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Lo del Racing con el lateral izquierdo es de juzgado de guardia. Parece estar maldito el carril del zurdo en las últimas temporadas donde nadie se asienta y entre lesiones y malos rendimientos cuesta recordar a un futbolista con el '3' a la espalda que ... brillase.
Ayer, con Pablo Andrade lesionado, arrastrando molestias musculares y dolores en una rodilla, Joan Maynau, que desde que llegó a Santander anda peleándose por ponerse a punto recibió un fuerte golpe en el muslo -en un choque con Diego Ceballos- que le mandó a la ducha antes de tiempo. Salió del partido amistoso camino del vestuario cojeando y ayudado por José Ángel, el recuperador, con un gesto de resignación que recordó a temporadas anteriores. Por si fuera poco, para reforzar esta teoría, Nacho, el chaval del filial que jugó en el lateral izquierdo para completar el equipo ante tanta ausencia duró en el campo diez minutos y... Otro lesionado. Puestos a rizar el rizo, hasta Simón, el otro efectivo del Rayo Cantabria tampoco anda disponible si se le necesitase. No dejará de ser una pura fatalidad, pero Marco Camus y Álvaro Bustos cayeron lesionados después de jugar de carrileros por la izquierda sin serlo. Mala casualidad.
Basta con echar la vista atrás para confirmar esta teoría un tanto conspiranóica; la temporada pasada se fichó a dos laterales, Abraham Minero y Moi Delgado y las lesiones y el mínimo rendimiento hizo que terminara jugando Aitor Buñuel cambiado de banda. La anterior, la del ascenso, Chuti Molina decidió no fichar a nadie y se quedó con Julen Castañeda como único efectivo. Fue el tiempo en el que Chus Puras aparecía como un rayo de esperanza en las alineaciones de Iván Ania. Fue un espejismo y el canterano desapareció.
Años antes los responsables técnicos se fueron a fichar a Argentina a Lionel Bontempo, que no aprovechó la vía libre que le dejó Castañeda, operado del hombro tras caer lesionado de gravedad en Ferrol. Centrales reconvertidos como Miguel Gándara o antes Mikel Santamaría, se vieron obligados a ocupar la fatídica posición, quebradero de cabeza continuo de Ángel Viadero, desde que el equipo descendió a la Segunda B.
Pero la cosa no quedó ahí porque Molina en su prolija labor de fichajes trajo al equipo a Redru, cedido del Betis, como recambio de Rulo, a quien había firmado al principio de temporada. Los cambio, uno por otro, en el mercado de invierno (enero, 2019) y ninguno de los dos sumó una tarde que se recuerde. Ni en época de Pedro Munitis como entrenador hubo laterales de postín. Terminó jugando Migue, un interior reconvertido.
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