia. Empecé a correr para todos los lados y el primero que me abrazó fue uno de mis ídolos de niñez: José Ceballos. Era tal la alegría que vivía que no me acuerdo mucho de aquel instante, la verdad».
Es moderadamente optimista de cara a un play off de ascenso en el que su equipo, que lo sigue siendo aunque no tengo ahora relación contractual con él, quiere salir al fin de una época de pesadilla. «Después de seguir todo el año al Racing llega lo bonito: la fase de ascenso».
El de 2002 fue el primer ascenso que vio en directo como hincha del Racing Sherezade Herrero (Obregón, 1985). «Era aún muy joven. Recuerdo el gol de José Moratón aquí, en este mismo campo –dice señalando al césped de los Campos de Sport–. Era pura magia lo que vivimos. Recuerdo que el Atlético de Madrid ya era campeón y que subimos directamente como segundos clasificados».
«Lo celebramos como tocaba, en los lugares habituales, y fue muy emocionante», explica sobre el que aún es, 18 años después, el último ascenso a Primera y el penúltimo de los trece que ha sumado elRacing a lo largo de su historia. «Aquello nos tiene que servir para motivarnos con el que viene ahora. Ya no está Moratón», comenta mirando al excapitán, «pero habrá otro que marque el gol. Ojalá podamos celebrar en alguna de las fuentes o donde sea un nuevo ascenso del Racing. Yo, por mi parte, es que estoy convencidísima de que lo vamos a conseguir».Sin menospreciar al adversario hace gala de su optimismo tras la temporada regular. Y concluye con una consigna que ya es lema: «Este año sí».
Temporada 13-14 | Oriol Lozano y Lucía Pelayo
Oriol Lozano (Sudanell, 1981) es el único superviviente que queda enSantander de aquel equipo que ascendió a Segunda en 2014.Los foráneos regresaron a casa y los de casa siguen en activo en otros equipos. Lo vivió todo en el Racing: la gloria de la competición europea y el barro de la Segunda B.Y hace cinco años, solo cinco años, formaba parte de aquella plantilla que trató de devolver al Racing al lugar que merecía, pero que se quedó a medias en el objetivo. «Fue un momento muy bonito por todo lo que se había vivido aquel año; en una temporada muy convulsa en todos los sentidos.En lo deportivo y en lo extradeportivo, así que el ascenso se vivió, más que nunca, como algo de todos.La gente se volcó con nosotros, porque hubo jugadores que ya en diciembre se tuvieron que marchar por la situación familiar y del club –no cobraban–.Creo que todo eso nos unió más para conseguir ese ascenso que tanto cuesta siempre», explica el catalán de nacimiento y ya cántabro de adopción.
«Yo estaba aquí fuera calentando –dice señalando la banda–, cuando vi el centro de RubénDurán en el minuto 88 y el gol en propia meta de Sellarés», evoca.Era el final exitoso a «una eliminatoria muy competida» que arrancó en Llagostera, «en un campo parecido al del Atlético Baleares.Ellos se basaban mucho en las jugadas a balón parado y nosotros sufrimos para poder contrarrestarlo», recuerda el exfutbolista. En unas circunstancias más que complicadas, aquel ascenso se fraguó a base de un gran compromiso de toda la plantilla en lo que fue el año del plante; del 'No se juega' copero.Costó «sacrificio, esfuerzo y también un poco de suerte, que siempre es necesaria para conseguir los grandes objetivos y en ese caso llegó a última hora; en ese minuto 88.Pero a tiempo para que subiéramos».
Muy joven era Lucía Pelayo (Santander, 1997), pero no tanto como para no recordar con absoluta nitidez el primer ascenso del que fue testigo de primera mano. En el anterior, el de Moratón, tenía cinco años. «Ese ascenso lo recuerdo como muy emocionante.No estaba tan involucrada con elRacing como ahora, pero lo viví en directo y con muchísima pasión. Vi el partido de ida en la pantalla gigante que se instaló en el Palacio de los Deportes y el de vuelta en los Campos de Sport.Estábamos en tensión porque seguíamos con 0-0 hasta el minuto 88, cuando se marcaron en propia meta», recuerda.Y hace un pronóstico: Este año es el año. Aquell temporada, con aquel ascenso, me había roto el cruzado. Esta vez lo vuelvo a tener roto. Así que de cruzado en cruzado y de ascenso en ascenso», bromea.
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