Secciones
Servicios
Destacamos
El presidente del Racing, Alfredo Pérez, quiso empatizar ayer con el racinguismo. Quiso ponerse a la altura del resto de la parroquia verdiblanca después de salir de los Campos de Sport, tras la derrota contra el Real Unión, «avergonzado, preocupado y no sé cuántos adjetivos ... podríamos tener de la sensación que nos llevamos». Incluso, reconoció haber pensado «si nos habíamos equivocado hace dos años y medio, cuando decidimos no permitir que el Racing cerrara. Si hace dos años y medio decidimos dar un paso adelante y meternos donde nadie nos llamaba y nos habíamos equivocado». Sin embargo, con el paso de las horas, el mandatario explicó que «el compromiso» del Grupo Pitma «por mantener el club vivo está ahí».
Pérez comentó tener «también esa sensación de que por mucho que hagas, todo se termina torciendo. Es complicado». Así que tuvo sesión de terapia con la almohada: «A lo largo de las horas posteriores al partido, muchos de vosotros -por los periodistas- nos habéis llamado o nos habéis mandado mensajes y la contestación era 'estoy pensando'. Ciertamente, es a lo que, después del partido, dedicamos unas horas». A darle vueltas a si hicieron bien al hacerse propietarios del Racing. Hizo referencia a la situación del Unión Club de Astillero, al borde de la desaparición. «Pues ese pensamiento, ayer, dio muchas vueltas por encima de la cabeza. Si realmente merecían la pena los sufrimientos que, además de como racinguistas, estamos sufriendo como personas, familias, compañeros, institución, empresa... Si era necesario», aseveró el presidente verdiblanco.
El empresario quiso «poner esto encima de la mesa porque» la noche del miércoles fue «realmente dura». «La ventaja», según Alfredo Pérez, «es que somos optimistas y esta mañana, cuando nos hemos levantado, volvíamos a agarrar esa frase de 'siempre sale el sol', a la que en el racinguismo nos agarramos mucho». Los propietarios del Grupo Pitma calmaron los malos pensamientos y, tal y como dijo el mandatario verdiblanco, vuelven a mirar hacia adelante en lo que respecta al club. «Esta mañana volvemos a hablar. Venimos de la comisión deportiva más dura de estos dos años y medio, en la cual todos hemos puesto lo máximo en intensidad y en ideas», dijo.
Alfredo Pérez, Presidente del Racing
Una reunión de algo más de dos horas en las Instalaciones Nando Yosu, junto a los otros miembros de la citada comisión: el responsable de estrategia deportiva, José Mari Amorrortu; el secretario técnico, Pedro Menéndez; el analista, Cali Trueba; el director general, Víctor Alonso; el responsable de las relaciones institucionales y deportivas, Víctor Diego y el director de la cantera verdiblanca, Justo Sisniega.
Y del encuentro, Pérez dice que han salido «reforzados». «Hemos trasladado a nuestro equipo que Pedro -Ortiz- y yo, como propiedad, en los peores momentos, en los que está el club, no nos bajamos, y no es que no nos bajemos, es que entendemos que el club tiene futuro y que nuestro compromiso por mantener el club vivo está ahí. Ese compromiso no ha dado ni un paso atrás».
El presidente afirmó que «nos están penalizando mucho los cambios. No hemos acertado en estos meses que llevamos de competición. Los resultados están ahí. Pero creo que tenemos claro dónde queremos ir. Tenemos claro qué necesitamos y hoy más que nunca volvemos a poner nuestro compromiso con el proyecto, con el club y para seguir acompañando a las personas que tienen la responsabilidad de gestionar la parte deportiva del club, que es la que no está siguiendo el plan previsto en una parte», insistió. Aunque quiso separar el trabajo que se está realizando con la base, que en su opinión sí va por buen camino, de lo que respecta al primer equipo.
Lo cierto es que para Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, más allá de su compromiso personal con el club, tienen una cuerda que les ata a la institución y que, de momento, no es tan difícil cortar. Los aproximadamente veinte millones de euros que han prestado a la entidad verdiblanca están ahí, apuntados en un papel, y mientras el Racing siga a la deriva en lo deportivo y no sea viable económicamente por sí mismo, será complicado que lo puedan recuperar. Porque tampoco va a venir nadie con esas cantidades por delante para quedarse con un club en ruina.
Si en materia económica, los propietarios del club han dado estabilidad al Racing para que pueda sobrevivir a través de dos líneas de crédito, en la deportiva no acaban de dar con la tecla. El ascenso de 2019 fue una alegría efímera que duró menos de un año. Hasta que el equipo comenzó a arrastrarse por la Segunda División. Todo porque convirtieron en plenipotenciario a su director deportivo, Chuti Molina, que hizo y deshizo a su antojo y sus decisiones aún están lastrando al club después del descenso al pozo.
Ahora, Pérez y Ortiz han vuelto a delegar, aunque en un profesional con una trayectoria más contrastada que la de Molina y de cara a un proyecto completamente opuesto. Sin embargo, hasta el momento, las decisiones de José Mari Amorrortu también están siendo erróneas y han llevado al primer equipo verdiblanco a su peor clasificación en los 108 años de historia del club. A pesar de todo, los propietarios del club siguen confiando en el vasco y creen que con varios fichajes la plantilla puede revertir la situación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.