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El Racing arranca la portada de un nuevo calendario. Doce meses por delante, como de costumbre, intensos. La vida en el alambre. En 2017, el club cántabro ha pasado de la UCI a planta, estable dentro de la gravedad, por la llegada del ... grupo Pitma como accionista mayoritario. Pero las llamas del infierno de la Segunda División B siguen castigando el trasero verdiblanco después de dos años y medio de penosa barbacoa. 2018 es un nuevo intento, el tercero consecutivo, de resurgir de las brasas. Con un futuro deportivo que sigue sin ilusionar a una masa social -como decía el genial Manolo Preciado- «más quemada que la moto de un hippie»; con la espada de la incertidumbre económica vigilada pero aún pendiente sobre el cogote y con múltiples frentes abiertos en los juzgados -la mayoría de ellos sin fecha-. Poca novedad por El Sardinero. Año de resurrección o 365 días de la marmota por delante. El balón como juez. El ascenso lo condiciona todo.
Coleccionar cromos mola. Quizá de ahí viene la expectación en cada mercado de fichajes. Una plaza de Pombo virtual. Es lo más inmediato. En eso anda el club cántabro estos días: buscando caras nuevas que alcen el rendimiento del equipo y reanimen las esperanzas de los parroquianos. Un delantero es la absoluta «prioridad». Dani Aquino no puede con todo. Y otro atacante, más un centrocampista de banda, objetivos pertinentes. Con una sola licencia libre para mayores de 23 años, parece que el término de la Navidad desembocará en una particular operación salida por la avenida del Stadium. ¿Juanjo?, ¿Córcoles?, ¿Álex García?, ¿Quique Rivero?, ¿César Díaz?... Si no se marcha nadie, una o dos incorporaciones tendrán que ser de jugadores sub 23. El 31 de enero finalizan las compras.
Paralelamente, el equipo ya se encuentra preparando la vuelta a la competición a las órdenes de un Ángel Viadero muy cuestionado. El domingo, a las 17.00 horas, el Arenas pone a prueba cómo ha sentado el parón a las filas verdiblancas. De momento sin nuevos mimbres, el primer hito deportivo para el Racing llegará en apenas unas semanas. El equipo cántabro se ve las caras de forma encadenada con sus dos principales rivales en la lucha por el título: Mirandés (20 o 21 de enero) y Sporting B (28 de enero). Esos resultados serán claves para ver hasta dónde puede llegar el cuadro montañés.
Cada semana es importante de aquí a junio. Sin respiro. Y el 13 de mayo el Racing culminará el campeonato regular ante el Real Unión como invitado en los Campos de Sport. Ahí, por fin, el equipo de Viadero sabrá -si no ha cantado el alirón o ha quedado defenestrado antes- si es campeón y obtiene pingües beneficios de cara a un hipotético play off; si entra como segundo, tercero o cuarto y tiene que ir por el camino largo o si a lo único que opta es a marcharse de vacaciones antes de tiempo.
Y, si todo va bien, el 14 de mayo empezará la lotería para el Racing con el sorteo para conocer rival en la lucha por subir a Segunda División. El día 20 arrancará la primera eliminatoria y, dependiendo de las circunstancias, el play off puede alargarse hasta el 24 de junio. Si es campeón, el conjunto verdiblanco podría volver a la élite el 27 de mayo o esperar hasta ese 24 de junio.
A partir de ahí, en lo deportivo, todo son hipótesis. Para ascender, el club tendría que cumplir los requisitos de LaLiga para poder obtener los derechos supuestamente logrados sobre el césped. Los temidos ratios. Y, sobre todo, para esa fecha el Racing debería tener ya su deuda a cero con la Agencia Tributaria. Una cifra que ahora ronda los cinco millones de euros y que la entidad espera ir abonando paulatinamente en los próximos meses para llegar limpio al momento clave. Si el Racing no asciende, no habría prisa. En este caso, las prisas sí son buenas.
Además, en el capítulo económico, la entidad santanderina afrontará allá por el mes de diciembre el tercer plazo del convenio de acreedores. Acaba de hacer efectivo el segundo y ese nuevo abono dependerá también de la categoría en la que milite. El acuerdo dice que se debe hacer efectivo el 20 por ciento de la deuda total de 11.562.317,46 euros. Unos 2.300.000 euros. Sin embargo, si el equipo permanece en Segunda B el pago será de 1.150.000. La mitad. En Segunda el plazo no sería un problema, ya que los importantes ingresos por televisión, sumados a los 450.000 previstos en concepto de subvención por el pago de la Seguridad Social de sus jugadores dejarían el horizonte mucho más claro.
Lo que no acaba, aunque esté prácticamente parada, es la actualidad judicial en torno a la entidad verdiblanca. De momento, la única cita fechada es la correspondiente al 18 de marzo, día al que se ha aplazado el juicio contra el expresidente Ángel 'Harry' Lavín y sus consejeros Jairo Lavín, Manuel Ruiloba y Jorge Madrazo por tratar de suspender la Junta de Accionistas del 31 de enero de 2014. El Racing no es protagonista principal, aunque para esa ocasión estará citado el actual mandatario verdiblanco, Manolo Higuera, en calidad de testigo.
Lo demás permanece en stand by, como la querella que los exfutbolistas del Racing presentaron contra Harry y Pernía. Después de que se les imputara un total de tres delitos -uno a Harry y dos a su «mentor», los propios exfutbolistas y la Asociación Unificada de Pequeños Accionistas recurrieron a la Audiencia al considerar que existen más hechos presuntamente delictivos. Los dos expresidentes se sentarán en el banquillo, las preguntas son ¿cuándo? y ¿por qué?. En consecuencia, hasta que la Audiencia no resuelva este recurso no se podrá fijar la fecha de apertura de juicio oral. Esta situación ralentiza la Acción Social presentada tras la Junta de la liberación. Se encuentra parada por prejudicialidad penal, es decir, hasta que no se resuelva la querella de los exfutbolistas. Va para largo.
Otro de los asuntos que debería dar pasos hacia adelante es el convenio de uso de los Campos de Sport de El Sardinero que el club empezó a negociar con el Ayuntamiento de Santander. No hay avances al respecto.
El pasado mes de abril, ambas partes tenían prácticamente acordadas algunas de las modificaciones más sustanciales al texto que rige desde los años ochenta, pero no terminan de ponerle punto y final a la operación. No se trata de firmar uno nuevo, puesto que ya existe uno en vigor y además con carácter indefinido, sino que la intención por ambas partes es la de modernizar ciertos apartados y sacarle mucho más partido a algo que tiene un potencial poco aprovechado.
El convenio actual, demasiado ambiguo, es una herencia del que se aprobó cuando existía el anterior campo y que vincula, como no podía ser de otra manera, a los nuevos Campos de Sport de El Sardinero.
Por otro lado, el Racing está a la espera de que la Audiencia conteste al recurso de Lavín en su intento de suspender las juntas de 2014 y retrotraer la situación del club al 31 de enero de ese año, cuando el racinguismo le dio la patada. Perdió en primera instancia, pero ha recurrido para buscar algún resquicio que le dé la razón y, de paso, seguir enmarañando la situación judicial a su alrededor. No parece que vaya a tener mucho recorrido en el futuro.
No es la única cuenta pendiente de Harry y Francisco Pernía. Ambos, acompañados por su representante de cabecera, Eugenio Botas, aún están a la espera de sentarse en el banquillo por el presunto intento de amaño del partido frente al Girona en 2013. La apertura de juicio oral fue declarada en junio de 2016 por los juzgados de la ciudad catalana y, a día de hoy, aún no hay novedades al respecto.
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