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Sergio Herrero
Santander
Miércoles, 29 de diciembre 2021, 10:28
Como un gato enganchado con las uñas a la alfombra para evitar que le metan en la bañera. Así anda el expresidente del Racing ... Ángel Lavín, 'Harry', cuando ve la puerta de la cárcel cada vez más cerca. El exmandatario verdiblanco trata de retrasar su entrada a prisión con los escasos recursos que le quedan. Ahora lo ha intentado con un escrito de subsanación respecto a la inadmisión del recurso que presentó contra su sentencia. Aunque no debería tener recorrido jurídico, el documento obliga al Tribunal Supremo a resolverlo. Y eso es tiempo que gana Harry. Para que caiga un meteórito, baje un platillo volante a abducirle o para hacer un 'Puigdemont' y pirarse lejos. Porque su firme condena de dos años y nueve meses por expoliar el club ya no tiene marcha atrás.
Un escrito de subsanación, en circunstancias normales, busca, tal y como su nombre indica, corregir o completar un fallo que no reúne todos los requisitos indispensables. No parece el caso. Es una de las pocas aberturas que han encontrado Lavín y su defensa para seguir peleando contra lo que se antoja inevitable. Lo de dilatar y embarrar los procesos jurídicos es algo que ya han venido usando tanto Harry como su mentor, el también expresidente del club Francisco Pernía, en los diferentes procesos en los que se han visto involucrados.
El próximo día 5 de enero las partes están llamadas a presentar las alegaciones que consideren oportunas y la acusación, formada por el colectivo de exjugadores, liderada por quien ocupase el asiento central del palco de los Campos de Sport una vez ya desalojados los okupas, Manolo Higuera, y por la Agrupación Unificada de Pequeños Accionistas (AUPA) espera que la corte resuelva de forma inmediata para dilatar lo menos posible lo que para el racinguismo supone alcanzar la meta de una carrera de ultrafondo. Desde el 27 de diciembre de 2012. Nueve años ya pasados.
Este movimiento a la desesperada de Lavín llega después de que el Tribunal Supremo tumbase a principios de este mes su último recurso contra la sentencia que la Audiencia Provincial de Cantabria dictó ahora hace un año. Le cayeron finalmente los dos años y nueve meses, además de 216.400 euros de indemnización al club, que ahora debe cumplir. La primera condena fue de tres años y medio, pero la Audiencia la rebajó tras aplicar la atenuante de dilaciones indebidas en el procedimiento.
Este escrito de subsanación, lo que va a hacer es retrasar la resolución de la Audiencia Provincial para fechar su entrada en prisión. No había ninguna previsión sólida, pero alguno de los miembros de la acusación hablaba de marzo como posible hito final de esta parte del proceso –la pieza de Francisco Pernía va por otro lado–. Sin embargo, la maniobra de Harry, aunque resulte inane en lo jurídico, probablemente mandará aún más lejos el desenlace.
Aquella sentencia afirmó que, durante el juicio, quedaron «acreditados los mecanismos y operaciones por los cuales el Real Racing Club resultó perjudicado económicamente debido a que el acusado, actuando en su condición de consejero delegado y presidente, se dio de alta en la Seguridad Social, se asignó y cobró un sueldo y celebró dos contratos en perjuicio de la sociedad que administraba, todo en ello en beneficio propio y con abuso de sus funciones, quebrantando el deber de lealtad, lucrándose y generando un perjuicio al club que administraba».
Harry fue juzgado por cuatro hechos: por asignarse de manera «unilateral» un sueldo de 72.000 euros anuales en 2012, cuando el club estaba «al borde de la desaparición»; por el contrato a José Ignacio Urquijo como director técnico deportivo de los equipos de todas las categorías salvo el primer equipo; por el contrato de arrendamiento de servicios con la empresa Blu Sistemas y Proyectos, pese a que estaba en disolución y sin actividad los tres años precedentes y con el informe contrario de los administradores concursales, y en cuarto lugar, por la renovación del alquiler de tres apartamentos en la urbanización 'Albatros', por cinco años y una renta anual de 48.000 euros.
En los tres primeros supuestos, la magistrada de lo Penal consideró «sin duda más que probada» la administración desleal, y calificó la gestión de Lavín de «fraudulenta y más que engañosa», entendiendo además que había una «continuidad delictiva».
Concluyó que la conducta del expresidente causó perjuicio en el capital social y patrimonial de la Sociedad Anónima Deportiva –bien jurídico individual–, pero también de modo colectivo, por lo que al imponer la pena tuvo en cuenta, además de la «relevante» cuantía económica, el perjuicio ocasionado a los abonados del club, empleados, aficionados y la sociedad en general en el ámbito deportivo.
Pese a que Gelucho y Víctor Diego presentaron en 2012 sólo una querella criminal, fueron los tribunales los que decidieron dividirla en dos partes. Yla segunda pieza también está avanzada, aunque con los tiempos mastodónticos de la justicia. Ese segmento es el que repercute al mentor de Ángel Lavín y aún presunto urdidor de todo: Francisco Pernía. Aún, porque pese a haber sido condenado, su recurso sigue pendiente de resolución en el Tribunal Supremo. Y todavía puede quedar un ratuco más que esperar para llegar al punto en el que se encuentra ahora mismo Harry.
El pasado 17 de abril, el de Cóbreces fue condenado a una pena de cuatro años de prisión y una indemnizacion de 127.357 euros por un delito continuado de apropiación indebida y administración desleal durante su mandato al frente del club. Posteriormente, Pernía, que acudía a la Audiencia como primera instancia dada la naturaleza de los hechos que se le imputaban, presentó un recurso de casación ante el Supremo que sigue aún pendiente de resolución en un plazo que se prevé largo. Así al menos lo estimaba en noviembre Manolo Higuera, abogado principal en el proceso que promovieron los exfutbolistas, a los que representa en la sala.
«Es un recurso muy largo, hay que tener en cuenta que –Pernía– contrató a un especialista específico para armarlo bien. Está pendiente de resolución y nunca se sabe lo que puede tardar, porque los plazos son muy largos. No me atrevería a decir con seguridad que el próximo año se pudiese resolver», explicó Higuera, que como parte en el proceso está puntualmente informado de toda su evolución.
Ángel Lavín, 'Harry', tiene las horas contadas para entrar en prisión por su fraudulenta gestión como presidente del Racing. Sin embargo, el exmandatario verdiblanco sigue peleando para retrasar al máximo su llegada a la cárcel. Lavín ha presentado ante el Tribunal Supremo un escrito de subsanación respecto al auto que le condenó a dos años y nueve meses de cárcel por delitos de administración desleal.
En términos jurídicos, un escrito de subsanación busca que el fallo sea completado o no reúne todos los requisitos indispensables. Con esto, Ángel Lavín apenas podrá conseguir algo más de tiempo para retrasar su entrada en prisión, una estrategia que tanto él como su mentor, el también expresidente del Racing Francisco Pernía, han utilizado en sus múltiples causas en los tribunales.
Ganará tiempo porque, aunque no tenga mucho recorrido, el Tribunal Supremo está obligado a resolverlo. El próximo día 5 de enero las partes están llamadas a presentar las alegaciones que consideren correspondientes y la acusación, formada por el colectivo de exjugadores y por la Agrupación Unificada de Pequeños Accionistas (AUPA) esperan que la corte resuelva de forma inmediata para dilatar lo menos posible lo que para el racinguismo supone alcanzar una meta.
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