No levanta cabeza

En el arranque de una semana de tres partidos, José Alberto le dio una vuelta importante a su once. Con sorpresas. Grandes. Entraron Mantilla, Javi Castro y Saúl García en la defensa en lugar de Manu Hernando, Montero y Mario García. Y en el extremo zurdo apareció Lago Junior, para desplazar a Íñigo Vicente a la mediapunta. Pablo Rodríguez fue el damnificado. Menos llamativa fue la vuelta de Arana en la delantera, en lugar de Karrikaburu. El míster le podía haber dado un hueco en la alineación al perro de la Policía Nacional, que andaba loco en la previa viendo los balones moverse durante el calentamiento.

El Huesca no salió tan conservador como se esperaba ni el Racing tan valiente como acostumbraba. La necesidad de levantarse tras el bache se lleva inconscientemente en la chepa. Unos primeros minutos de ver qué pasa aquí fue poniendo los roles en su sitio. Los aragoneses, con el trasero más cerca de su área y los verdiblancos mirando hacia delante. Aunque el primer acercamiento fue para los visitantes, en un balón raso al área en el que Javi Castro estorbó lo suficiente a Soko para que el exracinguista no rematase. Respondió el Racing con una buena pared entre Íñigo Vicente y Andrés Martín, que finalizó con un tiro mordido y centrado del andaluz, a las manos de Dani Jiménez. A esas horas de la tarde, José Alberto no andaba muy contento con lo que estaba viendo. El míster recalculaba la dirección del botellín que apunta hacia la portería rival. Lo intentó Lago Junior, con parecida fortuna a la de Andrés Martín.

Hasta el recogepelotas que andaba cerca del banquillo verdiblanco se llevó la bronca del míster por no estar al loro para dar el balón rápido. Era el minuto 27, pero había que abandonar el bache cuanto antes. Estuvieron a punto de hacerse el lío los cántabros. Mantilla le cedió una pelota regulera a Ezkieta. El despeje del portero fue aún peor. No salió ni del área. Mantilla intentó sacarla de cabeza, pero lo que consiguió fue una asistencia para Soko. Por fortuna, el árbitro señaló falta en el intento de chilena del camerunés.

Al fin, el Racing se quitó la careta. Arana le metió un fantástico pase a la carrera de Lago Junior y el duro disparo del costamarfileño se iba a la escuadra. Entre el vuelo de Dani Jiménez y la cruceta mandaron el tiro fuera. El árbitro y el asistente dieron saque de puerta. Así que el personal ya se empezaba a mosquear. El caso es que ni los del 'prao' híbrido ni los de la grada estaban cómodos. El speaker de La Gradona pedía un plus: «Vamos, que estamos muy flojos». Seguro que José Alberto pensaba algo parecido de su equipo. Hacía falta un gol como el comer. Sin embargo, la única opción de gol antes del descanso fue un tiro desde la frontal de Kortajarena que agarró Ezkieta. Porque el posterior remate de Arana a Tribuna Sur ni cuenta. Silencio en la grada cuando el colegiado señaló el camino de los vestuarios. Hacía tiempo que no se vivía por aquí un rato tan soso al término de la primera parte.

La primera medida tomada por el Racing para cambiar su suerte fue dar entrada a Suleiman en lugar de Lago Junior por la banda izquierda. El equipo cántabro salió con otro aire de protagonismo en la segunda mitad. Ahora sí, el partido iba a tener el guion más parecido al esperado. Pero los verdiblancos estaban sudando para llevar peligro a la meta oscense. Al fin, Dani Jiménez tuvo trabajo. Íñigo Vicente sirvió a Andrés Martín dentro del área y el sevillano, después de dos regates de esos de baldosa, sacó un buen tiro que repelió el arquero. Para ello se habían consumido ya diez minutos del segundo período. Era necesario aumentar la producción ofensiva.

Y la tuvo Arana, después de una fantástica acción de Andrés Martín, pero el tiro del canario lo volvió a obstaculizar un Dani Jiménez que empezaba a ser de los destacados. Claro, lo de dominar tiene su peligro: los contraataques. Y en uno de ellos, Ezkieta tuvo que mandar a córner un disparo cruzado de Soko.

José Alberto llamó a Karrikaburu, que sustituyó a un Arana demasiado ofuscado. Pero el gol se lo iba a meter el propio Racing a sí mismo. El casi siempre infalible Vencedor intentó ceder el balón atrás a Ezkieta desde la medular. El vasco, además de no ejecutar bien, no contó con la velocidad de Patrick Soko. El camerunés se encontró una pelota inesperada, encaró a Ezkieta e hizo el 0-1.

Otro sopapo a un ánimo verdiblanco ya bastante sensible. Había que levantarse. El problema era cómo. Lo intentó Íñigo Vicente con ese remate roscado que tanto le gusta al palo largo, pero Dani Jiménez respondió bien. Pero claro, si el Huesca ya estaba ordenadito con el empate a cero, pues imagínense en ventaja.

José Alberto buscó un cambio de sino con dos nuevas sustituciones. Marco Sangalli y el chaval Diego Díaz entraron al terreno de juego por Maguette Gueye y Mantilla. Aunque antes, el Huesca estuvo a punto darle la puntilla al partido. Precisamente el camargués no acertó a sacar el balón en el área y Joaquín se encontró con un inspirado Ezkieta en su tentativa.

El chavaluco estuvo a punto de estrenarse en Segunda División como seguro que habrá soñado cien veces. En el segundo balón que tocó, estuvo a punto de marcar. Recogió un rechace en el área y la pegó con el alma. Y bien dirigida. Abajo, a rondar la cepa del poste. Pero Dani Jiménez la sacó con una parada fantástica. Una intervención que iba a superar segundos después, cuando Javi Castro empujó con la cabeza hacia la portería y el arquero volvió a dejar a los Campos de Sport con cara de frustración.

El equipo cántabro comenzó un impotente pim pam pum ante el área aragonesa. Andrés Martín le pegó a Suleiman y Marco Sangalli, a un defensa. Frontón. Quien más se acercó fue de nuevo Andrés Martín, cuyo tiro se marchó rozando el poste. Ya, los tres minutos que dio el colegiado de añadido dejaron al Racing al borde de la derrota. De hecho, fue el Huesca el que estuvo a punto de marcar el segundo en plena desesperación racinguista, pero el pase de Joaquín se paseó por delante de la portería.

Aún así, iba a tener una última el cuadro cántabro. Con el mismo destino de todas las anteriores. Un balón al primer palo de Andrés Martín lo conectó Marco Sangalli, pero el balón se fue al lateral de la red. Una malla en la que el Racing hace eones que no pesca nada.

A pesar de todo, cuando José Alberto ya dejó a todos sus futbolistas de nuevo en pie, la afición verdiblanca hizo lo suyo para comenzar la remontada para el ánimo verdiblanco. Aplausos. Cánticos. «Ahora más que nunca, Racing Santander». Y, por su puesto, lo que sigue ahí: «Una ilusión nos persigue, la Primera División». Lo menos malo, que el jueves, en Elche, hay una nueva oportunidad para levantar la cabeza.