José Alberto moldea su once para El Toralín

La zaga verdiblanca centra casi todas las miradas. De izquierda a derecha, la foto tiene unos cuantos protagonistas. Frente al Alavés se lesionó Saúl García y posteriormente su sustituto ante el Tenerife, Eneko Satrústegui. Esa manía que tiene el duende de la enfermería de las Instalaciones Nando Yosu este año de castigar a la vez a los de una misma posición. Antes sucedió con los delanteros y los laterales derechos -también con los mediocentros, pero por tarjetas-. José Alberto maneja dos opciones: experiencia a contrapie o bisoñez al natural. Vamos, Mantilla o el chavaluco Mario García. Ante la importancia de la cita, el técnico parece haberse decantado por el camargués y eso que el futbolista del filial no sólo no desentona en las sesiones del primer equipo, sino que, además, deja detalles para la esperanza. Mantilla ofrece las garantías de lo conocido aunque, a pierna cambiada, limitará el capítulo ofensivo en esa banda.

Mientras tanto, Rubén Alves se alista para Ponferrada. El central verdiblanco evoluciona de forma positiva de su esguince en el tobillo derecho que sufrió frente al Tenerife. Dosifica en los entrenamientos, pero ya no luce la ostensible cojera del miércoles. Estará en El Toralín. Por suerte, porque es uno de los futbolistas más fiables del Racing esta temporada.

Eso en el perfil izquierdo del eje, porque el derecho, por el rendimiento de Germán Sánchez, genera dudas. José Alberto ha apostado por el andaluz desde su llegada. Pero son dos errores muy graves en los dos últimos encuentros. Uno de ellos, carísimo, frente al Alavés. Claro, habrá que ver si esas dudas que tienen los de fuera las maneja también el míster de cara a una cita clave como la de Ponferrada. Los fallos no están permitidos. En cuanto a los centrales, además, con Pablo Bobadilla lesionado de larga duración, en la jornada de ayer participó en la sesión el canterano Marco Carrascal.

El racinguismo conoce el Racing del técnico asturiano hasta ahora, pero el domingo puede haber un antes y un después. Porque lo han visto sin Juergen Elitim. El colombiano, único mediocentro de perfil más técnico de la plantilla, es el futbolista ansiado. El que se presume piedra angular. Y regresa al once. Además, no habrá que mandar a nadie al banquillo por la sanción por acumulación de tarjetas amarillas de Aritz Aldasoro. Por lo tanto, Íñigo Sainz-Maza será el escudero del de Cartagena de Indias.

Con Marco Sangalli trabajando por la banda izquierda, Mboula parece tener el puesto asegurado en la banda derecha del ataque. Como Pombo en la mediapunta e Íñigo Vicente en el flanco zurdo.

Curiosa es la imagen de la delantera en los entrenamientos. Cuatro tipos, tres grandes y uno más pequeño, allí puestos. Y cuando hay que jugar once contra once, dos se van al banquillo. No tiene pinta de que el recién llegado Roko Baturina vaya a ser titular. Probablemente José Alberto se decante por Matheus Aiás, aunque parece que el asturiano podría jugar un poco más directo en El Toralín y cualquiera de los otros tres aspirantes -los otros son Cedric y Sekou Gassama- ofrecen algo más de garantías en ese tipo de juego. Pero, ante la falta de gol de todo el personal, el trabajo del brasileño en la delantera tiene ventaja.

En la sesión de ayer, José Alberto volvió a incidir en cosas que trabaja desde que aterrizó en Santander. La salida de balón desde atrás; la irrupción de los extremos por el medio para dejar el carril a los laterales; las caídas a la banda del punta...

Aunque el técnico tiene trabajo extra esta semana. Más allá de lo técnico, lo físico o lo táctico. Necesita recuperar la mejor versión de su equipo, la de los tres primeros encuentros a su cargo. Los de la efervescencia por el cambio de entrenador. Porque en los dos últimos el Racing ha bajado su rendimiento y la recta final del campeonato, donde se decide todo, está cada vez más cercana.