No hay lleno sin victoria

Y es que en esta temporada el racinguista indeciso no hace otra que dejarse llevar por ese efecto llamada que provoca ver cómo nadie quiere perderse una alegría como la que se gesta. La primera ante el Sporting de Gijón, la del mes de octubre se puede entender, pero, ¿ante el Eldense con doce partidos por delante? Y la de hoy, ¿con otras seis finales más? Comparen, comparen.

Y si en las gradas ven lo de hoy como una final, a José Alberto y compañía no se les ocurrirá guardarse algo para otro día porque puede que no lo haya. El duelo de hoy frente al Levante puede ser decisivo. Esta vez sí. Después de sufrir el 'alcorconazo' y caer en Burgos, lo de repetir derrota sería primero igualar el récord negativo y, segundo, empezar a ver al grupo de los privilegiados desde abajo. Esto último lleva meses sin hacerlo. El Burgos empató al Racing a puntos con su victoria y el Levante lo pasaría. No es cuestión de dar más facilidades.

Al míster no se le ve nervioso. Eso anima. Ni lo estuvo ayer en su comparecencia habitual ni se le ha visto extraño esta semana. Llevará la procesión por dentro, porque desde que se colocó en la mejor posición de su carrera deportiva -cuarto, a un punto para el ascenso directo- no ha levantado cabeza. Él fue quien promovió un encuentro informal con los medios de comunicación para sugerir un apoyo en la recta final y desde entonces... Se le ha quemado la pizarra. Ojo, no adrede. Pero por eso, ese sosiego que transmite puede ser la clave de un remontada.

Al equipo lo tiene al 90%. Se le ha caído de la lista el capitán, Íñigo Sainz-Maza y ya se ha acostumbrado a mitigar lo que supone no contar con Álvaro Mantilla y Andrés Martín. Sus bajas le han dado confianza a Dani Fernández y la oportunidad a Mboula, que hoy repetirá en la banda derecha en ausencia del sevillano y a quien se le lleva esperando que dé una nota desde el mercado de invierno. El catalán será la cuarta pata del banco que compone el ataque del Racing, que necesita retomar el pulso de la competición para devolver al equipo a su sitio.

El potencial ofensivo del equipo, lo que le ha convertido en diferente, necesita de una mejor versión de Mboula que hoy acompañará a Peque, Juanca Arana e Íñigo Vicente. Estos tres han tenido días malos, pero siempre han acudido al rescate. Puestos a sacarle algo positivo, que se prepare el Levante que los tres llegan mordiéndose el labio; a Peque le duele el penalti fallado ante el Alcorcón que hubiese supuesto un punto; a Arana no le sirvió de nada su gol en Burgos y a Íñigo Vicente aún le escuecen las lágrimas. El vasco lloró como una Magdalena el error en un pase. ¡Madre mía! Vale que podía haber dejado a Roko solo delante del portero del Burgos, pero era un pase. ¡Madre mía! Es difícil de imaginar si le pasa en una final. Esa actitud lo dice todo. Hay hambre, hormigueo y muchas ganas en el vestuario verdiblanco donde de repente se han puesto a saborear el jamón de bellota y nadie quiere el bocadillo de jamón de cebo. Si eso otro año, pero este no.

Con el ataque sin debate, donde las alternativas son Roko y Ekain, que entran en los planes B de José Alberto, el cuerpo técnico que dirige el asturiano apunta a un propósito de mejorar en los dos aspectos que le han descabalgado de su principio de hazaña: no encajar y recuperar la puntería. Para lo primero, la duda que planea por los amantes de acertar la alineación es si Germán sobrevive a la derrota de Burgos. Aquí, ante el Levante, el equipo va a arriesgar más y va a proponer un fútbol en campo contrario. Eso supone correr para atrás y el andaluz, que se sostiene por otras virtudes en el once inicial, puede que salga de los esquemas. Es difícil, porque goza de una confianza casi ciega, pero... Los que son fijos son Dani Fernández, Manu Hernando y Mario García. Lo mismo que Aldasoro y Morante en el centro del campo. Solo Clément Grenier pone en solfa esto último, pero al francés, que lo necesita el equipo, le falta aún un hervor para ser titular. Las dichosas lesiones le han retrasado el reloj.

Y enfrente el Levante, al que en la primera vuelta el Racing le pinto la cara (2-4) y que acude a Santander después de haber caído ante un equipo de la zona roja, el Amorebieta (1-2). A pesar de ello, si gana en El Sardinero superará a los cántabros. El conjunto granota marca muchos goles -trece menos que el Racing- y solamente el líder, el Leganés, y el Espanyol, han perdido menos que él. Eso sí, suma cinco derrotas, a domicilio. Su fútbol es dinámico y de proponer, como el del Racing, y con un Fabricio en punta que siempre es la referencia. En lo que no se parece a los verdiblancos es que sus exigencias si pasan por ascender y las del Racing... Con el campo lleno uno ya no sabe cuáles son.