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Enzo Lombardo seguirá al menos un par de semanas más de baja. El francés, que la pasada semana ya entrenó con normalidad con el resto ... de sus compañeros, se resintió de su lesión muscular en el bícpes femoral de su pierna izquierda y desde el viernes se ha visto obligado a parar. Al menos en lo que concierne a correr y a tocar el balón, no así en el trabajo físico y de gimnasio. El jugador se sometió a una ecografía de control el viernes y tras el resultado –que no ha trascendido oficialmente– los médicos le aconsejaron detener el ritmo de entrenamiento para evitar que la dolencia pudiera empeorar. Por ello, al mediapunta galo no se le ha visto saltar al terreno de juego desde entonces. Ayer, el equipo regresó a los entrenamientos y Lombardo no se calzó las botas.
Cayó lesionado el pasado 24 de marzo durante el transcurso del partido que enfrentó al Racing y al Real Unión de Irún en El Sardinero. El futbolista disputó los noventa minutos, pero al finalizar fue explorado tras quejarse de unas dolencias en la parte posterior del muslo izquierdo. El francés se sometió a las pertinentes pruebas médicas que confirmaron una rotura de fibras en el bíceps femoral. El club emitió un comunicado confirmando la «lesión muscular» tres días después de que sufriera el infortunio y una vez que los resultados médicos aseguraban el diagnóstico. Desde entonces el jugador ha seguido un plan específico para recuperarse cuanto antes y estar disponible para el tramo decisivo de la temporada.
La rotura, como así se reflejaba en el parte médico, estaba catalogada como de grado I-II, un nivel que suele necesitar de entre tres o cuatro semanas –si todo sigue el buen curso– para quedar sanada. Lombardo trabajó con los recuperadores y siguió el plan correctamente, de ahí que incluso el mismo club informase, a través de los partes médicos que emite todos los lunes, que la evolución de la lesión era «favorable». Esta circunstancia ocurrió el pasado 8 de abril, justamente a los quince días de que se produjese la lesión.
El futbolista concluyó la fase de entrenamiento en solitario y fortalecimiento de la dolencia y pasó a incorporarse al grupo; primero lo hizo paulatinamente, siguiendo el protocolo habitual, y posteriormente de lleno. El miércoles (10 de abril) ya se le pudo ver participando activamente del trabajo con los compañeros y aunque era de prever que fuese prematura su inclusión en la lista de convocados para jugar ante la Gimnástica, su estado era muy positivo. Sin embargo, el viernes pasó una ecografía de control que cambió el escenario. Tras someterse a las pruebas de imagen no volvió a saltar al terreno de juego ni el sábado, ni el pasado lunes –el domingo el equipo jugó en Torrelavega– y, finalmente, tampoco saltó ayer. Cinco días en el dique seco que pueden haber frenado el proceso de recuperación de Lombardo y, que sin ser grave, ha prolongado un poco más de lo que supuestamente se preveía su puesta a punto.
El jugador, al que ayer sí se le vio en el acto publicitario al que acudió con la plantilla al Karting La Roca (Quijas), se mostró optimista y tranquilo. Confirmó de manera amistosa que su regreso podría resolverse dentro de dos semanas. En cualquier caso, un pequeño paso atrás en la vuelta del joven futbolista que en el mejor de los casos tendría por delante tres jornadas de Liga regular para recuperar esa chispa que le convierte en un jugador diferente al resto.
Lombardo ha disputado 27 partidos de Liga en el presente campeonato. Ha sido una de las piezas básicas del engranaje de Ania durante buena parte de la temporada, sobre todo en la primera mitad de la misma. Su capacidad de desborde y desequilibrio le hizo ganarse la confianza del entrenador y de la afición y, además, auparse en una de las armas más codiciadas del equipo. Su talón de Aquilés es el gol; el galo ha anotado tan solo dos tantos, pese a su versatilidad que le permite jugar en la banda y en la media punta. Sin embargo, una vez superado el parón navideño y, sobre todo con la llegada en el mercado de invierno de Alberto Noguera el galo, indiscutible hasta entonces, pasó a la reserva. Se mantuvo titular en los cuatro primeros partidos del año; ante Logroñés, Real Sociedad B, Mirandés y Arenas y fue ante el Izarra, cuarta jornada de la segunda vuelta, cuando Ania le dio descanso. Durante los últimos encuentros, la lesión de Cejudo, la intermitencia de Cayarga y el ensayo de Nico Hidalgo como lateral derecho le habían mantenido en el puesto, además de por sus méritos.
El primer día que fue suplente por razones tácticas, ante el Izarra, saltó al campo en el último tercio de partido y forzó el penalti que a la postre le reportaría la victoria al Racing ante los navarros. Desde entonces su titularidad ya no ha sido tan absoluta. La dura competencia en el puesto, con un bajón en su rendimiento, le ha hecho pasar a ser uno de los recambios para el entrenador, que lo aprovechó en varias ocasiones como un revulsivo en los minutos finales.
Precisamente ante el Real Unión de Irún sí había recuperado la confianza y fue incluido en la alineación, pero la mala fortuna volvió a frenar su progresión. Ahora tendrá que apurar al menos dos semanas más para ponerse al servicio de un Ania a quien luego le tocará elegir de entre los muchos futbolistas que piden un hueco en la línea de tres de ataque.
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