Este es José Alberto, el nuevo entrenador del Racing

Cerca de las 14.50 horas el club anunciaba de forma oficial la contratación del entrenador asturiano. El fichaje ya estaba avanzado el lunes por la noche. Así que para la mañana quedaban los típicos flecos. Los tiras y aflojas contractuales. Que determinaron que el míster ovetense tendrá vinculación con el club hasta el próximo 30 de junio y si logra el objetivo de la permanencia se ganará la posibilidad de ampliar por una temporada más. Es lo justo.

No era el primero de la lista, pero ahora es el elegido. 'Uno di noi', que dicen los hinchas. De los perfiles que el director deportivo, Mikel Martija, puso sobre la mesa de la propiedad, el del ovetense fue el que encajó. Mendilibar estaba fuera del alcance; Garitano se enfrió;Juan Ignacio Martínez tampoco se puso a tiro... Pues José Alberto.

Es un tipo humilde. Formado a sí mismo y entrenador por insistencia. En esto último coincide con Guillermo Fernández Romo. Y quizá ese perfil bajo es lo que más ha descuadrado a un entorno que esperaba algo más prestigioso. Pero eso, en este deporte, se soluciona con resultados. Ahí está el reto del nuevo técnico.

Hoy, recién firmado el contrato y con lo que le haya dado tiempo a meter en una maletuca para venirse a Santander junto a su segundo, el exracinguista Pablo Álvarez, se presentó a la plantilla y se puso manos a la obra. A los jugadores, sobre el terreno de juego, les conoce bien, porque consume fútbol por vía intravenosa. Ahora le toca dominar el vestuario en las distancias cortas. Una plantilla que, después de cinco derrotas consecutivas, parece caer en barrena. Apenas tiene cuatro días para estabilizar lo suficientemente la nave y afrontar un duro primer compromiso en casa de un fuerte Cartagena. Y poco después, el tramposo compromiso de Copa del Rey frente al Linares. Dos citas ineludibles antes de un parón navideño que le va a venir muy bien para ponerse al día.

Aunque no es de los nombres más sonados de la cola del paro de entrenadores, José Alberto acumula 114 partidos en Segunda División, con un balance de 40 triunfos, 33 empates y 41 derrotas.

Se inició en equipos del fútbol regional asturiano y siempre tuvo entre ceja y ceja el crecer en los banquillos. Con Marcelino García Toral como referencia, logró a base de fe y esfuerzo. Compaginando su trabajo en el turno de madrugada en Ikea con sus labores como técnico. Canterano del Oviedo de chaval entró como entrenador en la cantera del Sporting. Se la jugó saliendo un año a dirigir al Covadonga, de Tercera. Lo hizo tan bien que el club rojiblanco le repescó. Logró el ascenso de los yogurines a Segunda B y acto seguido les metió en el play off a Segunda en la campaña en la que el Racing de Viadero y Pouso se quedó fuera de la fase decisiva. Los de José Alberto ganaron 3-1 y 1-2 a los verdiblancos esa temporada.

Era su tercera campaña en el Sporting B. Pero en el primer equipo gijonés las aguas bajaban revueltas y fue la propia afición de El Molinón la que coreó su nombre como sustituto de Rubén Baraja. No completó una temporada espectacular, pero sí que mejoró a su antecesor. Precisamente, José Alberto llevó en Mareo una trayectoria similar a la de Javi Rozada en El Requexón de Oviedo. Y se enfrentaron. Tanto con los filiales como con el primer equipo. Ahora también les unirá el paso por el Racing. Ojalá al nuevo le vaya mejor.

De Gijón pasó al Mirandés, equipo al que logró clasificar en la décima posición. Su positiva progresión le llevó a afrontar su mayor reto hasta la fecha:el Málaga. Fue una campaña irregular, aunque la situación institucional del club de La Rosaleda tampoco ayudaba. De hecho, fue destituido en la jornada 24 y los dos que llegaron detrás no hicieron más que empeorar al equipo.

Quienes le conocen coinciden mayoritariamente en dos adjetivos:«Honrado y trabajador». Y eso está muy bien, aunque lo que va a servir para juzgarle serán los resultados. Caliente en el banquillo, pero educado, apuesta por cimentar lo de atrás, arriesgar lo mínimo en defensa y meter intensidad en la parte ofensiva. Y tiene un libro en el que habla de su carrera:'El triunfo de un peleón del fútbol'.

Además, una de los aspectos que más ha convencido a la propiedad es que, como hombre de club que ha sido, acostumbra a mirar a la cantera. En ese aspecto, sí que se diferenciará ostensiblemente de su predecesor en el cargo.