Los favoritos de Javi Rozada

«Puedes pedirme cualquier cosa que quieras, excepto tiempo». Napoleón Bonaparte tenía bastante claro que el tiempo no se regala. Y en el Racing pasa un poco lo mismo. Los jugadores saben que cada segundo cuenta, que cada minuto sirve para demostrar la valía y dejarse la piel sobre el campo. Aunque a veces de tantas ganas que se quieren poner las cosas no salen. Algunos arañan migajas y otros no se cansan de enfundarse la camiseta y saltar al prao cada jornada. En el apartado de los más habituales Iván Crespo se lleva la palma. Ha jugado todo y de principio a fin. 540 minutos en seis partidos y solo dos goles encajados. Uno en la primera jornada de Liga ante el Portugalete en El Sardinero y otro en la última -aplazada en su momento- frente al Leioa en Sarriena. En el otro lado de la balanza está su sustituto Lucas Díaz, que entra en la lista de convocados para cada partido, pero ni siquiera llega a calentar. Casillero vacío. Cero minutos en su cuenta. Puede que el meta tenga su oportunidad en la Copa del Rey, aunque esta opción no está del todo clara. Quizá Rozada no quiera arriesgar y siga apostando por Crespo. Los cántabros juegan la eliminatoria a partido único ante el Mutilvera el próximo jueves, 17 de diciembre, justo después del concluir el confinamiento domiciliario que están cumpliendo a resultas del positivo por coronavirus de Jon Ander. A la falta de ritmo competitivo por el parón se une que solo 90 minutos serán jueces del pase de ronda. Cara o cruz. Doble o nada. Todo a una carta. Y está por ver qué nombre lleva impreso.

Matic es otro de los que sobresale y no solo por su envergadura. Sus 515 minutos le avalan. El croata se ha convertido en un fijo para Rozada desde que llegó al equipo. Lo ha jugado casi todo. Seis partidos. Los seis como titular, pero el cambio por Andrade en el minuto 65 en la primera jornada de Liga ante el Portugalete le ha arrebatado un pleno de minutos. El central, que bien podría pasar por un jugador de baloncesto, se ha revelado como uno de los pilares de la defensa. Una torre que apuntala el muro que Rozada ha construido en torno a Crespo.

Óscar Gil (360 minutos) y Figueras (270 minutos) también forman parte de esa empalizada, y aunque son igualmente dos piezas recurrentes en los onces del técnico asturiano, se han perdido partidos por diversos motivos. El fallecimiento de un familiar el primero y por lesión el segundo. De no ser así, seguramente sumarían más minutos, pero por ahora hay un canterano que les ha tomado la delantera. Diego Ceballos. El brote verde crecido al calor de La Albericia es una de las revelaciones de este Racing y ha dejado destellos de calidad en cada partido, con la salvedad del choque ante el Laredo. Pero es que en San Lorenzo los de Rozada apenas hicieron acto de presencia.

La oportunidad le llegó al santanderino en la primera jornada de Liga y no la desaprovechó. Entró en la segunda mitad sustituyendo a Álvaro Mantilla, otro canterano, y desde entonces se afianzó en el esquema del míster asturiano. Fuese el que fuese. El lateral derecho ha disputado 494 minutos con el Racing, repartidos en seis encuentros jugados y cinco de ellos completos y como titular. Se ha hecho omnipresente. Y eso que en pretemporada tenía a otros por delate y no era una de las grandes apuestas en las quinielas para derribar la puerta con vehemencia.

Otro que se ha convertido en insustituible a lo largo de las jornadas es Álvaro Bustos, con 408 minutos a sus espaldas. Se ha ganado el puesto a pulso y ha convertido la banda izquierda en su territorio. Velocidad y un talento innato para el desequilibrio que le hacen capaz de hacer fuego en la nieve. El asturiano se ha afianzado en el once y ha cautivado a la afición a través de la televisión, por aquello de que son tiempos de pandemia, todavía no se puede pisar El Sardinero y toca ver el fútbol a través de la pantalla o a la antigua usanza, con la oreja pegada a la radio. Ha jugado cinco partidos, todos como titular, aunque solo dos de ellos completos.

Únicamente se cayó de la lista de Rozada por obligación. Una lesión muscular de grado I- II en el bíceps femoral de la pierna derecha que se hizo durante un entrenamiento le sacó del cuadro de honor ante el Alavés B. Por lo demás, un imprescindible. Rozada ni siquiera le dio descanso en Sarriena ante el Leioa a pesar de que a cuenta de las rotaciones introdujo siete cambios de inicio y de que cuatro días después el equipo tenía que viajar a Zubieta para verse las caras con la Real B. Pues ni por esas.

Pablo Torre brilla con fuerza dentro de una cantera esquilmada como la verdiblanca. El prometedor mediapunta buscaba asomar la cabeza en el primer equipo racinguista a principio de temporada, pero ya se ha convertido en titular habitual y jugador clave. Ha disputado los seis partidos de Liga, cinco de ellos como titular, y acumula 392 minutos. Y si se gira la cabeza hacia La Albericia el nombre de Martín Solar aparece señalado con flechas iridiscentes y parpadeando entre luces de neón. Al centrocampista no le ha hecho falta mucho tiempo sobre el césped para sacarse de la chistera dos goles y una asistencia ante el Barakaldo, en el que hasta ahora ha sido el mejor partido del Racing. Magia y talento en solo 120 minutos.