El juicio a Harry por intentar suspender la Junta de 2014, el 19 de diciembre

Harry tiene otra cita en los juzgados. Esta vez en la calle Alta, donde el 19 de diciembre se abrirá el juicio oral por la no convocatoria de la Junta General de Accionistas correspondiente a 2013 y que se retrasó hasta el 31 de enero de 2014. Esa que solo se pudo celebrar a instancias del juez de guardia tras la pertinente denuncia en el que fue ya el último esfuerzo dilatorio del entonces aún presidente, Ángel 'Harry' Lavín, y su equipo previo a su desalojo en los estertores de la 'Era Okupa'. Ahora el expresidente del Racing, Manuel Ruiloba, Jairo Lavín y Jorge Madrazo se enfrentan a un proceso penal por la anulación de aquella Junta General de Accionistas que ya se había convocado tarde. Para más señas, a año vencido.

Como recordó Manolo Higuera este jueves en sala de prensa durante la presentación del acuerdo de patrocinio entre la entidad verdiblanca y Banco Santander, «a la gente se le olvida, pero el Racing hace cuatro años era una cueva de piratas».

Las sociedades anónimas deportivas articulan su ejercicio de 1 de julio a 30 de junio y no conforme al año natural. Con esta particularidad, pueden celebrar su junta y por lo tanto rendir cuentas a sus accionistas el año en el que vence el curso, aunque hayan transcurrido meses desde su cierre. Así se ha hecho tradicionalmente en el Racing, que convoca a sus accionistas en noviembre o, generalmente, diciembre. De hecho, no solo la fecha límite es el 31 de diciembre, sino que además la junta ordinaria debe convocarse al menos con un mes de antelación. Y en aquella ocasión se incumplieron ambos preceptos.

Al no convocarse en tiempo y forma, la Asociación de Peñas presentó una denuncia, ante lo que el Racing, aún controlado por Harry como presidente apadrinado por Francisco Pernía, recurrió. El juez Martínez de Marigorta atendió aquel requerimiento, pero instando a su vez al Consejo de Administración a celebrar la junta.

Sin embargo, Lavín trató de demorar también esa nueva fecha de 31 de enero, en este caso anulando la convocatoria. El objetivo de la ya entonces acorralada directiva, que contaba con el asesoramiento de Juan Antonio Berdejo, era dilatar aún más el proceso en un esfuerzo por mantenerse en una sociedad cuya propiedad llevaba años en litigio. Harry anuló así la convocatoria en una estrategia que podía haber tenido éxito de no ser porque la oposición, de la que formaba parte el anterior presidente, Manolo Higuera, contaba con una carta a su favor.

La WGA de Alí Syed, sociedad instrumental a través de la que se habían comprado las acciones del Racing, había entrado en proceso concursal en Holanda, donde tenía su sede social. Y el equipo que trabajaba por recuperar la normalidad institucional en el Racing había contactado con su administrador, Onur Arslan.

Fue a través de él como se presentó una denuncia en el Juzgado de Instrucción, que a su vez dictó un auto ordenando la celebración de la Junta como medida cautelar. De hecho, los accionistas se vieron obligados a esperar a que llegara la orden del Juzgado en ausencia de una directiva que ya había suspendido otras convocatorias.

Ahora Harry y sus compañeros de viaje deberán responder por aquella actuación en la calle Alta, donde los Juzgados de lo Penal deberán dirimir una causa en la que se pide pena de prisión para el expresidente del Racing. Se trata de uno de los muchos procesos en los que Harry se ha visto envuelto desde que ocupó el sillón presidencial verdiblanco, algunos de ellos ya cerrados y otros, como la querella criminal promovida por los exjugadores, todavía en proceso. Todo porque el 31 de enero de 2014, solo un día después del histórico plante en el partido de Copa ante la Real Sociedad, el Juzgado número 4 no solo dio luz verde a la junta, sino que abrió el procedimiento ordinario por la suspensión.