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A. M.
Santander
Domingo, 10 de noviembre 2024, 08:08
En las fichas verán 24 nombres, con sus correspondientes fotos (se han buscado imágenes de la época). El número 25 es el futbolista que define a sus compañeros en aquella campaña histórica con una frase. El navarro Jesús Merino llegó en el verano del 92 ... y ya no se movió del Racing. En ese primer año disputó 35 partidos de Liga y anotó tres goles. Un fijo. Junto a Quique, Ceballos y Sañudo –tres mitos–, formó el cuarteto con más minutos de la temporada. Él también dice una frase de sí mismo: «Todavía no sé qué hice para recibir tanto cariño».
«Un ídolo para todos nosotros. El número uno de la historia del racinguismo»
«Un profesional empático, buen compañero, muy trabajador y racinguista»
«El futbolista de la casa que me obligaba a tener que mejorar cada día»
«Ese año pasé de comprar sus cromos a jugar junto a él. Fue una gozada»
«Producto de la casa. La mala suerte se cebó con él y estuvo lesionado. Muy cercano»
«La demostración de que se puede llegar sin que nadie lo espere. Un gran tipo»
«El ejemplo de que contar con un vestuario unido consigue muchos puntos»
«Un loco suelto maravilloso que, a día de hoy, sigue sin encontrar cura»
«Ningún minuto oficial esa temporada, pero todos en el cariño del vestuario»
«La zurda que nos enamoró a todos durante aquella temporada inolvidable»
«Un riojano que, como el buen vino, acompañaba con alegría cada jornada»
«Un enorme profesional que ni la guerra en su país pudo parar. Un ejemplo»
«La gran leyenda que regresó a casa aquella temporada para dejar su sello»
«Desde Santoña, las mejores anchoas y el mejor ejemplo del trabajo»
«El tractor que llegó a Santander para que aquel equipo nunca se parase»
«Calidad para dar y tomar desde Soto de la Marina al último pueblo de Cantabria»
«Un pedazo de pan que sumaba cada día en el campo y en el vestuario»
«Un profesional al que nada ni nadie puede parar, pase lo que pase»
«Un zurdo con mucha clase que mereció más, pero que nunca se quejó»
«Otro navarro de la Ribera que demostró el carácter que tenemos los de allí»
«De los mejores amigos que me ha dejado el fútbol. Absolutamente infravalorado»
«El gol que nos cambió la vida a muchos de nosotros. Un auténtico profesional»
«Un delantero de los que obligaba a que nadie se durmiese para ganarse el puesto»
«La sonrisa en la caseta que nunca se fue esa temporada y que era contagiosa»
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