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Si José Alberto procuró no dar pistas la semana pasada cuando modificó por primera vez el dibujo de su equipo y plantó tres centrales, esta semana sigue la misma práctica, pero todo indica que regresará a la defensa de cuatro. Primero, porque con Rubén Alves ... y Germán aún lesionados y Eneko Satrústegui tocado –el navarro entrenó este miércoles fuera del grupo– se queda sin efectivos. Y segundo, porque no quedó muy convencido con el resultado del nuevo planteamiento. En la sesión de trabajo en El Sardinero utilizó a Pol Moreno y Álvaro Mantilla en el centro de la zaga, por lo que ambos se postulan como la alternativa más factible para frenar al Eibar en su lucha por el liderato de la Segunda División.
Si se produce el regreso al 4-2-3-1 con el que ha jugado José Alberto desde que llegó a Santander –a excepción de la visita a Anduva– se ganaría un futbolista en la línea ofensiva. Para esa mediapunta hay dos jugadores en la recámara: Peque y Pombo. Ambos trabajaron en esa demarcación y sólo el asturiano sabe quién de ellos jugará el domingo. Si bien Peque convenció en las dos jornadas en las que casi por sorpresa logró ser titular, ahora el maño ha vuelto a colocarse como una opción más. Pombo perdió su condición de titular indiscutible, quizás por su intermitencia. Sin embargo, ahora vuelve a estar en la libreta de José Alberto y el domingo podría recuperar su sitio. La defensa y ese puesto entre líneas son ahora las únicas dudas en un Racing que sigue sin desvelar nada y al que solo le queda un punto para aliviar toda su presión. Si se produjera la permanencia matemática, el cuerpo técnico podría dar oportunidades a los no habituales y a los canteranos para comenzar a preparar la temporada que viene.
Por otro lado, este miércoles pasó por sala de prensa Aritz Aldasoro, uno de los fijos en los últimos meses. El vasco insistió en que el equipo «está en buena dinámica» y expresó un deseo:«Queremos salvarnos ante nuestra afición, así que seguimos con el culo apretado».
Sobre el cambio de sistema en Miranda, Aldasoro señaló que «buscaba igualar el sistema con el Mirandés y no salió mal del todo». No adelantó si se repetirá el domingo, lo que sí recalcó es que, «a pesar de que el Málaga juega el sábado, no debe influir en el equipo. El Racing si gana se salvará por sí solo y solo debe pensar en Eibar. Los dos necesitan ganar y será un buen partido».
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