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Nuevo capítulo del culebrón sobre el caso de Ángel 'Harry' Lavín, condenado a dos años y nueve meses de cárcel por un delito de administración desleal durante los cerca de dos años que fue presidente del Racing, entre 2012 y 2014. El titular del Juzgado ... de Vigilancia Penitenciaria de Cantabria, el magistrado Daniel de Alfonso, ha denegado la concesión del tercer grado al expresidente racinguista, tal y como había propuesto hace unas semanas la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
En un auto emitido el pasado viernes, 21 de octubre, frente al que cabe recurso –tanto en reformar como en apelación–, De Alfonso acepta el recurso que presentó la fiscal delegada de Vigilancia Penitenciaria, que se opuso de plano al acuerdo adoptado desde Madrid.
Para poner este asunto en contexto hay que retrotraerse al pasado 16 de septiembre, cuando el Juzgado de lo Penal número 1 de Santander dictó un auto en el que ordenaba el ingreso en prisión de Harry en un plazo de cinco días hábiles desde su notificación efectiva. El 26 de septiembre, un día antes de que se cumpliera ese calendario, el expresidente del Racing ingresó en el Centro de Integración Social (CIS) José Hierro de Santander y dos días después la Junta de Tratamiento, por unanimidad, le clasificó como interno de segundo grado, con lo que fue trasladado a El Dueso. El siguiente paso, una vez clasificado el interno, fue el envío del expediente a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el organismo, dependiente del Ministerio del Interior, desoyó el acuerdo de la Junta de Tratamiento al proponer que fuese clasificado como interno de de tercer grado.
Tras conocer esa decisión –para algunas fuentes judiciales «inaudita» y para otras, «habitual», la Fiscalía de Cantabria decidió presentar recurso ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que ahora ha denegado ese tercer grado. ¿Y en base a qué?
Fuentes cercanas al caso, apuntan a varias razones. La primera es que Lavín, hasta la pasada semana, sólo ha hecho frente a 900 de los 216.400 euros que tiene que abonar al Racing en concepto de responsabilidad civil, con lo que el magistrado De Alfonso entiende que el condenado «no tiene intención de hacer frente a ese pago, y no consta que tenga un trabajo en el exterior». «No quiere rehabilitarse pagando, minimizando el daño, cuando nos consta que tiene un nivel alto de vida. No tiene ninguna voluntad de reparar el daño causado a la sociedad».
Además, el titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria hace mención a la falta de argumentación por parte de Instituciones Penitenciarias a la hora de conceder el tercer grado a Harry. «Simplemente señalan que es un delincuente primario, porque no tiene ningún ingreso previo en la cárcel, y la pena impuesta, por un delito no violento, es inferior a tres años». Sin embargo, De Alfonso cree que en Madrid no han tenido en cuenta la «repercusión» que tiene en Cantabria este caso y sus consecuencias. Por no decir, que, aunque es un delincuente primario, penitenciariamente, Lavín tiene una condena previa de seis meses de cárcel y multa de 2.000 euros por el intento de amaño del Racing-Girona de la temporada 2012-13.
Pero si hay un hecho en el que respalda el magistrado su decisión es en el acuerdo unánime de la Junta de Tratamiento, que es quien conoce mejor el caso, ha entrevistado a Harry y entiende que «tienen que trabajar con él para cambiar sus planteamientos vitales». Y es que, según las fuentes consultadas por este periódico, Lavín «no asume el delito que ha cometido, dice que todo lo hizo bien. Y se tiene que rehabilitar y colaborar en la reparación del daño».
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