José Luis Oltra, el último recurso

Según las palabras del director deportivo verdiblanco, Chuti Molina, «con José Luis Oltra hemos buscado un entrenador conocedor de la plantilla y de la categoría». En eso no le falta razón. El valenciano ha dirigido 350 partidos en Segunda División. Más 77 en Primera y 110 en Segunda B. Un extenso currículum que pasa por Castellón, Levante, Ciudad de Murcia, Tenerife, Almería, Deportivo, Mallorca, Recreativo, Córdoba y Granada.

Pero, además, aunque esta temporada no ha ocupado ningún banquillo, sus tareas como comentarista tanto en radio como en televisión le han llevado a tener un amplio seguimiento de la categoría y también del Racing. En unos cuantos encuentros verdiblancos, él ha puesto a través de la pantalla opinión sobre los que ahora serán sus pupilos.

En la rueda de prensa en la que anunció la identidad del nuevo técnico, Molina destacó la rápidez con la que Oltra aceptó la oferta racinguista: «No ha tardado ni una hora en decir que sí. Eso me refuerza el hecho de que él cree que se puede conseguir». Evidentemente, si no fuese así...

En el Recreativo coincidió con el exracinguista David Córcoles, quien habla auténticas maravillas del nuevo míster racinguista:«Es uno de los mejores entrenadores que he tenido en mi carrera. Es un técnico magnífico. En el Racing deberían estar contentos por su llegada».

El alicantino vivió codo con codo e intensamente aquella temporada en el Nuevo Colombino junto a su paisano. Uno era el capitán y otro el entrenador y comenzaron los impagos a la plantilla. «Es un hombre con carácter, que va siempre de cara, aunque también es una persona muy amable y se hace querer. Pero no se casa con nadie», explica Córcoles. Unas características que, como en el caso de Cristóbal Parralo, han terminado con las desavenencias entre técnico y director deportivo y la abrupta salida del cordobés del Racing.

En cuanto a lo futbolístico, Córcoles ve en Oltra un entrenador «estudioso y trabajador como el que más». Su principal objetivo es que sus equipos «defiendan bien y sean agresivos, algo que le vendrá bien al Racing en la situación en la que está, pero también le gusta tratar bien el balón». Pero lo que vuelve a destacar es el aspecto personal. La relación entre técnico y jugador. «Tiene mucho carisma. Sabe llevar el vestuario y al futbolista le da tranquilidad, pero también le achucha», dice. Y pone como ejemplo la salida del preparador en aquella campaña 2014-2015 en Segunda División. El Recreativo terminó descendiendo, «pero no por Oltra –que fue destituido en la jornada 24– sino porque empezaron los impagos y el equipo comenzó a ir hacia abajo. La prueba está en que toda la plantilla acudimos a la rueda de prensa de despedida del míster».

En una de sus experiencias en Primera División, en la campaña 2010-11, Oltra sustituyó a Juan Manuel Lillo al frente del Almería. Logró llevar al equipo andaluz a las semifinales de la Copa del Rey, pero en Liga no tuvo tanta suerte. El equipo hacía aguas por todas partes y el compromiso del vestuario no era nada bueno. Tras caer 1-3 frente al Athletic en su decimoctavo encuentro en el banquillo del Juegos del Mediterráneo, el valenciano dijo no saber qué más hacer para ganar un partido. Una sentencia aquella, que perfectamente la podría haber dicho el pasado domingo Cristóbal Parralo, su predecesor.

Por eso, por su conocimiento de cuál es la situación del Racing y de las limitaciones que tiene la plantilla verdiblanca, sorprende que el técnico valenciano haya dicho sí a un reto de dimensiones gigantescas. Salvar a este equipo del descenso a Segunda División B no será nada fácil. De momento, el viernes, prácticamente recién aterrizado, tendrá que volver a Almería para estrenarse como técnico racinguista frente al segundo clasificado. En el palmarés de Oltra, además de esas semifinales de Copa con el Almería, están los ascensos a Primera División con Tenerife, Deportivo y Levante.

Antes de todo eso fue futbolista. Se formó en las categorías inferiores del Valencia, donde jugaba como centrocampista. Tras salir del club ché, donde llega a actuar con el primer equipo en una ocasión de la mano de Alfredo Di Stefano, ficha por el Sabadell, de Segunda División. Desde el año 1993 hasta el 2000 juega en Segunda División B, con el Levante, Yeclano y Elche. Se retira en el Ontinyent, en Tercera.