Malaguistas que aparecen en los vídeos de la pelea pudieron acceder a los Campos de Sport

Desde Málaga, al margen de los aficionados que viajaron de forma individual y desde otros puntos del país, se desplazó un grupo de seguidores de alrededor de medio centenar con sus respectivas entradas. Unas localidades adquiridas, según el jefe regional de operativos del Cuerpo Nacional de Policía, no procedentes de las entradas enviadas por el Racing a La Rosaleda, sino «por cauces no normales». Es decir, probablemente a través de la propia web del club verdiblanco. Además, se habrían desplazado a Santander en coches de renting y no en sus vehículos particulares ni en autobús, para ser más difíciles de detectar por los cuerpos de seguridad, que sí eran conscientes del importante número de asientos comprados desde la ciudad andaluza. Durante el partido, y entre fuertes medidas de seguridad, con el dispositivo que se había puesto en marcha a las 7.30 horas del sábado, no se registraron más incidentes, y el juego pudo transcurrir con normalidad. Las entradas enviadas desde los Campos de Sport a los clubes rivales corresponden siempre a la esquina suroeste del estadio, las cuales no se pueden comprar por vía telemática ni en taquilla. Sin embargo, aunque tuviesen su ubicación en otras zonas del recinto, la Policía decidió agrupar a todos esos seguidores malaguistas en el área ubicada para las aficiones visitantes. En las imágenes se puede ver como una gran mayoría viste de negro y sin distintivos de su club, salvo las bufandas que llevaban guardadas bajo la ropa.

El Racing jugará el próximo domingo en Valencia frente al Levante (Ciudad de Valencia, 18.30 horas), y solo tres días después, el miércoles 12, recibirá en los Campos de Sport al Real Zaragoza en partido entre semana. Será a partir de las 21.00 horas en los Campos de Sport coincidiendo con el Día de la Hispanidad -también El Pilar, patrona de la capital maña-, con lo que aprovechando la jornada festiva se espera el desplazamiento de un buen número de zaragocistas.

Dados los antecedentes y el contexto, el partido ha sido declarado de Alto Riesgo, lo que implica mayor presencia policial y de seguridad privada, controles más rigurosos en los accesos –los habrá de todos modos– u otros dispositivos especiales. Todo para evitar que se repitan episodios como los del 28 de agosto en la previa del Racing-Oviedo y el del sábado por la mañana aprovechando la visita del Málaga.