La Gradona de los Malditos suspende sus actividades

«Esta vez se han rebasado todos los límites, prohibiendo de forma arbitraria que animemos a nuestro equipo como mejor sabemos», afirma el colectivo a través de las redes sociales. Así, La Gradona de los Malditos aseguró que cesará en sus tradicionales iniciativas de «animación, fiestas, corteos... Hasta que se reviertan las medidas adoptadas».

«Sabemos que nuestro apoyo es vital para los jugadores, pero estamos hartos de soportar una represión injustificada en una grada que siempre ha sido ejemplar. Pedimos comprensión al resto de racinguistas y confiamos en que la situación pueda revertirse», concluyen.

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Al respecto también se ha pronunciado la Asociación de Peñas Racinguistas: «Estamos cansados de la represión injustificada. Prohibición de megafonía, tarima, bombos, tifos, banderas... Todo ello dentro de la normativa que rige LaLiga. Animar no es delito».

Desde la pelea acaecida en Piquío en las horas previas al Racing-Málaga, añadida a los anteriores sucesos coincidentes con la visita del Oviedo en Peña Herbosa, los controles, la presencia policial y las medidas de seguridad han aumentado en los partidos que el Racing disputa como local. Por ejemplo en el último ante el Zaragoza, calificado además como de alto riesgo. Especialmente en la zona de Preferencia Norte. Sin embargo, las peñas consideran que la mayor parte de los aficionados ubicados en esa parte del estadio está pagando por el comportamiento condenable de quienes participan en los altercados.