Todo listo para fichar a Ezkieta

Todo depende de que la parcela deportiva, que aún no tiene un comandante al frente, ya que Uriarte aún no cuenta con un director deportivo para su proyecto, reajuste piezas, pero todo apunta a que Ezkieta pueda dejar el equipo. El propio jugador pidió salir del Athletic, pero su destino estaba ligado a lo que ocurriese en las elecciones a la presidencia del club, ya resueltas. Desde la dirección deportiva del Racing optan por la prudencia y prefieren por ahora guardar silencio para no entorpecer la operación, pero el acuerdo está cerrado aunque aún no se haya hecho oficial. Solo resta que el club bilbaíno acepte rescindir el contrato del portero, que concluye en junio de 2023, y poder así fichar con los verdiblancos. Su objetivo es encontrar acomodo en Segunda División y la oferta del Racing cuenta con todos los requisitos para seducir al navarro, aunque el planteamiento sería romper la relación contractual con el Athletic y que el club bilbaíno se reserve una opción de repesca.

Ezkieta vivió una situación muy dura el pasado curso en el cuadro rojiblanco. El portero ha sido el único integrante de la plantilla que no ha disputado ni un solo minuto. La pasada campaña jugó las dos primeras eliminatorias de Copa, pero Marcelino le degradó en el último curso y le dejó en blanco. De hecho, la llegada del asturiano al banquillo bilbaíno no benefició al navarro, al que había fichado Rafa Alkorta, pero que no acabó de entrar por el ojo al de Careñes. García Toral apenas le dio oportunidades. En la temporada 2020-21 encajó dos goles ante el Elche en el único partido que disputó esa campaña. El curso siguiente el técnico no le dio minutos. No disputó ni uno con el primer equipo. El asturiano prefirió como alternativa a Julen Agirrezabala, al que subió desde el Bilbao Athletic.

En las tres temporadas en Primera División que acumula el navarro solo ha disputado un encuentro. Su última campaña con regularidad en la portería fue la 2018-19, pero no con el primer equipo, sino con el Bilbao Athletic en Segunda B. Con el filial rojiblanco disputó ese curso 25 partidos, todos ellos como titular, y no encajó ningún gol. Antes de llegar a Lezama de la mano de Alkorta, el guardameta pasó por las filas del Barcelona B, con el que disputó dos partidos en Segunda División en la temporada 2017-18 y en la 2018-19, ya con el equipo descendido a Segunda B, sumó 900 minutos en 10 encuentros.

Ezkieta se formó en las secciones inferiores de Osasuna y también militó un curso en el Sabadell, antes de aterrizar en San Mamés. Se trata de un portero de gran altura (1,93), con mucha personalidad, que domina el juego aéreo y se desempeña bien fuera de palos. Es del agrado de Romo y Martija. Ambos le conocen bien, aunque por diferentes motivos, pero lo que tienen claro es que el jugador es una competencia solvente para un Miquel Parera que ha demostrado de sobra sus credenciales el pasado curso como dueño y señor de la portería verdiblanca. Una meta que Ezkieta podría disputarle de tú a tú. Al menos esa es la idea. El navarro no llegaría a Santander para ser suplente, sino para ganarse el puesto y contar así con dos cerrojos de garantías. A buen seguro hambre no le falta después de la dura situación de la pasada temporada. En el Racing el guardameta podría encontrar su sitio, resarcirse y volver a sentirse importante. Algo que se antoja muy complicado si se queda en el Athletic, donde tendría que competir con dos porteros como Unai Simón y Julen Aguirrezabala, ambos internacionales, uno con la selección española y otro con la sub 21. Además, el navarro, de 25 años, es un viejo conocido de Guillermo Fernández Romo. El técnico madrileño ya lo tuvo a sus órdenes en el Sabadell y su llegada es una de sus peticiones. Reforzar la portería es una prioridad en el cuadro verdiblanco tras la salida de Lucas Díaz este verano después de que el Racing prefiriese no renovar al gallego, que puso fin a su paso por el club después de tres años de carrera en el Racing, que le fichó en verano de 2019 para defender la meta del Rayo Cantabria.