Manu Hernando y los de casi siempre

El zaguero debutó en Lezama frente al Amorebieta tras solo dos entrenamientos con el equipo y ayer fue el que probó en los ensayos de José Alberto, que le buscó compañero aunque salvo sorpresa Germán es el que de momento gana la apuesta. Mañana el Racing se juega buena parte de su confianza ante un rival de postín que, además, provoca por estos lares un cierto aroma a nostalgia por lo que representa el Espanyol en la historia racinguista. Para recuperar esa confianza y credibilidad -perdida en parte por las tres derrotas consecutivas del arranque del año-, José Alberto dejó entrever algunos de sus planes para mañana. Al inmutable dueño de la portería, Jokin Ezkieta, le custodiará una línea defensiva en la que Manu Hernando es el más fijo de todos.

Si a título colectivo urge restablecer la mejor versión del equipo también lo es a nivel individual. Y en esa faceta el que ya ha comenzado a ello es Dani Fernández. El lateral, sin Álvaro Mantilla para discutirle el puesto, ha aprovechado y su actuación en Lezama ha disipado dudas y le ha dado crédito. Ayer fue uno de los encargados de ensayar los lanzamientos de esquina.

El compañero de Manu Hernando será Germán, que en las pruebas les lleva ventaja a Pol Moreno y a un Rubén Alves que ayer entrenó con normalidad después después de perderse algún día de trabajo. En la disputa entre Saúl y Mario García por el carril zurdo solo sabe José Alberto el que ganará. Ahora bien, se intuye que Mario García sigue con carta por delante de su compañero de faena. El chaval fue titular en Lezama, ante el Amorebieta, y la amenaza de una expulsión debido a una tempranera cartulina amarilla le hizo sentarse en el descanso. Fue algo coyuntural, porque ahora mismo se encuentra en esa fase de prácticas en la que de hacerlo bien se queda con el puesto.

El Racing, con José Alberto y Mikel Martija de acuerdo, focalizaron sus esfuerzos en el mercado de invierno en un defensa que le diera «competitividad y alta intensidad, que en eso no somos los mejores», señalaron en una comparecencia pública. No es normal que con el rendimiento mostrado el equipo encajase tantos goles como el colista de la categoría. Para evitar estos males se ha fichado a Manu Hernando, y el central es por el momento el único movimiento de ficha que incluye el cuerpo técnico para poner fin a la sangría de goles encajados.

La sesión de ayer enseñó algunos detalles más, como que los córners y algunas faltas serán cosa de los laterales; Mario García, Dani Fernández y Saúl trabajaron la estrategia durante el entrenamiento, muy liviano, por otro lado, como manda la norma de José Alberto y compañía.

Para contrarrestar el centro del campo del Espanyol, el Racing no sufrirá muchos cambios. Con Clement Grenier sin levantar cabeza con sus problemas musculares, Íñigo Sainz-Maza y Aritz Aldasoro aparecen como la opción más sólida. No dejó ninguna pista más que la intuición acerca de una posible vuelta de Iván Morante, que desde que se pasó de frenada ante el Cartagena y fue expulsado con roja directa no ha sumado un minuto. Todo dependerá de si el Racing le quiere quitar el balón al Espanyol. Por el momento la pareja original -con la que la pasada temporada se lograron buenos resultados- se mantiene como la alternativa más factible.

Donde realmente está todo más que abierto es en el ataque que se prepara para mañana. Es donde más efectivos hay y, por consiguiente, la zona del campo donde menos claro tienen los jugadores que entrarán en la alineación. O al menos unos cuantos. El caso más llamativo es la banda derecha, donde cuatro futbolistas optan a un puesto: Andrés Martín, Jordi Mboula, Lago Junior y Marco Sangalli. Todos tienen opciones, pero por lo que se ha visto y el modo de maniobrar el míster, las posibilidades siguen ese orden de mayor a menor; Andrés Martín, que vuelve tras dos partidos sancionados, es el que encaja de primeras, con la competencia más que significativa del recién llegado: Mboula. Todos ensayaron en La Albericia esta semana, pero el sevillano por inercia será titular. Mboula habrá sopesado bien su situación cuando decidió dejar el 'Calcio' para jugar en Segunda y en un equipo donde uno de los mejores será con quien se juegue el puesto.

Las otras tres posiciones del ataque racinguista mañana ante el Espanyol responden a una cuestión de hechos. A Íñigo Vicente, Peque y Juan Carlos Arana no se les ha encontrado un sustituto que les iguale. Por más que se les haya buscado. Lo más parecido ha sido la incorporación de Roko Baturina, que aporta un perfil distinto al de Arana, pero cuyo estado de forma no parece que por el momento le dé toda las garantías que buscan en el cuerpo técnico.

El pasado fin de semana en Lezama, incluso Ekain, que ya estaba, le adelantó al croata. En la pizarra de José Alberto no parece -salvo que juegue al despiste con los periodistas, privilegiados que ven los entrenamientos- que se incluya un intento de fijar a la defensa del Espanyol con pelotazos al grande. Por eso las posibilidades de Baturina se reducen a ser el recambio en la segunda parte y convertirse en un hombre de refresco. No hay muchas más maniobras. Tampoco es que José Alberto las deje ver, porque el asturiano es un fanático de cerrar el suministro de ideas a sus rivales. No habrá cambio de estilo, tampoco de adelantar la presión y si acaso lo que sí habrá es una deseo de agradar a un público que ve el partido de mañana como el del despegue.