Isma López ya no es jugador del Racing

Cuando llegó al Racing en el mercado de invierno de 2021, el futuro de Isma López no auguraba los derroteros deportivos que tomó después. El club y el futbolista, que llegó libre tras salir del Dinamo de Bucarest, donde no pagaban a sus jugadores, estuvieron durante varios días negociando las condiciones de su contrato hasta que finalmente llegaron a un entendimiento, y es que el jugador también estaba pendiente de algunas ofertas de Segunda, pero finalmente el club verdiblanco logró atar la operación. De aquellas, y con Aritz Solabarrieta en el banquillo tras la destitución del asturiano Javi Rozada, la llegada del navarro era casi una tabla de salvación para el maltrecho estado del equipo y en particular del lateral izquierdo, una posición que en los últimos años ha dado más de un quebradero de cabeza a los verdiblancos al no contar con un jugador específico para la demarcación, porque la escasez de jugadores específicos para esta demarcación ha sido una constante en Santander, y porque muchos de sus ocupantes no dieron el resultado esperado. El caso es que carril zurdo no encontraba dueño. O al menos lo era hasta la llegada de Isma López, pero las tornas cambiaron más rápido de lo que a los racinguistas les hubiera gustado.

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El curso siguiente, ya a las órdenes de Romo, el navarro perdió protagonismo en el equipo, se fue diluyendo como un azucarillo hasta prácticamente desaparecer sobre el césped, vestido de corto eso sí, porque el navarro, que además era el segundo capitán del equipo, ha demostrado su compromiso con el grupo en cada partido. Celebrando goles, animando a compañeros, festejando los éxitos y sumando dentro del vestuario. Uno más de la piñuca. Con el Racing, que le «desea éxito en sus próximos retos profesionales», como señala en un comunicado, Isma López jugó el curso pasado nueve partidos en Primera RFEF y tres en la Copa Federación, pero su escasas apariciones deportivas no empañaron su rol dentro del grupo, siempre respetuoso, aportando y nunca dividiendo al equipo, pese a que su presencia sobre el terreno de juego seguramente ha sido menos de la deseada por el navarro.

Cambio de piezas

Es cierto que Isma López sí comenzó el curso disputando partidos, pero pronto perdió el favor de Guillermo Fernández Romo, que solventó el problema con lo que parecía un parche y reconvirtió a Eneko Satrústegui en lateral izquierdo, una posición que el central ya había desempeñado antes. Y a pesar de que el rendimiento de Satrústegui, en un puesto que no era el suyo, resultó estar muy por encima de lo esperado, a Romo le urgía lograr otra solución y entró en la ecuación Simón Luca. El jugador de Cicero pasó de engrosar las filas del Rayo Cantabria a ocupar el carril zurdo demostrando solvencia en partidos complicados ante rivales incómodos, pero de los que salió más que airoso, y logró así afianzarse en la titularidad. Así todo, en el tramo final de temporada Romo volvió a optar por Satrústegui como lateral y Simón Luca regresó al filial verdiblanco, para después dejar este verano el Racing al no tener una oferta de renovación.

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