Estrenando carnés y en 'piñuca' a la Gradona

«Nosotras habíamos sido abonadas hace muchos años y por circunstancias tuvimos que dejar de serlo», explica Elena, y Milagros termina la frase a su cuñada. «Y este año hemos decidido volver. Los críos ya son mayores, nuestros maridos llevan treinta años de socios y los niños veinte, así que hemos dicho: 'Mira, vamos a volver con la familia y nos volvemos a la Gradona'». Van en plan 'piñuca', igual que la plantilla del Racing. Y siempre a Preferencia Norte. La Gradona por bandera. «A mi marido lo conocí en esa zona en el 93. Coincidimos cuando éramos pocas chicas allí y surgió. Y hasta hoy», recuerda Elena. «Nuestros hijos han ido siempre a la Gradona, desde recién nacidos, y hoy es el día que tienen 21 años los mayores y siguen siendo socios», explica.

Ella tiene dos y Mimi uno, pero es que casi toda la familia presume de tener el carné del Racing. Solo faltaban ellas. «Mi madre también fue socia durante treinta años hasta que falleció», cuenta Mimi, cuyo caso es uno de los que valida la frase 'de padres a hijos, de abuelos a nietos'. Las dos cuñadas se han hecho socias a través de la Peña San José, de Astillero. «Nosotras siempre hemos sido de Juventudes Verdiblancas, pero ya nos hemos hecho un poco mayores para estar en Juventudes. La San José, que es donde está nuestra familia, funciona perfectamente y estamos encantadas», confiesa Elena.

Ambas deseaban volver a tener enseguida entre sus manos ese rectángulo verde que a veces arropa y da calidez; y otras produce quemazón en el bolsillo. Por eso no dudaron en ser de las tempraneras a la hora de sacar el carné. «Lo hicimos el primer día porque se agotaban las entradas de la Gradona, que tenía muy pocas plazas liberadas. Lo habíamos decidido ya desde mitad del año pasado», admite Elena. «Dijimos que subieran o no, nosotras volvíamos, que los domingos ya nos aburríamos», apostilla Mimi. Y menos mal que se dieron prisa, porque únicamente había 200 vacantes en esa zona del campo y se agotaron enseguida.

Ahora en lo único que pueden pensar las dos cuñadas es en los 'on tour' de la temporada. «¡Uhh!, Tenemos Oviedo, Gijón, Racing de Ferrol, Burgos y seguramente Eibar, aunque no sé, pero La Coruña fijo. Esos van a ser seguro», comenta animada Mimi. «La temporada pasada pasado ya hice algún viaje con mi familia, pero vamos en autobuses», explica. Se refiere a los viajes organizados que realiza la Peña San José, porque Elena y Mimi no eran socias del Racing, pero sí de la pena astillerense, con lo que podían viajar en los desplazamientos comprando entrada para el partido.

A ellas no las ha hecho falta convencerse con la campaña de abonados -la decisión ya la tenían tomada- pero sí que echan en falta más apoyo para la gente joven que quiere formar parte de la familia racinguista. «Como madres nos gustaría que les dieran oportunidades y precios más económicos», dice Elena. «Por lo menos hasta los veinticinco, porque de dieciocho a veintitantos todavía no trabajan. En casas con tres o cuatro carnés es un pico», añade Mimi. «Fue una de las razones por las que yo tuve que dejar de hacerme socia. O iban mis hijos o iba yo. Había que elegir», revela Elena. «Este año ha habido mucho tirón. Ahora vas por Santander y los chavales llevan camisetas del Racing. Es un 'boom' y hay que aprovecharlo», valora Mimi.

La ilusión que persigue al Racing ya las ha alcanzado y esperan ansiosas la llegada de los fichajes. «Hay que pensar en los que se quedan y los que vienen, los que se han ido ya...», dice Elena, mientras Mimi asegura que es «muy de Mantilla». Pero si hay algo que las dos tienen claro es quién les gustaría que viniese al Racing, así, soñando un poco. «¡Pablo Torre!», canturrean al unísono.