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El primer -y único hasta ahora- fichaje del Racing en el mercado de invierno Riki Rodríguez (Oviedo, 1997), que llega cedido del Real Oviedo hasta final de temporada, debutó el fin de semana pasado con el equipo ante el Bilbao Athletic. Cuarenta y cinco minutos ... tuvo el centrocampista asturiano para demostrar por qué está llamado a ser titular en el equipo de Solabarrieta,; y aunque al final el equipo cosechó un empate (1-1) con sabor a derrota, para el asturiano las sensaciones tras su debut en El Sardinero fueron inmejorables. «Me sentí muy bien, muy cómodo. Sí que es verdad que salí en un momento del partido que teníamos superioridad, que teníamos constantemente el balón, pero creo que el equipo está bien, el vestuario está con ganas de revertir la situación y todos estamos mirando y deseando que llegue el partido de Vitoria para conseguir esos tres puntos», comentó el jugador.
Por ahora es la única novedad en una plantilla que busca con desesperación mejorar resultados. Al Racing le toca reinventarse. Buscar el factor sorpresa. El verso suelto. Podría aparecer ese futbolista indetectable capaz de convencer al rival de que no resulta un problema y que después de aparecer allí donde no se le espera, llegue a crear uno gordo. Es muy complicado, lo sabe la afición y también la Comisión Deportiva, por eso Pedro Menéndez, que escoltó al jugador en la sala de prensa, explicó que la llegada de Riki es «de lo mejor» que el club podía encontrar en el mercado. «Viene a ayudarnos lo que queda de temporada con opción de seguir aquí si se cumplen unos objetivos. Nos va a dar mucho con la experiencia que tiene en esta categoría», explicó. Esos objetivos a los que se refiere el secretario técnico no son otros que el ascenso a Segunda División. Si el Racing alcanza la categoría de plata, el centrocampista se quedaría en Cantabria, aunque el Real Oviedo «tiene unos días para responder afirmativamente».
El momento deportivo, en plena crisis de juego y resultados, del Racing es más que delicado, pero Menéndez confía en que Riki pueda «ayudar a levantar esta situación que tenemos y a mejorar el equipo». Lo que la secretaría técnica buscaba a la hora de remangarse encontrar un refuerzo era «un futbolista que nos diese balón, jugar adelante… Y tenemos mucha suerte de haber encontrado una pieza como es Riki», aseveró el secretario técnico. El jugador viene dispuesto a pelear por cada palmo de hierba. Sabe que el Racing no pasa por su mejor momento, pero es algo que no le ha impedido ver en el club verdiblanco el mejor destino para reivindicarse. «Sé que llego en un momento delicado, que la situación no es la esperada para nadie, ni para la dirección deportiva, ni para el míster, ni para la afición ni para los jugadores; pero el equipo está con esas ganas de dar la vuelta a la situación, de empezar a mirar hacia arriba y con ganas de que llegue el partido del domingo para conseguir esos tres puntos», afirmó.
A pesar de bajar una categoría -el Oviedo juega en Segunda División- y llegar a un equipo que está sexto en la tabla, cuando sus aspiraciones pasaban por liderarla o al menos estar entre las tres primeras plazas con la vista puesta en el ascenso; Riki resaltó que el Racing tiene otros atractivos que le han hecho aceptar la oferta verdiblanca. El fundamental: La continuidad. «Evidentemente la categoría la bajas, eso no lo voy a negar, pero al final yo no estaba jugando y un futbolista con 23 años lo que busca es una cierta continuidad. Sentirse importante en un sitio. Creo que aquí lo puedo tener con mucho trabajo y al final vengo a un club con una historia muy grande, que tiene a toda una ciudad detrás, el proyecto es muy exigente y eso básicamente es por lo que estoy aquí», explicó.
El centrocampista, que ha jugado cinco partidos con el Oviedo hasta llegar cedido al Racing, es versátil y puede actuar de 8 y también como media punta, aunque si se le pregunta dónde encajaría mejor su fútbol en un equipo como el cántabro, lo tiene claro. «En las dos me encuentro cómodo, pero sí que me gusta estar en contacto constante con la pelota y de media punta no participo mucho en esa salida de balón, entonces tiendo a retrasar más esa posición y superar esas líneas en conducción y jugar esos pases hacia delante. Por eso me encuentro más cómodo un poco más atrás, de 8». Su anterior entrenador, el Cuco Ziganda, le achacó en alguna ocasión «poca implicación defensiva», aunque el jugador valoró que es un aspecto que se puede achacar al dibujo en la pizarra del cuadro asturiano; y le restó importancia. «Puede ser. El esquema del Cuco era un 4-4-2 muy claro e igual por mis características me veía un poco perjudicado, pero creo que estando el equipo junto, trabajado en ciertos aspectos lo puedo suplir perfectamente».
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