Cómo quedarse a gusto

Ahora bien, las prisas no son buenas ni para los ladrones y ni para los malos toreros. Tampoco para los estudiantes que se dan un atracón de última hora al verle las orejas al lobo en busca del aprobado raspado. No obstante, aprobar es aprobar se mire por donde se mire y al Racing le urge superar su asignatura pendiente: ganar. Se la llame final, utilizando ese dialecto propio del mundo del fútbol o se le denomine partido sin más. Por eso importan más bien poco los métodos empleados esta tarde si al final el equipo suma los tres puntos ante el Mirandés .

A Ania empiezan a apretarle más de la cuenta el corsé de entrenador, ese traje que aprieta y ahoga. Y también los exámenes de suficiencia. Buñuel, Kitoko, Lombardo, Yoda, David Rodríguez... Los nombres, los cambios, las urgencias, el miedo... Todo revolotea en su cabeza. Sabe que en la sexta fecha, el calendario le ha puesto delante una prueba con poco margen: un rival directo, sin victorias en el casillero y en su casa. Una papeleta.

Puede probar un planteamiento nuevo, mantener el utilizado, improvisar o hacer lo que deseé, pero el resultado tiene que ser un triunfo. No se puede perder este partido si no quiere vilipendiar buena parte del crédito que pesa sobre este equipo. La premura con la que llega el compromiso de este martes tiene dos lecturas: la primera, no ha habido tiempo para prepararlo -se jugó ante el Rayo Vallecano el pasado viernes- y la segunda la apuntó el propio entrenador: «Afortunadamente el fútbol nos da la oportunidad de recuperarnos con otro partido en apenas cuatro días»: No se hable más.

El asturiano no quiso hacer pública la lista de convocados y lo hará este martes, horas antes de saltar a El Sardinero. Será por mantener la concentración hasta el final. En el entrenamiento de este martes por la mañana o de camino al estadio será cuando les diga a los jugadores quién se viste y quién no. Sobre el papel recupera a Abraham Minero y a Nico Hidalgo y pierde a Nkaka, que el pasado viernes se autoexpulsó sin darse cuenta después de estar haciendo méritos para ganarse el puesto. Sobre su cabeza retumban los errores de este inicio de Liga; permisividad defensiva, malos despejes, poca contundencia en la marca, excesivos riesgos en los últimos minutos... Reo de su propia predisposición y de su deseo a ultranza de ganar. Por cosas como estas, la puesta en escena de hoy tiene visos de que, sin traicionar la filosofía de juego del grupo, será diferente. Los cambios más presumibles son los de Aitor Buñuel (lateral derecho), Kitoko (pivote) y Lombardo (derecha). Con la amenaza de una entrada en estado catatónico si se pierde ante el Mirandés, Ania es probable que dé un paso atrás pero para coger impulso. Con Buñuel reforzará el lateral derecho, que ante el Rayo Vallecano fue una autopista; con Kitoko amarrará el centro del campo que en Vallecas naufragó y con Lombardo no renunciará a mirar la portería rival, algo tan necesario como preocupante cuando no se hace bien. A los hechos -mírese los cinco partidos disputados- hay que remitirse.

Ania se empeñó en quitarle hierro a esa sensación de final y de urgencia que merodea por el racinguismo. Más aún teniendo delante un rival de su teórica Liga. «Son tres puntos, igual que van a ser en otras jornadas, pero es una situación en la que necesitamos ganar. Todos los partidos los competimos bien y se decidieron por detalles. Y este partido se va a decidir por lo mismo». Pues nada, a por los detalles sea dicho. No se hable más.

La defensa debe cerrar filas. Con Gil, fuera de las listas, y Olaortua purgando sus fallos, a Alexis y Figueras se les debe exigir mucho más. Ninguno ha cometido un fallo por el cual se les pueda señalar con el dedo, pero tampoco han ofrecido el nivel que se espera. Ni en la salida de balón que Ania les pide ni en la contundencia en la marca que se les supone. No han estado del todo atinados. Dos futbolistas como ellos, con horas de vuelo en la élite, no pueden pasar desapercibidos o aprobar raspado. El equipo les necesita. Hoy es el día.

