La hora de la verdad

Desde el décimo, el Huesca, hay apenas nueve puntos de distancia con el decimonoveno, la Ponferradina, primer equipo en posiciones de descenso. La vida y la muerte -deportivas, claro-, en un pañuelo. Un macabro juego de las sillas, con muchos traseros por ubicar.

Del decimosegundo al decimoctavo, los que salvaría el pellejo, van tres puntos de distancia. Todo arde. Luego está el escalón que mantiene a raya a los de abajo. Los cuatro puntos que separan a un Sporting con muy mala cara del conjunto berciano. La victoria en El Toralín frente a un potente Alavés ha mostrado a todos los implicados que el equipo de David Gallego sigue muy vivo. Así, Andorra, Mirandés, Leganés, Zaragoza, Oviedo, Racing y Sporting harían bien en mantener las orejas pinadas y los ojos bien abiertos.

Y después, Málaga, Ibiza y Lugo, de momento, no han bajado los brazos. Suman, aunque no lo suficiente. Merece la pena no perder de vista, especialmente, a los andaluces, ya que sus seis últimos partidos, ante contrincantes que probablemente no se jueguen nada, puede ser favorable para el milagro.

De vuelta al Racing, ya el hecho de depender de sí mismo es algo para valorar. Los de José Alberto lo tienen muy bien, pese a los dos puntos de renta que perdieron el pasado domingo tras el empate en Lugo. Porque son cinco con respecto a la Ponferradina, pero además con diez goles a favor en el cómputo general -el particular lo tienen empatado-. Virtualmente, seis puntos. Dos partidos.

En semanas anteriores, Íñigo Vicente o el propio técnico verdiblanco hablaron de alcanzar los 50 puntos para lograr el objetivo de la permanencia. Ayer, Aritz Aldasoro lo cifró en unos 48. Diez puntos, de los treinta que restan por disputarse, le serían suficientes a los cántabros. Diez empates. Tres victorias y un empante. Dos victorias y cuatro empates... La combinación que más les guste.

Con la media de puntuación que lleva el Racing desde la llegada de José Alberto le daría de sobra. Son 1,33 puntos por partido los que acumula el equipo verdiblanco con el técnico asturiano. 1,33 respuestas acertadas, por diez partidos, hacen un total de trece puntos para alcanzar 51. Suena bastante bien.

Claro, estos números son como cuando el míster ensaya jugadas en los entrenamientos y coloca los muñecos, como rivales, esparcidos por el terreno de juego. Sin oposición. Quedan diez partidos. Diez contrincantes. Un trayecto en el que habrá un poco de todo. De momento, arrancará este sábado, en los Campos de Sport, frente a un aspirante al ascenso. Un Levante, cuarto clasificado, y a dos de los puestos de honor, que no pasa por su mejor momento tras tres encuentros sin ganar.

Posteriormente, el Racing visitará a una de las revelaciones de la categoría: el Burgos. Los castellanos son sextos y parecen haber perdido comba con los puestos de play off, abocados a navegar en la zona media. La otra sorpresa del campeonato, el Albacete, sexto, será quien llegue a Santander una semana después.

A mediados de abril, un rival directo: el Zaragoza. Allí, en La Romareda. Un duelo entre clásicos y, probablemente, con una importante carga ambiental. Y después, el ying y el yang, ambos en casa. Uno de los favoritos y actual segundo clasificado, el Granada; y un Ibiza que por esas fechas puede estar ya descendido incluso de forma matemática.

En el mes de mayo, donde todo ya puede estar definido, o no, en la parte baja de la clasificación, el Racing tendrá que visitar al Mirandés, recibir al Mirandés, viajar al Carlos Tartiere de Oviedo y el último encuentro de la competición será frente al Cartagena, en los Campos de Sport, donde el racinguismo espera ver a un equipo verdiblanco con su plaza asegurada, la próxima temporada, en Segunda División.