Las lesiones y las sanciones complican los planes de José Alberto ante el Levante

El momento deportivo y anímico que vive el equipo mantiene con un sonrisa perpetua a todo el racinguismo. Juega bonito, es líder en solitario después de 32 años y su proyección cotiza al alza. Pero la suerte no sonríe siempre. A veces una pequeña sombra asoma para trastocar de la manera más inesperada. El partido del domingo es clave para los de José Alberto y ahora además, amenaza con convertirse en una prueba de resistencia, porque el Racing se enfrenta a un reto doble: mantener el liderato y recomponer una zaga mermada por las lesiones y sanciones. Toca volver la mirada al Rayo. La cantera siempre ofrece una chispa de esperanza.

El caso es que Salinas, el central que más confianza genera a José Alberto, está convocado con la selección sub 18. Otro contratiempo más para un equipo que necesita soluciones urgentes. Menos mal que al Racing no le faltan recursos. Hoy en La Albericia, cuando el equipo regrese al trabajo después de dos días de descanso, dos piezas se sumarán al rompecabezas: Marco Carrascal y Aitor Crespo. El primero es un central con proyección, que ha mostrado su capacidad en el filial y al que José Alberto ya ha llamado para entrenar con la primera plantilla en más de una ocasión. Ahora, el de Soto de la Marina puede tener la oportunidad de entrar en su primera convocatoria con el míster en un partido oficial. Crespo, por su parte, es un lateral que podría reconvertirse en central si la necesidad lo exige y también ha realizado la pretemporada con el asturiano. La decisión está en las manos de José Alberto, que ya ha demostrado en más de una ocasión ser capaz de sacar petróleo en situaciones críticas.

Es cierto que el Levante llega con buenas sensaciones y con una plantilla que puede competir por estar en lo alto de la tabla, pero el Racing ha demostrado este año que no teme a nadie, y aunque las bajas en defensa son un guijarro en el zapato, hay algo en este equipo que invita al optimismo. Quizás sea ese espíritu combativo, la capacidad para sobreponerse a las dificultades. Y eso es justo lo que le toca hacer el domingo.

La defensa queda trastocada para un duelo que se antoja fundamental. El Levante, tercer clasificado, asoma en el horizonte, y con él, una oportunidad para el equipo cántabro de consolidar su posición en lo más alto de Segunda División. Además, también le toca enfrentar su primera gran prueba de la temporada: mantener la cabeza fría en medio de una defensa mermada.

El sábado pasado, ante el Zaragoza, en medio de una de esas batallas que son las acciones a balón parado, PolMoreno se desplomó nada más saltar al campo. El catalán se rompió. El quinto metatarsiano de su pie izquierdo dijo basta cuando saltaba en un córner. El Racing ya estaba con 10 tras la expulsión de ManuHernado y Moreno decidió que no podía permitirse el lujo de dejar a su equipo con uno menos. Aguantó. Con esa mezcla de orgullo y terquedad que distingue a los defensores, Moreno terminó el partido. Se lo pasó cojeando y cuando el árbitro decretó el final del encuentro se tiró al suelo sin poder siquiera celebrar la victoria con el resto de sus compañeros.

El Racing le practicó ayer pruebas de imagen que refrendaron la rotura y aunque en el club no se han pronunciado sobre el periodo de recuperación, lo normal en estos casos son dos o tres meses de baja, como poco. Por lo pronto, Pol Moreno, que solo ha jugado once minutos en dos partidos con el Racing esta temporada, será operado por el doctor Antonio Cruz, el cirujano de confianza del club.

José Alberto tampoco podrá contar con Manu Hernando, el pilar de su defensa. El madrileño fue expulsado la pasada jornada y deberá cumplir un partido de sanción. Vio dos amarillas. La primera apenas en el minuto dos del encuentro, cuando Bazdar iba a recibir un balón largo y Hernando lo derribó.Caramelito de limón. Después, en el segundo tiempo, una falta tonta en el centro del campo le mandó al banquillo. Algo por lo que el propio Manu pidió perdón a la afición en sus redes sociales, aunque no hacía falta. El madrileño es regular y tan preciso como un reloj suizo. Apenas tiene lunares en su expediente. Por si la historia no estuviera ya suficientemente complicada, Mantilla, sigue fuera de combate. Su lesión lo mantiene apartado de los terrenos de juego desde hace meses.

Por suerte no se trata de una situación límite. No será necesario que José Alberto haga un ejercicio de ingeniería táctica para armar una defensa de emergencia que pueda resistir los embates de un Levante que no va a regalar nada. La plantilla cuenta con dos zagueros que ofrecen seguridad y contundencia para proteger la meta de Ezkieta. Javi Montero y Javi Castro serán titulares ante los valencianos. El primero es un fijo en el once del asturiano.Lo fue desde el primer partido.El segundo, con la zaga remendada, dará un paso al frente el domingo.

Será su primera titularidad con el equipo. Un debut por la puerta grande en una ocasión crucial, la defensa en El Sardinero de un liderato que ha tardado 32 años en llegar y que ahora los racinguistas no están dispuestos a dejar escapar.