«Sabíamos de la entidad del rival, pero no esperábamos que fueran tan superiores a nosotros», añadió un Ania resignado tras el repaso que el Rayo Vallecano le dio a su equipo el pasado sábado. Pero aún con la superioridad sobre el campo, el Racing tuvo en su mano sacar algo positivo; el rival se quedó sin un jugador por expulsión y más tarde le señalaron un penalti a favor. Pues bien, la baja del Rayo la compensó con la misma 'herramienta' Nkaka y Yoda mandó a la madera la pena máxima. Obviamente no son fallos achacables al banquillo, pero...

Lo cierto es que salvo el duelo ante el Rayo Vallecano no ha habido un partido en el que los rivales hayan sido tan superiores. Es más, en los otros cuatro encuentros siempre dio la sensación de poder ganar. Quizás por eso el técnico insistía ayer en «aprovechar nuestros buenos momentos» para lograr los objetivos. Pero para eso es necesario que se eviten las distracciones en defensa y se saque partido a lo que tiene del centro del campo hacia delante. Esos son los detalles de los que habla Ania.

Así las cosas, en el centro del campo, es un incógnita saber si el Racing de este martes apostará por acumular hombres en el centro del campo -como en Vallecas, que salió con un trivote- o se decantará por el estilo tradicional de dos futbolistas. Mario Ortiz y Sergio Ruiz ha sido la pareja elegida siempre que ha podido el entrenador. La puesta a punto de Kitoko le da la posibilidad de elegir en esta ocasión y el congoleño siempre está presente en al pizarra del asturiano. Si juega con los tres reforzará el centro del campo a riesgo de perder un mediapunta; si por el contrario sitúa a dos, nada cambiaría del dibujo fetiche del técnico. Pendientes de esa decisión estarán Cejudo, Lombardo y Yoda. El que puede volver al banquillo es Cayarga, que si bien jugó en Vallecas, su perfil más defensivo puede condenarle a la suplencia. Entre los otros tres, posiblemente los jugadores con más calidad del equipo, toca decidir para ocupar dos bandas que necesitan tener recorrido. En la última jornada el descarte fue el francés, pero realmente sería llamativo que se volviese a quedar sin jugar y más en casa en un partido en el que se ha de atacar y proponer.

Finalmente, y ante la escasez ciertamente preocupante de goles, lo de la delantera es un sudoku. Entre Nuha, Barral y David Rodríguez -los tres delanteros- suman un gol y de rebote en un penalti. Han jugado todos y salvo el partido ante Las Palmas de Nuha, ninguno dio la nota. Más pena que gloria. Con un rival que vendrá a replegarse, a esperar el error y a tener paciencia, Ania tiene la posibilidad de apostar por un delantero referencia y posicional, como David Rodríguez, o un futbolista dinámico como Nuha. Con Barral tiene un poco de todo, a falta de que el andaluz dé de si lo que se espera.

El Racing este martes -permítase la insistencia- debe aprobar sea como sea. Hoy no es un día en los que el aficionado debe salir contento con lo que ha visto -que también- sino con un triunfo. Lo de que no es una final porque quedan 37 partidos, más allá de ser una realidad semánticamente, no deja de ser un discurso precocinado e insípido como el estribillo de un canción de verano. El jefe del vestuario repitió que todo empezaría por «dejar la puerta a cero. No lo hemos conseguido, pero es algo que te permite llegar más tranquilo». Tomá claro. Al menos te asegura no perder, cosa que hoy revolucionaria el entorno, algo que el otro día sobre estás mismas páginas Quique Setién señaló como fundamental. Eso que rodea al equipo y que a veces gana partidos. En ese sentido Ania afirmó que «el vestuario es ajeno a la crítica», porque -según añadió- «autocrítica la hacemos nosotros mismos. No estamos pendientes de lo que digan». Es difícil encontrar a algún futbolista y/o entrenador que reconozca que lee los periódicos, escucha las radios o ve las televisiones -ahora, además, que sigue las redes sociales-. Menos mal. Se pondrían más nerviosos.

Del rival, Ania resaltó que «es un equipo que tiene buena transición. No es un equipo combinativo, es vertical, tiene velocidad y uno contra uno en bandas. Posiblemente nos dé la iniciativa y espere a que cometamos algún error que nos pueda penalizar». Lo conoce bien: No en vano fue su primer rival el año pasado para el ascenso, aunque reforzado con algún jugador que le 'birló' a última hora al Racing. Sea como fuere, lo de hoy no puede acabar mal, porque aunque quede tiempo para recuperarse, el estudiante que falla tanto cuando arranca el curso empieza a comprometer el aprobado en junio.