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La última noticia se produjo el viernes, en la rueda de prensa tras la victoria frente al Bilbao Athletic en los Campos de Sport. Lo dijo el entrenador del Racing, Guillermo Fernández Romo: «Espero que Carlos -Castro- ya esté en la dinámica del equipo ... la próxima semana». Por esta semana, se entiende. Así pues, el míster madrileño dice que cuenta con tener al delantero asturiano ya a su disposición, después de casi tres semanas de desaparición y bruma en torno a un futbolista que, con 42 minutos disputados en Liga hasta la fecha, tiene muchas opciones de salir del equipo en el mes de enero.
El último partido del de Ujo fue en Copa Federación, contra el Leioa. El pasado 27 de octubre. El asturiano jugó como delantero centro titular y en el minuto 45, sin razón física aparente, fue retirado por el técnico verdiblanco. En la comparecencia posterior, Romo afirmó que estaba lesionado.
Hasta ahí, todo cuadraba. El desajuste llegó a la mañana siguiente, cuando Carlos Castro entrenó con absoluta normalidad junto al resto de sus compañeros. Eso fue un jueves. En la sesión del viernes, lo mismo. Pero el sábado, de repente, se cayó de la convocatoria para viajar al día siguiente a Irún.
Las explicaciones desde el club a su ausencia han sido muy vagas. Que si «no se encuentra al cien por cien físicamente»; que si «fiebre»; que si «malestar»... El caso es que, en este tiempo, no se le ha visto ni trotar por el césped de las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia. El míster espera que su pupilo vuelva al trabajo esta semana. Habrá que estar atento.
Vuelva o no, Carlos Castro tiene muy pocas opciones de seguir en enero en el Racing. Si el club verdiblanco quiere reforzar el equipo, únicamente tiene libre una licencia sub 23. Por lo tanto, hay que hacer un hueco entre los más veteranos y el asturiano lleva una serie entera de décimos. De esos mismos números que parece tener Isma López después de su suplencia del pasado viernes frente al Bilbao Athletic pese a la ausencia de Eneko Satrústegui.
Precisamente tras el triunfo contra el filial rojiblanco, Romo dejó la puerta abierta a la entrada en el equipo del jugador asturiano. Aunque sonó a diplomacia utópica. Mucho debería cambiar el rendimiento o el estado de forma del futbolista en muy poco tiempo para cambiar su rol en la plantilla. «Dependerá de él, como de todos. Cuando estén bien y tengan esa disposición de poder rendir, podremos contar con ellos. Al final, por decreto aquí no juega nadie. Sin tener preferencias, yo tengo unos jugadores que me parece que nos pueden dar mucho más que otros hoy. Ya veremos mañana».
Carlos Castro llegó a Santander el pasado verano como complemento para Cedric en la delantera verdiblanca. Su carrera estaba en claro descenso, pero a sus 26 años -y con quince tantos anotados en dos temporadas en Primera División- no era descabellado pensar en que hubiese llegado el momento de tocar fondo para reflotar su trayectoria. Meter goles, dicen, es como montar en bicicleta. «El Racing es un buen sitio para volver a estar a mi nivel», afirmó el día de su presentación
Pero esto no siempre funciona así. Llegó a Santander dos años después de su último gol (de penalti). Desde el primer momento, su rendimiento no solo no ha convencido a Guillermo Fernández Romo sino que, además, ha estado a años luz del de Cedric. Así que, a principio de temporada, le tocó el rol de los últimos minutos. Incluso, el técnico le eligió en alguna ocasión para refrescar el extremo derecho en lugar de algún futbolista más específico como Marco Camus. Sin embargo, terminó desapareciendo paulatinamente del terreno de juego para firmar esos 42 pírricos minutos que figuran en su haber.
En Copa Federación ha jugado bastante más, aunque su presencia, visto el rendimiento y pese a que la actitud no fue mala, ha resultado meramente testimonial. Ni siquiera una ocasión de gol que destacar. En Avilés fue titular y, en un choque en el que hubo prórroga, estuvo 101 minutos sobre el terreno de juego. Posteriormente, llegó el choque contra el Leioa, en el que también partió de inicio como delantero de referencia. La pasada semana, en la rueda de prensa previa al Bilbao Athletic, el propio Romo reconoció que Carlos Castro «no estaba preparado» para jugar como titular, o al menos no para hacerlo junto a otro futbolista falto de ritmo como Jack Harper. Llegó el descanso y desapareció.
Salvo que el delantero obre un milagro de aquí al 19 de diciembre, su fichaje ha resultado un absoluto fracaso. Y eso le genera al Racing un problema ya habitual en los últimos mercados invernales. Se apuesta por un futbolista y no está a la altura. Eso alimenta a la pescadilla que se muerde la cola. Al club propietario ya no le interesa, pero además, su rendimiento reciente le hace poco o nada atractivo para los potenciales compradores. Entonces, la situación acaba en despido. Es decir, a pagar el resto del contrato. Y por ahí parece que pueden ir los tiros con Carlos Castro.
«El fútbol es como la vida, hay altibajos, hay momentos buenos, hay momentos malos... Es cuestión de trabajar para intentar volver. Trabajar tanto física como mentalmente y creo que en eso estoy, en el mejor sitio para hacerlo y ojalá así se dé». Eso es lo que dijo el delantero de Ujo en su rueda de prensa de presentación. De momento, esas buenas intenciones no han surtido efecto y tiene un pie fuera del Racing. Casi tres semanas después, Guillermo Fernández Romo le espera sobre el terreno de juego de La Albericia para retomar ese trabajo. Justo cuando Cedric está sancionado, aunque ni en el mejor de los casos llegará al choque del domingo en Zamora. Además, otros atacantes de distinto perfil, como Harper o Manu Justo, ya le han adelantado por la derecha.
El Racing ha suscrito cuatro nuevos convenios de colaboración y mantiene, para esta temporada, más de una quincena en vigor con equipos de Cantabria. El Club Deportivo El Muelle, el Club Deportivo Los Ríos (Santander), el Club Deportivo Salla Indivisa Manent y la Asociación de Vecinos La Marisma rubricaron en las Instalaciones Nando Yosu estos acuerdos, articulados a través de la Fundación verdiblanca. Estos clubes se suman a Club Deportivo Tropezón, Textil Escudo, Marina Sport, Sociedad Deportiva Nueva Montaña, Unión Montañesa Escobedo, Club Deportivo Naval,Sociedad Deportiva Amistad, Sociedad Deportiva Solares-Medio Cudeyo, Cultural de Guarnizo, Sociedad Deportiva Noja, Centro Deportivo Bezana, España de Cueto y Agrupación Deportiva Peña Paco Liaño.
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