Mauricio Gómez tendrá mañana, por fin, su homenaje

Después de que semanas atrás La Gradona eligiese su efigie, en un tifo, como símbolo de fidelidad al Racing, Mauricio no pudo acudir a su localidad de Preferencia Oeste en el choque frente al cuadro alfarero y tuvo que ver el partido, con un ordenador, desde la habitación en la que se encontraba ingresado en el centro hospitalario.

Además del saque de honor, el club y La Gradona harán entrega a Mauricio Gómez de una fotografía de recuerdo del momento en el que desde la zona Norte del estadio se desplegó el gran tifo con el abonado número 1 del club como protagonista.

En el estadio, en desplazamientos, en las juntas de accionistas, en las fiestas de la afición y hasta en corteos, 'Mauri' siempre ha presumido de racinguismo. Y mañana tendrá un merecido reconocimiento a esa fidelidad impenitente. «Me hicieron socios mis abuelos de Montaña a los tres años, porque a mi padre le denunciaron unos vecinos por comunista y le metieron en la cárcel. Es la herencia que me dejaron y la que mantengo. Somos cinco generaciones: mis abuelos, mi padre, yo mismo, mi hijo y ahora mi nieta», presumía recientemente en declaraciones a El Diario Montañés.

El abonado más longevo del club racinguista ya estaba nervioso cuando le comentaron por primera vez el homenaje que el Racing tenía previsto hacerle. Por motivos de salud, las mariposas en el estómago le han durado un par de semanas más, pero mañana será él el que se ponga, por unos momentos, al otro lado de la barrera y le quitará el protagonismo a los futbolistas a los que anima.