Maldito minuto 91

«Cada partido es una urgencia y tenemos que intentar sumar de tres en tres. Nos están pasando muchísimas cosas y el equipo merece más puntos de los qu tiene ¿No los tenemos? Hay que seguir buscándolos sin bajar los brazos», afirmó este jueves el técnico, Cristóbal Parralo, en rueda de prensa. Los problemas y su frustración crecen.

Todo en una semana en la que el comedido alzamiento de la afición racinguista parecía que iba a tener el efecto de una piedra sobre el agua. Que iba a provocar círculos concéntricos. Ondas. Ola de cambio. Pero o la metamorfosis es muy profunda o no parece que en el club se haya hecho mucho por virar el rumbo. Derogar normas sociales absurdas no se antoja suficiente como para arreglar el aspecto deportivo del Racing.

El equipo cántabro llega a Cádiz. El conjunto dirigido por un entrenador de infancia santanderina y de horripilante paso por el banquillo racinguista, pero que le tiene tomada la medida a su exequipo. Tras una primera parte fulgurante del campeonato, el Cádiz ha comenzado a dar algunos síntomas de debilidad que le han llevado a perder el liderato. Tiene números poco mejores que los verdiblancos en las últimas siete jornadas. Seis puntos de 21, por cuatro de los de Cristóbal Parralo. Aunque aquí está claro que cualquiera se cambiaría por ellos sin mirar atrás. «Es un rival que está arriba. Todos los equipos pasan por fases y tengo máximo respeto al rival. Tenemos que jugar sin temor para sacar algo positivo del Carranza», comentó este jueves el técnico racinguista.

A Cristóbal, después de las promesas de los propietarios, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, esta vez le permitieron hacer pública la convocatoria. Vuelve Kitoko, tras recuperarse de su lesión muscular. El congoleño probó esta semana como lateral derecho ante la ausencia de Buñuel y Carmona. El navarro subió al autobús sin problemas. El andaluz no podrá jugar en el Ramón de Carranza por estar cedido por el Cádiz. Tampoco es descartable que, ante las bajas en ataque, Kitoko forme una especie de trivote con Mario Ortiz y Sergio Ruiz, aunque eso ya conllevaría un cambio de dibujo.

Sin Yoda y sin Papu, la banda derecha ofensiva se prevé una oportunidad para un Nico Hidalgo que está irreconocible esta temporada. Juega poco, pero tampoco se va de nadie. Cádiz, de donde salió, puede ser un buen escenario para reivindicarse, ante un entrenador, Cervera, que no contó con él.

Y la otra gran novedad del cuadro racinguista puede ser la titularidad de Siverio en la delantera. Al canario se le han abierto todas las puertas de golpe. Yoda era el '9' previsto por Cristóbal hasta que le dijeron que se lo llevaban a golpe de talonario. La otra alternativa es David Rodríguez, de quien el cordobés ya ha visto que no cumple con las expectativas.

El técnico racinguista seguramente se pregunta a dónde ha venido. O busca al tuerto que ha mirado al Racing. Uno de los centrales titulares del equipo verdiblanco, Figueras, no ha entrenado esta semana con sus compañeros por estar como acusado en un juicio por presunto amaño de partidos. A pesar de todo, tiene pinta que el catalán será titular por delante de Alexis y Manu Hernando.

Por lo demás, no debería haber muchos cambios con respecto al once del pasado domingo frente a Las Palmas. Al fin y al cabo, entre lesionados, cedidos que no pueden jugar y futbolistas en la rampa de salida con los que no se cuenta, Cristóbal tampoco tiene mucho de donde tirar.

La plantilla, según revelaron Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, hizo una conjura el pasado miércoles. Lucharán hasta el final. Actitud, en la mayoría de casos, nunca ha faltado. Otra cosa es que eso sea suficiente. El escritor Eduardo Galeano, profundo amante de este deporte, pronunció una frase aplicable a cualquier ámbito de la vida. Incluso al racinguismo. «Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos». ¿Qué es el Racing? El partido de este viernes y las semanas más próximas dirán de qué pasta está hecha el equipo cántabro y si es merecedor de mantenerse en el fútbol profesional o, por el contrario, volver al pozo tras una breve excursión por los aledaños.