El inicio de la Liga en Segunda B está previsto para el 26 de septiembre

Esta fecha definitiva -si el virus no ejerce su poder de última palabra- supone un adelanto con respecto a las anteriores fechas que se barajaban. Los propios responsables del Racing dudaban, días atrás, durante la presentación de su nuevo proyecto deportivo, de si el arranque liguero se produciría el 11 o el 18 de octubre. Finalmente, el partido inaugural se debería producir unas semanas antes.

Los equipos tendrán algo menos de tiempo para preparar la campaña, pero la Federación tendrá algo más de margen en caso de contratiempos. Algo que, visto lo visto, no es nada descartable y menos en una categoría en la que la mayoría de sus cien componentes son clubes muy modestos. Para ejemplo, la eliminatoria de play off de ascenso a Segunda B entre Portugalete y Sestao, en la que un sólo positivo ha cambiado todos los planes. Si el virus entra de lleno en un vestuario puede provocar el caos y la mayoría de clubes no tiene instalaciones ni capacidad económica para tomar las mayores medidas posibles contra la propagación del covid. Precauciones, sentido común y suerte. Además, el fútbol sin público, mientras se mantenga, es un varapalo económico para las entidades potentes pero una herida mortal para aquellas que precisan de cada euro para salir a competir.

La Federación Española está pendiente de enviar a los clubes de Segunda División B un boceto de cómo se podría estructurar la competición, sin la confección de los grupos y subgrupos, pendiente de que se diluciden las eliminatorias de repesca entre los campeones eliminados en el play off exprés y la plaza pendiente de los equipos vascos. Eso sin contar el lío existente en Segunda División a causa del Deportivo-Fuenlabrada y que puede acabar de cualquier manera.

En principio, ese 26 de septiembre arrancará la primera fase de la competición, que constará de 18 jornadas en cada uno de los diez subgrupos que conformarán esta temporada de transición en la Segunda División B, previa a la reestructuración necesaria y definitiva.

A partir de ahí, salvo cambios de última hora, los clubes continuarán su temporada dependiendo de cómo hayan quedado clasificados en la primera fase. Unos pelearán por el ascenso y otros por el descenso. Los de la zona de nadie aún no está claro cómo les tendrá la Federación entretenidos el resto de la temporada. En el caso del Racing, en el mejor de los casos, el equipo verdiblanco disputaría 28 encuentros antes de llegar a un hipotético play off de ascenso.

Por el momento, ni Racing ni Laredo han anunciado su fecha de vuelta al trabajo. En San Lorenzo estaban esperando a esta confirmación para comenzar a tomar decisiones sobre el día en que Manu Calleja citará a sus nuevos pupilos. Mientras tanto, en los Campos de Sport de El Sardinero ni siquiera tienen entrenador a día de hoy, por lo que la fecha de regreso se encuentra en un plano secundario.

Los responsables deportivos verdiblancos aún no han tomado una decisión definitiva, aunque sí tienen claro que los futbolistas no se calzarán de nuevo las botas antes del día 10 de agosto. A partir de ahí, tienen tiempo para concretar. El caso es que algunos equipos de Segunda División B, especialmente entre aquellos que llevan desde marzo parados, ya han anunciado que esta próxima semana volverán al trabajo. Tanto Racing como Laredo han finalizado sus respectivas temporadas a lo largo del mes de julio, tras superar el periodo de confinamiento.

A la espera de lo que haga el Lealtad en la repesca de campeones y lo que pueda suceder en Segunda División, lo más probable es que Racing y Laredo deban enfrentarse en el próximo campeonato a equipos asturianos, vascos o de Castilla y León. Una circunstancia que no es descartable es que ambos clubes cántabros sean separados en distintos subgrupos y no se produzca un derbi regional a lo largo de la temporada, aunque para saberlo habrá que esperar a que la Federación Española tome cartas en el asunto para analizar las propuestas de los clues y las federaciones territoriales.