Adiós al latido de Pepe Somarriba

Pepe Somarriba, jugador del Racing en la temporada 1954-55 y entre 1956 y 1959, nació en Colindres, y hasta los diez años su vida trascurrió en torno a la iglesia del Carmen de esta localidad, hasta que su familia se trasladó a Santander. Fue en la capital donde comenzó a jugar al fútbol, en el equipo playero del Castelar, al mismo tiempo que disputaba el torneo de Barrios con el Inmaculada. Después de jugar en la temporada 1949-50 con el legendario Kostkas, se incorporó a la órbita del Racing, donde su tío, Juan, había sido directivo. En el equipo racinguista comenzó en infantiles, ganando el torneo de Barrios de 1951 e imponiéndose en la final por dos a uno a la UD San Fernando. En aquel equipo jugaba el portero Manolín, así como Mesones, que llegarían también al primer equipo racinguista. Repitieron título en 1952 ante el CD Concordia. Somarriba también era habitual en la selección juvenil de Cantabria, que entonces dirigía el exjugador del Racing e internacional del Atlético de Madrid Germán Gómez. En esta época de estudiante en los Escolapios, alternó el fútbol con el baloncesto.

En el Rayo Cantabria (1952-54) tuvo como compañeros a Zamoruca, Manolín, Santín, Linares, Mora, Enrique Orizaola, Campón, Mendi y Paco Gento, entre otros. Desde el filial saltó al primer equipo en la temporada 1954-55, cuando el Racing estaba en Primera División. Debutó contra el Barcelona en Les Corts el 7 de noviembre de 1954. Los racinguistas jugaron aquel día con Zamoruca; Gómez, Felipe, Somarriba; Bermúdez, Goñi; Magritas, Moro, León, Santín y Arsuaga.

Durante su etapa como futbolista, Somarriba no abandonó los estudios y terminó la carrera de Derecho. Estudiaba por libre y se licenció en la Universidad de Salamanca en 1958. Sus estudios le permitirían ser internacional en tres ocasiones con la selección española universitaria, debutando el 9 de agosto de 1955 con victoria por diez a dos ante Luxemburgo, en la IV Semana Internacional del Deporte Universitario que se celebró en San Sebastián.

Cumplió el servicio militar en el santanderino Regimiento Valencia, junto a otros jugadores como Félix y Laureano. No perdió el ritmo competitivo, aunque estuvo una temporada más en el Rayo (1955-56). Luego regresaría al primer equipo para ser uno de los habituales en las alineaciones de entrenadores como Nando, Enrique Orizaola, Víctor Garay, Juan Ruiz o Louis Hon, siempre en Segunda División, con una gran temporada, la de 1957-58, donde el club se desprendió en plena competición de dos de sus mejores hombres (Gómez y Santín) para cedérselos al Sevilla.

Tras jugar 60 partidos oficiales con el Racing, Pepe Somarriba marchó a jugar en el Real Murcia (1959-61), donde llegó por petición del entrenador santanderino y viejo amigo, Enrique Orizaola. Sus buenas actuaciones le llevaron en la temporada 1961-62 al Sevilla CF, donde apenas pudo jugar por problemas en sus piernas. Se retiraría en 1964 tras dos años en el Sevilla Atlético.

Gracias a sus conocimientos en Derecho, fue presidente del Comité de Competición de la Federación Cántabra de Fútbol durante más de dos décadas, así como asesor jurídico del Racing, donde además fue uno de los cofundadores de la Asociación de Exjugadores, de la cual redactó sus estatutos.

Con las lógicas medidas de prevención contra la pandemia, el funeral por el alma de Pepe Somarriba se celebrará este sábado, a las 11.00 horas, en la iglesia parroquial de los Redentoristas, en el Alto Miranda, para posteriormente ser incinerado en el cementerio de Ciriego. Antes de su partido contra el Barakaldo, el Racing guardará un minuto de silencio por el alma de este jugador cuyo corazón impulsó una ejemplar vocación de abogado y futbolista. Descanse en paz.